El faro

El Faro es un homenaje de Paco Roca a las aventuras de su infancia, un canto a favor de la libertad y la imaginación como ya nos tiene acostumbrados a lo largo de su obra. Un cómic cortito, de apenas 64 páginas, donde el dibujante evoca a los grandes clásicos como Ulises, Gulliver o Simbad para perfeccionar su estilo narrativo y artístico, que más tarde va a tomar mejor forma en obras maestras como Arrugas o Los surcos del azar.

Una novela gráfica notable y evocadora de los clásicos literarios y de una firma característica que Paco Roca va a pulir de forma agravante posteriormente. Corto, deja con ganas de más, Francisco y Telmo son personajes realmente interesantes en las que echamos de menos más páginas. Los amantes de historias como Moby Dick o Ulises quedarán satisfechos con esta pequeña pero intensa aventura.

Las historias de la Guerra Civil española son muy interesantes, porque nos cuentan la historia más reciente del país. Así, en este cómic podemos ver cómo los más jóvenes y pobres, que no tenían ninguna idea política en la cabeza, ansiaban la paz por encima de todo.

Mucha de la literatura dedicada a este tema nos muestra la crueldad del bando franquista, la masacre que se hizo de pueblos enteros, la matanza de padres e hijos, la injusticia que asoló todo el territorio español. No obstante, la historia que este libro nos cuenta no es demasiado enrevesada, de hecho, tiene un argumento más bien simple: un republicano intentando huir de la guerra.

Aunque el libro está bien y me ha gustado, he echado de menos un poco más de acción, un poco más de historia. El argumento me ha parecido simple, cuando quizá esperaba encontrar algo más complejo. Quizá por este motivo, no me ha llegado tanto, no me ha terminado de llamar la atención. El propio autor confiesa que quería crear una historia que no requiriera de documentación, pero es la pizca que a mí me faltaba para terminar de sentirme agusto con el libro.

El dibujo, eso sí, es muy cuidado, con numerosos detalles. Los colores utilizados a lo largo de todo el libro son el negro, azul y blanco, dando un toque marítimo característico de la historia, que me parece un detalle fantástico. Una edición muy cuidada, de tapa dura, que ofrece al lector una calidad en papel y tinta superior a muchas otras del género.

La historia se inspira en un cuento de Borges que, a su vez, lo hace en un cuento de Las mil y una noches y con un protagonista real, Francisco Guirado, un joven soldado del bando republicano que huye para llegar a Francia. Y comienza la historia:
Herido, es rescatado del mar y acogido por el farero de un viejo faro de la costa. Entre ambos personajes se suceden conversaciones en las que como si de un mentor se tratara, el farero inculca al joven la pasión por la mar y por la aventura que le espera en el futuro. Junto al farero consigue olvidarse del dolor de la guerra y recordar la necesidad de perseguir sus sueños.
Al joven soldado, la guerra le ha borrado su corta edad y le ha herido en su capacidad para soñar; el viejo farero representa la ilusión por la vida, los sueños y la imaginación.
Es un cómic corto, sin colores y con trazos sencillos. Con los textos, cada viñeta nos regala una historia que se aventura en los sueños que no hay que perder y por los que nunca hay que dejar de luchar.

Es una historia breve, casi perfecta. Cuenta con pocas palabras un relato profundo y complejo de un período histórico dramático. El protagonista a penas llega a ser un adulto, pero ha perdido sus sueños y raíces. Es salvado (a todos los niveles) por un Farero que le ayuda a madurar y a crear una nueva vida. Tiene un aire de cuento de las 1001 noches, incluso evoluciona la trama con esa idea onírica y exótica. Se nota que el autor ama los libros, queda claro en cada página. Y como yo también los amo he terminado encantada. Muy, muy recomendable.

Cuando un joven republicano herido intenta cruzar la frontera francesa para ponerse a salvo, llega hasta un viejo faro perdido en un solitario espigón. El farero con sus historias de aventureros surcando los mares intenta ayudar al joven soldado a superar sus traumas. Estamos ante un bonito homenaje a la literatura de aventuras que nos muestra como a veces sólo hace falta perseguir un sueño para dejar atrás el pasado.