Julia

Jewel es una joven huérfana que a duras penas sobrevive en las calles londinenses a base de robar a hombres ricos a los que se les pasa la mano con el alcohol. Ella, junto a una banda de malechores a la que pertenece, les asaltan y les roban todo lo que pueden aprovechándose del estado de embriaguez.

Una de las noches se disponen a robar a un caballero, pero en el intento descubren que está muy malherido. Sus compañeros ponen pies en polvorosa ante el miedo de que la policía les descubra y les culpen a ellos. Sin embargo, Julia es incapaz de dejarle allí tirado sabiendo que si no le ayuda morirá. A pesar de sus esfuerzos, la muerte del hombre es inevitable y él, gracias a los pocos momentos de lucidez que le sobrevienen, decide recompensar a la muchacha su generosidad y preocupación: le propone casarse con él para que ella pueda heredar su fortuna. de esa manera no solo ayuda a la muchacha, sino que también impide a su familia, con la que no tiene buena relación, que ellos hagan cuenta de esa fortuna de la que opina que no son merecedores.

Julia al principio tiene serias dudas, pero termina convenciéndose de que es una buena oportunidad para abandonar su vida en la calle y empezar de nuevo. Con los papeles que comprueban la legalidad de su matrimonio se presenta en la casa familiar de los Moorland, dispuesta a reclamar la fortuna que le pertenece. Allí conoce a Sebastian, actual conde de Moorland, quien no da crédito de que su primo se haya casado con una mujer de la calle llena de suciedad y vestida con harapos. Lógicamente no está dispuesto a permitir que esa mujer herede la fortuna familiar, pero cuando su madre descubre la situación y pone el grito en el cielo a Sebastian se le ocurre una idea para fastidiar a su madre, una mujer que no le quiere: Julia no solo se quedará en la mansión muy a su pesar, sino que como condición de heredar el título y la fortuna que le legó su primo, se convertirá en una dama. Solo si lo consigue logrará cambiar su condición económica y social y abandonar las calles definitivamente para tener un hogar seguro.

Así, con la ayuda de una institutriz, Julia poco a poco (y no sin muchas dificultades debido a su carácter obstinado y cabezota) aprenderá a comportarse y refinará su carácter, demostrando que no tiene nada que envidiar a las jóvenes que disponen de su condición de dama desde la cuna. Su valentía, obstinación y su belleza calarán hondo en Sebastian y de forma paulatina esa reticencia inicial que siente hacia ella va desapareciendo. La convivencia hace que entre ellos surja una amistad que se va transformando y desarrollando a fuego lento, aunque bien es cierto que Julia se siente atraída por él desde el principio y Sebastian se siente fascinado por el coraje que ella muestra siempre. No obstante, deberán hacer frente a multitud de obstáculos y malentendidos que amenazan con separarlos para siempre.

Me apetecía releer esta novela que leí por primera vez hace bastantes años y que recordaba que me encantó. Años después esta novela me ha vuelto a fascinar. Los personajes transmiten muchísima química y están muy bien perfilados. Julia es obstinada y cabezona, pero también muy perspicaz, valiente y no se deja amedrentar por nadie. Sebastian parece frío e impenetrable, pero su carácter es una coraza que él se ha creado para sobrellevar la difícil situación en la que se encuentra: su mujer falleció años atrás, todo el mundo le culpa a él y además, su hija Chloe, quien no articula palabra desde la muerte de su madre, siente terror cuando le ve, por lo que no le queda más remedio que evitarla en todo momento. No hay ninguna relación entre ellos. Asimismo, la relación de tiras y aflojas entre los protagonistas dan mucho ritmo a la historia que, no solo cuenta con romance, también sobrevuela en todo momento el misterio de lo que sucedió con la esposa fallecida de Sebastian y qué motivo provocó que la niña sienta ese pánico hacia la presencia de su padre.

En resumen, es una historia muy entretenida, llena de romance y misterio, con unos personajes bien perfilados y una gran química entre ellos que hace las delicias de los lectores.

Retomo la romántica histórica que la tengo un poco abandonada y no leo tanto de ella como me gustaría.

Jewel Combs es una joven huérfana de dieciséis años que hace lo que sea necesario para sobrevivir. Vive en las calles rodeada de maleantes y desde niña ha sido educada en las mejores artes del afanamiento, lo que hace de ella una magnifica ladronzuela. Sabe que no le queda mucho tiempo y que con el tiempo se verá abocada a la prostitución.

Durante uno de sus trabajos se verá actuando como señuelo para atraer hombres incautos hacía un callejón donde sus compinches procederán a robarles todo lo que lleven encima. Pero las cosas no saldrán como esperan y el joven borracho al que acaba de abordar acabará herido. Jewel no quería que lo hirieran y se siente responsable, por lo que huyendo de sus compinches se hará cargo de el joven. A pesar de sus cuidados las heridas del muchacho son graves, por lo que morirá, no sin antes hacer efectiva su última voluntad, fastidiar a su familia y a la vez recompensar a Jewel casándose con ella, para que como su esposa, pueda heredar la fortuna que él heredaría al cumplir los veinticinco años. al presentarse ante la familia de su difunto marido para reclamar su herencia se verá atrapada en algo que no esperaba.

Sebastian conde de Moorland, es el primo del difunto marido de Jewel, cuando ve a la joven harapienta en su casa no puede creer que lo que le está contando sea cierto y que esa joven sea la viuda de su primo. A pesar de no estar del todo convencido de lo que la joven le cuenta y que su primer impulso sea echarla a la calle, al ver lo mucho que disgusta a su madre la presencia de la muchacha, la tomará bajo su tutela y se encargará de hacer de ella toda una dama.

Jewel se verá trasladada al campo donde recibirá la educación necesaria para transformarla en un miembro adecuado del lugar que ahora ocupa en la sociedad, para convertir a Jewel Combs en Julia Stratham.

La vida en el campo para Jewel no será tan fácil como ella cree, porque el transformarse en una dama no va a ser tarea fácil, y también deberá luchar con el miedo de perderse a sí misma durante el proceso, y para colmo una sospecha de asesinato y un fantasma que anuncia la muerte rodean la vida en White Friars.

Sebastian es el conde de Moorland, aunque ese puesto no era para él, sino para su fallecido hermano, el consentido de su madre, con la cual tiene una relación bastante fría y tensa. Viudo, y con una niña pequeña, es una persona bastante fría y resentida con la sociedad. Lo que explica levemente su carácter y su frialdad para los que lo rodean en especial con Julia. El trauma de la hijita de Sebastian me ha parecido un poquito cogido por los pelos, pero bueno, es una niña muy pequeña y nunca se sabe como pueden reaccionar los niños ante ciertas situaciones.

Es una historia con un punto a lo My Fair Lady donde un conde se impondrá la tarea de convertir a una golfilla de Whitechapel en toda una dama. Durante el proceso podremos ver como la forma de verse el uno al otro va cambiando poco a poco, hasta a llegar a ser algo más. La pareja tiene una gran química, y eso se verá reflejado en la historia. Una histórica de romántica clásica, que si bien no es demasiado original cumple su misión, entretiene y, aunque tampoco es de lo mejor que leído, no está mal.
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