Matilda

Matilda es una niña muy especial. Antes de cumplir cinco años ya había leído muchísimos libros y no solo infantiles, sino también para adultos. Además, es una niña muy inteligente y con muchos conocimientos. Pero, sus padres, en lugar de ver la suerte que tienen con ella, solo la ven como un estorbo y una niña inútil. En realidad, el problema está en que saben lo inteligente que es y sienten envidia, porque ellos son mediocres y repugnantes, y la única forma de desquitarse es tratarla mal o simplemente ignorarla. Matilda ante esto se siente frustrada y triste pues le gustaría que sus padres la tratasen con cariño, pero a su vez, cada vez que sus padres la tratan mal, se las ingenia para vengarse de ellos, sin que se enteren de que lo ha hecho ella.

Cuando comienza a ir a clase, la señorita Honey se dará cuenta de su potencial y se convertirá en una especie de aliada/amiga de Matilda y la ayudará a estudiar cosas más adecuadas para su inteligencia. Pero en el colegio no todo será bueno, y es que la directora, la señorita Trunchbull, es un auténtico tormento que se dedica a hacer la vida imposible a los niños.

Desde la primera página conectas con Matilda. Ves todo lo que le pasa y no puedes evitar sufrir. Y es que Matilda es tan dulce y tierna que no se merece vivir así. Con cada ocurrencia suya es imposible no sonreír e incluso reírse, tan solo de imaginar el resultado. La historia en si es muy entretenida, y tiene su puntito mágico y te atrapa desde el comienzo.

Es un libro corto que además tiene muchas ilustraciones, por lo que se lee muy rápido. Además es una lectura bastante adictiva lo que hace que en un par de horas lo hayas leído perfectamente.

Una vez que Matilda va ya a la escuela, el libro nos cuenta las cosas que va viendo y sufriendo, es decir, las cosas que la señorita Trunchbull va haciendo a otros pobre niños o la misma Matilda. Esto es una forma de mostrarnos como es la Trunchbull, de mostrarnos la maldad que tiene. En contraposición, veremos también, aunque bastante menos, lo dulce, tierna y buena que es la señorita Honey, la cual trata con cariño y amor a sus alumnos.

Los personajes me gustan mucho. Todos tienen una marcada personalidad, por lo que están muy definidos y o te gustan o no los soportas, pero te quedan claro cuáles son sus características.

La historia es rápida, pero en ningún momento se hace precipitada. Tiene un buen ritmo, haciendo que la historia tenga mucho dinamismo y no se haga pesada ni aburrida de leer nunca.

El final me gusta mucho, vemos como poco a poco las cosas se solucionan y acaban bien. Si las cosas hubieran terminado de otra forma, creo que el libro habría perdido muchos puntos. El final es pues muy acertado e incluso tiene su parte cómica.

La forma de narrar del autor me ha gustado mucho, haciendo que la historia no sea solo infantil, sino que se pueda leer con cualquier edad. Su pluma también nos introduce fácilmente en la historia y hace que conectemos con los personajes con rapidez.