Nunca renuncies a nada de lo que hayas hecho en el pasado, porque ese también eres tú, y eso, de alguna manera, habrá influido en quién eres ahora
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Nunca renuncies a nada de lo que hayas hecho en el pasado, porque ese también eres tú, y eso, de alguna manera, habrá influido en quién eres ahora
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—Nunca renuncies a nada de lo que hayas hecho en el pasado, ¿me oyes? Porque ese también eres tú, y eso, de alguna manera, habrá influido en quién eres ahora.
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Al final se trata de equilibrio y saber complementarse: todo cobra una nueva dimensión cuando se juntan la perversión moral y el ansia de ser visto.
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El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado
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Nunca renuncies a nada de lo que hayas hecho en el pasado, porque ese también eres tú, y eso, de alguna manera, habrá influido en quien eres ahora.
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Estaba realmente susceptible, tanto como cuando acababa de ver una película de terror y tenía el miedo metido en el cuerpo. Le latía el corazón a mil por hora. |
No eran más que niñas que soñaban con ser vistas. Jamás se imaginarían que ellas mismas acabarían siendo el producto anunciado
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Yo creo que esa ha sido la clave de su éxito. Es como un ave de presa, frío y rápido. No se le escapa ni una. Pero, a la vez, es alguien sensato, «normal» dentro de sus estridencias, que conecta con la gente y con el que se puede trabajar bien. |
Ese dolor le acompañaría toda la vida y, aunque con el tiempo pareciera quedarse en el olvido, cuando menos se lo esperara volvería con la misma intensidad que en ese preciso momento. Porque la ausencia de un ser querido y el no haber podido despedirte de él es lo peor que le puede pasar a una persona. |
Siempre he pensado que la publicidad y el marketing se basan en la observación de que un sujeto es en realidad dos: el que es y el que le gustaría ser
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La edad de la inocencia