Los puentes de Madison County

-𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐔𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐃𝐈𝐒𝐎𝐍 𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐘-
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'Solo tengo una cosa que decir, una sola; nunca volveré a decírsela a nadie, y te pido que la recuerdes: en un universo de ambigüedades, esta certeza llega una sola vez, y nunca más, no importa cuantas vidas le toque a uno vivir'.
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Esta es una de esas historias, que temes que al leerla, la sombra de su adaptación sea demasiado alargada por su grandeza. En mi caso no ha sido así, y he disfrutado tanto de su lectura, que se lleva cinco estrellas, como cinco soles.
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Se me eriza la piel al escribir esta reseña, y se me llenan los ojos de lágrimas al recordar esos cuatro días, cuatro únicos días que bastaron, para que Francesca y Robert, en un cruce de destinos inesperado, construyeran su amor, un amor único y fugaz, pero que duraría toda una eternidad.
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Algo que me encanta de esta historia, son sus protagonistas; maduros, apasionados, y diferentes al salirse de las típicas parejas de las historias de amor. Pero es que además en su trasfondo, la historia es mucho más, ya que nos transmite una sutil reflexión sobre la pasión repentina, los sueños rotos, y los sacrificios que a veces tenemos que hacer en la vida.
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Robert y Francesca, Francesca y Robert, formáis ya parte de mi, y volveré a vosotros, y a vuestro puente Roseman, siempre que tenga que hacer el esfuerzo de renunciar a algo en la vida, y que quiera recordar un amor puro y real, porque tengo la certeza, de que vuestra historia, sólo sucede una vez en la vida.

Para empezar, diré que la edición tapa dura de la editorial Navona es estupenda. de calidad, buena traducción y letra cómoda de leer. La narrativa es muy ágil, no llega a las 200 páginas, por lo que es una novela que se lee del tirón. Un clásico, al igual que la película, imprescindible.
Hace años que vi la película, pero ha sido ahora, tarde, muy tarde, cuando he leído la novela y hay que decir que la película ha respetado mucho la historia, la escena y, especialmente, los personajes. Apenas hay cambios salvo lo real que parece en el libro, te da la impresión de que está inspirado en un caso real debido al prólogo firmado por el autor, aunque no es algo que se sepa a ciencia cierta.
El capítulo final, del que prescinden en la película es el que más me ha emocionado, más que la historia en sí, con cartas incluidas, sobre un amor apasionante que duró solo cuatro días y el resto de las vidas del fotógrafo y Francesca.

El árbol del tiempo se alimenta de la savia del amor. Continuamente van cayendo de él las hojas del calendario, que nunca dejan de desprenderse, posándose sobre el suelo de la memoria para que no olvidemos los momentos y las personas más importantes de nuestras vidas. Por debajo de ese suelo está el corazón, que bombea esa savia para nutrir el tiempo fugaz y para que esas hojas, que inevitablemente caerán, tengan sentido.

Cuántas hojas cayeron después de aquellos 4 días. Y nada de lo que ocurrió se les olvidó nunca a Francesca y Robert. Solo 4 días sirvieron para que naciera un amor que alimentaría el resto de sus vidas. Quién se lo iba a decir a él cuando llegó al Condado de Madison para fotografiar los puentes cubiertos de la zona. Quién se lo iba a decir a ella, sola, liberada de su marido e hijos que han acudido durante unos días a una feria, cuando salió a orientarle a él, que no encontraba el Roseman Bridge.

4 días. Tiempo suficiente para sentir que en la otra persona se refugia el amor de tu vida, agazapado durante décadas, esperando el momento, el segundo exacto, para manifestarse. Esa certeza, esa bendita certeza. Recorrer un largo camino para llegar al destino final de tu corazón. Y es cuando cada derrota queda compensada. Pero 4 días son una gota minúscula en el mar de la vida y, sin embargo, esa gota es capaz de crecer y llenar el corazón con la inmensidad del océano, incluso cuando ya todo está a punto de convertirse en ceniza.

Francesca, Robert: me habéis hecho revivir en papel esa historia que tanto me gustó ver en pantalla. Me ha encantado conocerte más que en la película, Robert, saber de dónde venías y qué fue de ti al marcharte de Madison County. Vivís en una novela preciosa e inolvidable, que respira amor en cada página y pasáis a vivir en el corazón de quien lee vuestro amor. Estáis aquí, conmigo. Estáis allí, delante de Cedar Bridge y caminando por debajo de su techo de madera. Estáis en ese árbol del tiempo, en cada hoja que cae, en cada brote nuevo que nace.
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