La maravillosa medicina de Jorge

Roald Dahl es uno de esos autores “de la infancia”, al menos de la mía; aún hoy me gusta releer –e incluso descubrir- alguno.

En esta ocasión, tenemos a Jorge, un niño que vive con su familia en una granja cuidando de los animales… y de su abuela.
Él no la soporta, de hecho es una señora insoportable que no lo trata precisamente bien; lo peor viene cuando debe quedarse solo con ella, pendiente de darle su medicina cuando debe y la señora no hace más que mandarle y darle órdenes super extrañas.
Así que se le ocurre inventarse él mismo la medicina de la abuela.

Aquí es cuando el libro se convierte en una sucesión de ingredientes de lo más variopinto, pasando por champú, detergente, desodorante, insecticida, comida (¡sorpresa!), alpiste, pintauñas…
Debo decir (y aquí sale mi vena un poco petarda, pues ya sé que es un libro de fantasía, etc), que no sé hasta qué punto puede resultar educativo esto un crío; me dio por pensar en las hostias que me daba en su día imitando a los Bicivoladores y lo dicho.
La primera parte del libro es básicamente odio hacia la abuela –cojonera, mucho- e ingredientes al tun tun en una olla enorme. Eso sí, para sorpresa de Jorge, la mujer la toma y comienza a crecer y crecer sin parar. Temiendo queda al pensar en qué pasará cuando vuelvan sus padres.

El autor siempre me ha gustado mucho, pero creo que es el único libro suyo que he leído que no tiene pies ni cabeza; sí, hay un hilo argumental y una historia que va avanzando, pero poco más.
Igualmente, resulta entretenido y se lee en un ratito.

Y lo mejor sin duda: las geniales ilustraciones, con ese inconfundible estilo de Quentin Blake que siempre hace evocar ese regustillo a infancia.

Me ha resultado una lectura muy divertida y ocurrente.

En este libro se cuenta cómo Jorge, un niño de 8 años que vive en una granja con sus padres y su abuela, crea una medicina utilizando ingredientes de lo más variopintos y logrando resultados realmente disparatados. Además, Jorge no se limita a hacer una vez la medicina, sino que, dados los resultados, intenta rehacerla hasta en cuatro ocasiones, logrando cada vez unos efectos diferentes en los animales y personas que las prueban.

El único motivo que me ha hecho no ponerle 5 estrellas es la forma en la que tratan a la abuela, aunque es cierto que ella no es precisamente un encanto de persona.

Creo que es una buena lectura para alumnos de entre 8 y 10 años, pues el lenguaje es muy sencillo, aparecen muchas repeticiones y resulta muy divertido.

Es una novela infantil bastante corta y sencilla. Creo que de las que he leído, que yo recuerde, podríamos decir que es la más infantil, aunque tiene algunos elementos un poco perturbadores para los niños.

Jorge vive con sus padres y su abuela, una horrible persona que aprovecha la ausencia de sus padres para tratarlo mal. Cada día, mientras sus padres están fuera, Jorge tiene que administrarle a su abuela una medicina. Así que un día decide crear él mismo una medicina para suavizar el carácter de la abuela o, al menos, darle una lección...

La historia me pareció más divertida al leerla de pequeña, ahora me ha resultado un poco cruel. Este libro no es de mis preferidos de Roald Dahl, pero aún así tiene su gracia e incluso puede darnos algo de reflexión.

Me gusta cómo Roald Dahl hace un guiño a una de sus grandes obras, Las brujas. de hecho, la historia en sí parece un guiño a Alicia en el país de las maravillas.

En esta ocasión, en la traducción, sí han intentado conservar los juegos de palabras de los apellidos de los personajes. de esta manera, George Kranky se convierte en Jorge Locatis.

Mención especial para el final, de lo más surrealista...

Jorge vive en una gran casa de campo rodeado de animales. Con él viven sus padres y su horrible abuela. Esta aprovecha para maltratar a Jorge siempre que sus padres no pueden verlo. Un tarde, después de que su abuela lo asuste terriblemente, se dedica a atosigarle para que no olvide darle su medicina. Jorge decide crear una medicina especial para su abuela. Una que no olvide y que le sirva de escarmiento.

Leer a Roald Dahl siempre es una delicia y una experiencia divertida. Algunos libros me gustan más que otros, y a veces, como en el caso de "La maravillosa medicina de Jorge" se me hacen demasiado cortos. Me encanta queD ahl siempre tenga una moraleja en sus historias y estas son igual de disfrutables con 9 y 99 años. Y eso es una maravilla.

Jorge es un niño que definitivamente me estresó mucho, digo el tener una abuela como la de él sí ha de ser feito, pero... no se midió a la hora de hacer su medicina, de verdad que lo único que pensaba mientras él hacía esta medicina era "Dios, cuando lleguen sus papás lo van a regañar horrible y de paso va a matar a su abuela con tanta cosa".

Pero a pesar del estrés que me generó esta historia (que fue mucho) me resultó un libro bastante entretenido, aunque debo confesar que no es de mis favoritos o de lo mejor que he leído a pesar de que Roald Dahl es uno de los grandes.

Sólo espero que los niños no se tomen tan en serio esto de hacer "maravillosas medicinas" para sus familiares malhumorados o con tendencias a ser bruj@s.