La mala suerte

Hace algo más de un año leí “A menos de cinco centímetros”, la primera novela de la serie de novela de intriga protagonizada por el detective Roures. Me gustó mucho así que no dudé en leer la segunda novela.

Lucía Peña, una joven de buena familia, desaparece en Costa de los Pinos, Mallorca, cuando veranea junto a su madre y su hermano pequeño. Tras salir de marcha y discutir con su acompañante, Lucía vuelve andando a casa. Nunca más se vuelve a saber de ella.

Han pasado dos años y Lucía sigue sin aparecer. Su madre, desesperada, decide encargar la investigación al detective Tony Roures. Roures se meterá de lleno en los entresijos de una familia completamente desestructurada.

La novela cuenta la historia en dos tiempos, alternando el presente y el pasado. Es importante la investigación, tratar de averiguar qué ha sido de Lucía y si aún sigue viva. Pero también es importante saber qué llevó a su desaparición y, para ello, la autora se retrotrae al pasado de una familia en crisis. No económica pues si algo les sobra a los Peña es dinero pero el matrimonio se rompió de forma muy dolorosa. La madre - Amanda- ha pasado y está pasando por muchos problemas mientras que el padre ha rehecho su vida junto a su amor de toda la vida. Aún así, el padre y su nueva pareja no paran de hacer la vida imposible a Amanda y, en medio de este fuego de artillería están Lucía y su hermano pequeño. “La mala suerte” resulta así ser una novela de intriga, en la que la trama principal es la investigación de una desaparición pero no se queda sólo en eso sino que también nos habla de relaciones familiares y de algunos otros temas relacionados con la paternidad. No voy a hablaros de esos temas para que los descubráis por vosotros mismos si decidís leer la novela pero sí os diré que me han parecido muy interesantes. El deseo de ser padre y la forma de comportarse como tal ocupa un lugar destacado en la novela. Me ha gustado cómo está tratado el tema y me ha hecho reflexionar.

La novela está estructurada en treinta y cuatro capítulos más un epílogo final. Los capítulos son más bien cortos, de alrededor de unas diez páginas. Es un narrador omnisciente quien nos va relatando los entresijos de la trama, alternando entre el presente y el pasado. La alternancia de dos tiempos está muy bien llevada, dando a la parte del pasado la importancia justa que tiene y llevando las dos de forma muy equilibrada.

La trama está muy bien planteada, desarrollada y resuelta. Es más compleja de lo que a primera vista parece y nos depara algunas sorpresas. Sorpresas que, sin embargo, podremos ir intuyendo a medida que avancemos en la lectura. No es esto una crítica, al contrario; creo que es algo que ha sido buscado por la autora, que el lector pueda avanzar en la investigación al alimón –o incluso por delante- de Roures. En este caso, no sólo importa saber qué ha sido de Lucía sino todo que ha pasado antes y después de su desaparición, las causas, los motivos. En ese sentido, disminuye un poco la intriga pero la enriquece con otras cuestiones.

Me han gustado los personajes. A alguno, especialmente a Roures, ya lo conocía de la novela anterior. Pero me han gustado mucho los que aparecen por primera vez en ésta. Amanda (la madre de Lucía) me ha dado mucha pena, no he podido evitar ponerme de su lado. Me ha gustado tanto como he odiado a la nueva pareja del padre, una mujer realmente odiosa. Con ellos Marta Robles nos vuelve a mostrar el mundo de los ricos –aunque no se centra en el lujo como en la novela anterior-. Y nos enseña que, como se suele decir, los ricos también lloran.

Al ser la segunda novela de una serie nos podemos plantearnos si es posible leerla sin haber leído “A menos de cinco centímetros”. La respuesta es que sí: no es necesario leer la primera novela para entender la primera. No obstante, la autora se refiere a ella en varias ocasiones y da bastantes datos de lo que en ella pasó por lo que si, tras leer la segunda decidís leer la primera, habrá bastantes cosas que ya sabréis y esto podría estropearos un poco la lectura. Por ello, yo os recomendaría ir por orden y empezar por “A menos de cinco centímetros”. Así cuando en esta segunda novela aparezcan personajes que ya salieron en la primera, os hará ilusión el reencuentro


Conclusión final

He disfrutado mucho leyendo “La mala suerte”, incluso más que con “A menos de cinco centímetros”. La historia me ha gustado muchísimo, los personajes aún más y, aunque previsible en cuanto al quién, me ha gustado enterarme del cómo y, sobre todo, del por qué. Una novela muy entretenida, fácil de leer, que engancha muchísimo.

Sin duda, si hay una tercera entrega, la leeré.
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La historia nos cuenta la desaparición de Lucía Peña y la posterior investigación del detective Roures una vez transcurridos dos años de la misma. Roures irá descubriendo cantidad de entresijos familiares hasta llegar a descubrir, o no, lo que pasó con la protagonista de esta maravillosa novela.
A lo largo de la novela se muestras varios saltos temporales que permiten conocer e introducirse totalmente en cada historia pasada que el detective Roures va descubriendo. Los personajes están todos y cada uno de ellos muy bien descritos y con total profundización en su vida en cosa de muy pocos párrafos por lo que se hace una lectura muy amena y nada pesada. al final, u odias a los personajes o te sientes totalmente identificado y los adoras, no hay término medio.
Me gusta mucho de Marta Robles su forma de narrar, su vocabulario, la cantidad de referencias que introduce, se ve que es una escritora que se trabaja mucho sus novelas y busca muchísima información para que su proyecto salga de 10.
La única razón por la que no le puse un 4,5 de 5 y no la puntuación en su totalidad es porque a mitad del libro descubrí lo que había ocurrido y es algo que no me gusta adivinar ya que soy más del factor sorpresa. Quizás por alguna frase lo ví muy predecible. También me chocó mucho que muchas cosas de este libro me recordaron a casos españoles muy sonados y es como si se hiciera un batiburrillo de esos casos y saliera este libro. Pero el giro argumental final es totalmente inesperado y muy bien elaborado por lo que no podría darle menos nota.

A mayores, este libro nos plantea una cuestión que te hace plantearte muchas cosas. ¿Que serías capaz de hacer por tener un hijo?, ¿tener hijos es un acto egoísta o generoso?. Es libro no te dejará indiferente y no podrás dejar de darle vueltas a la cabeza y de plantearte estas cuestiones.

Hace un tiempo leí A menos de cinco centímetros, la primera novela de Marta Robles y me gustó tanto que no podía dejar de leer La mala suerte, su segunda novela.
He he llevado una grata sorpresa al ver que el protagonista de la primera repite aquí, Tony Roures, investigador privado.
No es necesario leer A menos de cinco centímetros para entender La mala suerte, aunque hace referencias a ella, sin haberla leído se comprende perfectamente.
Lucía Peña, una adolescente de buena familia sale una noche con los amigos y tras una discusión con uno de ellos, se va a casa andando y no vuelve a saberse de ella. Durante dos años se sigue investigando pero sin resultados y el caso se archiva, ahí es cuando la madre de la chica contacta con Tony Roures para que siga investigando su desaparición.
Es una historia dura, actual, con unos personajes, todos, llenos de secretos. Roures llega más allá y se adentra en la vida de los que rodearon a Lucía Peña, gente bien situada y muchos de ellos con poder .
Los personajes me han gustado mucho, están muy bien elaborados. La trama va combinando el presente con el pasado, así nos vamos enterando de la vida de los que rodearon a Lucía.
La historia está muy bien estructurada, no puedo decir más sobre el argumento porque sería destrozar la historia y aseguro que merece mucho la pena leerlo.
La autora plantea unas cuestiones morales que te hacen reflexionar, muy buen libro.
En resumen es una muy buena historia, adictiva y la pluma de Marta Robles es excelente. Lo recomiendo 100%

Me gusta mucho como escribe la autora, un estilo fresco y capítulos cortos que hacen que se te haga muy corta su lectura. Aparte de que los personajes están bien trazados y el protagonista es el detective Toni Roures que ya me sorprendió con el primer libro de la serie “A menos de cinco centímetros” un detective con sesenta y pocos años pero activo y atractivo por lo que se ve, je,je,je. El caso está muy bien llevado y la trama es muy interesante. Solo puedo recomendarlo.

Se trata de una novela detectivesca llena de intrigas. Desde las primeras páginas esta historia asegura que será adictiva.

Trata un tema muy interesante, al menos en mi opinión, que es el trasplante de embriones y la maternidad subrogada. Un tema del cual no se suele hablar muy a menudo pero que es una práctica muy habitual cuando la paternidad no llega de forma natural.

Aunque en nuestro país es una práctica ilegal, en otros muchos países los vientres de alquiler, están a la orden del día y es una red que mueve importantes sumas de dinero.

La novela comienza con la desaparición de la joven Lucía Peña, que tras una fiesta nocturna en el pueblo donde veranea con su familia, no vuelve a dormir a casa.

El libro va narrando la historia de Lucía, su familia y varios personajes secundarios a través de las investigaciones que realiza el detective Roures, a quién contrata la madre de Lucía para conseguir dar con su paradero. Para ello la historia va avanzando con momentos entre el presente y el pasado, entre Madrid y Costa de los Pinos, el pueblo de veraneo de la familia Peña.

La autora ya escribió otra novela protagonizada por el detective Roures, A menos de cinco centímetros, por lo que se podría decir que La mala suerte es su continuación, aunque no es necesario haberla leído antes, yo personalmente no la he leído aún, y me ha dejado con las ganas de leerla, porque en esta nueva novela la autora hace algunos guiños a personajes y momentos de la novela anterior y tiene muy buena pinta.
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En el verano de 2015, Lucía Peña, una niña bien madrileña que veranea junto a su madre y su hermano en Costa de los Pinos, en la isla de Mallorca, desaparece sin dejar rastro cuando una noche, tras una discusión con su joven acompañante, este la hace bajar del coche y la deja caminando sola hasta su domicilio en una exclusiva zona residencial. Dos años después, la UCO no ha logrado resolver el caso. A Lucía parece habérsela tragado la tierra y su madre, Amanda Varela, al borde de la desesperación, decide contratar los servicios de Roures para encontrar alguna pista sobre el paradero de su hija.

En el momento en que Tony Roures comienza a tirar del hilo, salen a la luz las múltiples grietas de una familia que guarda infinidad de secretos, a la que el dinero no consiguió dar la felicidad y que la desaparición de Lucía terminó por dinamitar. Y aunque la investigación de lo sucedido será el hilo principal de la novela, La mala suerte, toca otros temas de mucho mayor calado tales como el machismo, el maltrato psicológico, el daño que provoca la separacion en los menores, las ansias de poder, la necesidad de sentirse amado, la soledad o la maternidad subrogada. En medio de ellas, un tema sobre el que se podrían escribir ríos de tinta: las razones que nos impulsan a ser padres y lo cada uno de nosotros está dispuesto a sacrificar por ello. Incluso habrá lugar en ella para rememorar algunos episodios históricos imposibles de olvidar por sus terribles consecuencias como la guerra de los Balcanes o la dictadura de Pinochet.

Será un narrador omnisciente el encargado de conducirnos por esta novela negra, que avanza y retrocede para ir montando las piezas de un complejo puzle, en una historia plagada de curiosidades, citas, literatura y buena música con la que la periodista madrileña vuelve a hacer gala de una prosa cuidada, un ritmo muy ágil y una tensión que va subiendo por momentos, nos mantendrá expectantes hasta las últimas líneas y que harán que las páginas vuelen en nuestras manos casi sin darnos cuenta.

Los personajes me han parecido todos muy bien perfilados, tanto los principales, que se nos van desvelando con la suficiente mesura como para mantener en todo momento el interés del lector por avanzar con la historia, como los secundarios. A todos los he sentido muy humanos, algunos auténticos miserables, otros con demasiados secretos, pero todos al fin y al cabo con defectos y virtudes, como somo los mortales, y, por tanto, reales. Lucía Peña es el alma de la novela, una niña, a pesar de sus dieciocho años, que llegas a querer a golpe de página y de vivencias. Amanda Varela, la madre de Lucía, es una mujer que tampoco lo ha tenido fácil y con la que de alguna manera te llegas a congraciar. Todo lo contrario que Javier Peña, el padre de Lucía, que me ha parecido un ser despreciable como pocos. Imposible no mencionar a Tony Roures del que no solo me ha gustado conocer un poquito más sino que me ha arrancado buenas carcajadas con sus pensamientos más íntimos.

Nos moveremos en muy diferentes escenarios y aunque los principales van a ser La Moraleja en Madrid y diversos lugares de la isla de Mallorca, de los que se nota que la autora es buena conocedora, también habrá algún salto a puntos más lejanos como México, los Balcanes o Chile.

La mala suerte es una de esas historias ideales para desconectar por unas horas, una de esas que una vez comienzas, no podrás dejar de leer hasta su desenlace. Una novela bien escrita, con unos personajes trazados con profundidad y que plantea además otros muchos temas de interés. Os recomiendo su lectura. Eso sí, yo empezaría por la primera si tenéis intención de leer ambas. Si no es así, se puede leer esta de forma independiente.
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Novela interesante, con una temática complicada. Está muy bien escrito. Vemos la segunda aventura del detective Roures. Es un personaje interesante y con proyección. Novela recomendable. Para pasar un rato agradable de lectura. Se hace ameno y mantiene muy bien la intriga.

Lucía Peña es una joven adolescente que pasa el verano en su casa de Mallorca junto a su madre, divorciada aficionada al vino blanco con hielo y su hermano, en mi opinión, unido sentimentalmente a su Play Station, perteneciente a una familia de buena posición social, venida a menos por el divorcio de sus padres, y que tras salir una noche de fiesta vuelve andando a su casa pero nunca llega hasta su hogar.
Dos años después de la investigación policial, peinando la zona por activa y por pasiva, todos los conocidos, familiares y personas de la isla son investigados sin tener noticias de Lucía, por lo que su madre, Amanda, desesperada y por consejo de alguien…, se cita con el detective Roures para que investigue la desaparición de su hija ¿qué le hace pensar que este hombre cuando ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional ha logrado ni una triste pista de la que tirar para dar con ella, con los medios de los que disponen y él sí?
Roures se desplaza hasta la isla para dar comienzo a una investigación nada fácil, donde entrará en contacto con los personajes de la isla, personajes secundarios de la novela que algunos resultaran muy, muy interesantes, como la jueza sustituta con la que Roures tiene que lidiar para no saltarse la ley debido a la delgada línea que separa la investigación policial de una investigación privada, Sandra abogada y madre de uno de los amigos de Lucía, el padre de Lucía Javier Peña, la novia de éste, Maribel, todo un personaje, el padrino de Lucía el doctor Perelló y su mujer Amparo, los amigos skaters de Lucía, todos sospechosos de su desaparición.
La novela está narrada en dos hilos temporales, el presente y el pasado relatando los días anteriores a la desaparición de Lucía y posteriores a la desaparición de Lucía, de esta manera conocemos como el matrimonio de los padres de Lucía se rompió, como era la vida con su madre y hermano o con su padre y su novia. Esto hace que la novela resulte muy entretenida, fácil de leer y adictiva.
Lo mejor de esta novela además de la trama, es el trasfondo que encierra, la maternidad, la paternidad, las adopciones, las fecundaciones in vitro, la gestación subrogada ¿vale todo con tal de ser padres?
Muy recomendable.

Desde el primer capítulo causa escalofríos ya que empezamos con un primer capítulo desde el punto de la desaparecida, como va sola por el camino de noche, como envía un whatssapp, como pasa algún que otro coche por su lado,...un discurso que a las mujeres por desgracia no se nos hace desconocido y que a todos nos recuerda a varios casos de desapariciones.

Después durante todo el libro seguiremos al detective Roures en ver cómo se desarrolla el caso un año o dos después, lo que nos evita ya entrevistas y partes de relleno que suele tener una novela policial, que eso no quiere decir que no tenga entrevistas. Pero empieza a investigar un caso ya investigado por otros donde ha alcanzado también incluso la televisión con entrevistas a gente que solo quiere conseguir dinero.

Está llena de datos anecdóticos sobre música, España de los años 80, el famoseo actual,...Hay un primer libro sobre el detective Roures pero se puede leer de manera independiente ya que no he sentido que me faltara otro libro para enterarme de cosas en éste, eso sí, salen detalles y personajes del segundo y que puedes encontrarte con spoilers.

Finalmente, a parte del escalofrío del primer capítulo, la autora nos plantea ciertas cuestiones sobre la maternidad, sobre el hecho de ser padres, etc... son cuestiones referente a estos temas que se plantea en toda la novela y que nos hace reflexionar. No hay una respuesta final sobre éste tema y no nos lo intenta dar porque no es el trabajo de éste libro. Pero sí nos da las cuestiones y las herramientas para que después de acabar el libro, sigamos pensando en ello.


Fuera de la reseña, yo por mi trabajo me he encontrado varias veces a madres en situaciones concretas y el libro me ha hecho sentirme comprendida, a parte de otras cuestiones y que a día de hoy sigo dándole vueltas.

Conclusión

Es un libro muy entretenido, se lee rápido y te atrapa y cuando lo sueltas no vuelves a ser la misma, o sí pero el libro te seguirá en los pensamientos durante un tiempo.
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Me gusta mucho de Marta Robles su manera de narrar, las referencias que introduce, el vocabulario y sobre todo que nos haga plantearnos cosas tan importantes como qué somos capaces de hacer por tener un hijo o si tener hijos es un acto egoísta o generoso. al principio pensé que iba a contarme un caso real de los que salían en la tele, pero según fui avanzando en el libro me llevó a un sitio que no me esperaba. Es muy recomendable.