¡Qué maravilla de hombre es Roald Dahl! No hay otro igual con esa capacidad de crear historias y personajes tan entrañables. Personjes que te tocan el corazón en las poquísimas páginas que suelen durar sus libros. Incluso adoras a los personajes malos, ya que son terriblemente divertidos. James y el melocotón gigante ha sido un de los libros más tiernos que he leído. Y además tiene una gran moraleja, no juzgar por la apariencia. Cinco estrellas merecidísimas.
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