Lo que callan los muertos

Una de las últimas novedades de la editorial Maeva nos lleva de viaje hasta Oviedo. Allí conoceremos a Gracia San Sebastián, una mujer de éxito que tras vivir una trágica pérdida decidió abandonar Nueva York para instalarse, junto a su marido Jorge, en su ciudad natal.
Ahora Gracia se dedica a investigar fraudes a la seguridad social.

El último caso que le ha tocado seguir es el cobro de pensión por un señor de ciento doce años, cosa que despierta todas las alarmas.
Al mismo tiempo que Gracia comienza a hacer sus averiguaciones ocurre otro suceso, en el bloque de apartamentos en el que vive su madre ha ocurrido una desgracia: Sofía, más conocida como “la impugnada” se ha tirado desde un sexto piso. Aunque para todos es un suicidio Gracia comienza a sospechar que hay algo raro detrás.

Lo que callan los muertos es la primera novela de una serie protagonizada por Gracia San Sebastián. Para ser un primer contacto con la autora, y su primera incursión como escritora no ha estado mal.
El personaje de Gracia me ha gustado mucho, es una mujer luchadora y decidida, con una carrera exitosa y un matrimonio aparentemente feliz y estable. Pero algo ocurrió que hizo que su mundo se tambaleara, que su matrimonio esté fracturado y aguantando sobre unos pilares poco sólidos. Es por ello que Gracia se involucra tantísimo en su trabajo.

A lo largo de la historia se conoce cuál es la tragedia por la que ha pasado la pareja, pero a mi particularmente me ha faltado más. No sé si en próximas entregas la autora se animará a adentrarse más en ese mundo, pero en este libro lo toca de un modo un tanto superficial y eso no ha terminado de gustarme. Así como algunos problemas entre la pareja que se hablan de forma bastante superficial y no se terminan de resolver.

En cuanto a las dos investigaciones paralelas que va siguiendo Gracia lo cierto es que son bastante interesantes. Y más cuando descubre que pueden están conectadas.
A parte de todo esto y como personaje con bastante peso conoceremos a la madre de Gracia, una señora con mucho desparpajo y ganas de ayudar.

En general Lo que callan los muertos ha sido una lectura para pasar un buen rato. Una historia sencilla, sin demasiada intriga ni giros inesperados. En cierto sentido me ha resultado un poco plana y diría que la autora se va un poco por las ramas con datos o situaciones que aportan poco a la historia.
A pesar de ello su lectura no me duró demasiado y me dejó un buen sabor de boca así que seguramente probaré con la continuación de la serie cuando se publique.

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Gracia se dedica a investigar fraudes a la seguridad social en Oviedo, su ciudad natal, tras haber estado viviendo unos años en Nueva York. Mientras está inmersa en una investigación, una vecina de su madre se suicida y este hecho hará que Gracia quiera saber más de ese suicidio.
Tengo que decir que me ha gustado mucho la manera de escribir de la autora, el personaje de la madre es maravilloso y la trama es original ya que no se trata de una investigación al uso de policías o detectives.
Por otro lado hay tramas que a mí parecer sobran, no se si porque en posteriores libros adquieren peso y aquí las presentan, aún así esas tramas a mí no me han molestado.
Lo que sí me ha llamado la atención es un error garrafal que venía en la edición del libro, en cuanto a un dato histórico de nuestro país que me ha dejado un regusto un poco amargo.
Aún así os recomiendo la lectura si queréis pasar un rato agradable.

Muy buen libro. Mantiene la atención y la intriga hasta el final. Está escrito con un gran gusto y delicadeza. Los personajes están muy bien cuidados. Recomendable totalmente esta aventura para quien quiera pasar un rato agradable de lectura. Se lee rápido.

La nota de este libro baila mucho entre 2-3 *. La premisa de la investigadora me ha gustado mucho, por la novedad que presenta, y con personajes secundarios "raros" para una novela de misterio, como monjas y curas, pero la novela en sí no me ha acabado de convencer, se me ha hecho lenta y, en algún momento, pesada.

Octava lectura de confinamiento he apostado por la primera novela de una escritora española @analenarivera "Lo que callan los muertos". La novela recibió el Premio Torrente Ballester y la autora me firmó mi ejemplar en la pasada Feria del Libro de Madrid.
Es una historia protagonizada por la investigadora de fraudes Gracia San Sebastián y que se ambienta en Oviedo. Es una novela negra con su muerto de rigor y una historia enrevesada que fluye por todo el libro.

Pros: novela de misterio que se deja leer y que sirve de guía de Oviedo en la actualidad. Gracia ha venido para quedarse, pues su historia queda sin explicar en el libro, habrá otras historias con ella de protagonista, seguro.

Contras: llega un momento en que te colocas por delante en la investigación y los últimos pasos se hacen tediosos. Para mi gusto los capítulos son demasiado largos, yo podría más pero más cortos, para que la historia fluya más.
Valoración: 3'5/5 la historia me gusta pero interviene demasiada gente, le roba protagonismo y profesionalidad a Gracia. Por otro lado, la persona que corrigió el libro debería ser despedida, hay errores ortotipográficos que una editorial como @edicionesmaeva no debería permitir.

Sinopsis: Gracia San Sebastián ha renunciado a una exitosa carrera laboral en Nueva York y ha regresado junto a su marido Jorge a su Oviedo natal para ejercer de investigadora de fraudes a la Seguridad Social. Su nuevo caso está relacionada con el cobro de la pensión de un militar franquista que sobrepasa los ciento doce años, cifra a todas luces sospechosa. Mientras su vida personal avanza por sendas imprevistas, Gracia se encontrará con ramificaciones del caso que la llevarán a investigar el suicidio de una vecina de su madre. de vez en cuando pide consejo a una buena amiga de la familia, la monja dominica sor Florencia.

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Una de las peores cosas que le puede pasar a un libro que caiga en mis manos es venir recomendado, porque ahí se me va el santo al cielo y la verdad es que casi nunca llega al listón que me dibujo en la mente… eso le pasó a Lo que callan los muertos, pero voy a tratar de pasar por alto esos prejuicios.
Me encantan los personajes, su psicología y esa forma tan desenfada con que se relacionan, pero me pareció bastante confuso, hasta tuve que coger un papel y un boli y apuntar los personajes y empezar a trazar flechas para relacionarlos. Todo el tiempo tuve la impresión de una narración un poco caótica y algunos pasajes sin orden ni concierto, aparentemente desconectados entre sí, pero poco a poco Ana Lena Rivera nos lleva de la mano por la calles de Oviedo hacia la solución de los conflictos. A pesar de esa narración en primera persona, Gracia no nos cuenta mucho, tenemos que adivinar los conflictos, una palabra por aquí, un silencio por allá y muchos giros sorprendentes.
Cada personaje tiene su mundo interior, sus secretos, sus miedos y sus propios problemas.
La trama también tiene su aporte de originalidad, como se hilvanan las historias a través del tiempo, como Gracia siempre encuentra la manera de llegar a la verdad por caminos que la ley no puede usar y el afán de justicia que los mueve.
No me gusta mucho que se habla del trauma sufrido por Gracia y Jorge, como una cadena que se arrastra y ese conflicto no tiene solución, el final es bastante abierto, con algunos cabos sueltos… no en el caso que están investigando, sino de la vida de los protagonistas.
Interesante también el tour por Oviedo que nos presenta la autora, un paseo por sus lugares de interés, su gastronomía y sus costumbres.
Es una historia entretenida, con mucho suspenso, con respuestas que llegan a cuenta gotas, con personajes divertidos, humanos y locos; con situaciones tan cotidianas que es fácil crear empatía con sus protagonistas. Estoy deseando saber más de este conjunto variopinto de personajes.

Hoy os recomiendo una de detectives. "Qué raro en ti" - os diréis - "Si tú eres de fantasía, ficción clásica e historia". Y llevaréis razón. Nunca ha sido mi tipo de lectura, salvando las novelitas de Agatha Christie que devoraba a los quince años, en aquel formato chiquitito y tan cómodo de llevar en el bolso, que me hizo adorar a los Beresford, a la archibritánica Miss Marple y un poco menos a Poirot. Pero debo reconocer que Gracia San Sebastian, la peculiar detective de Ana Lena Rivera, me ha sorprendido muy gratamente y estoy más que dispuesta a seguirla en sus aventuras.

Por la iniciativa #Quierosertuescritorinvisible de Twitter que ya os conté en otro post, el libro ¡en papel y dedicado por la autora! fué el regalo que recibí. Solo por eso, y por ser en papel (hace literalmente años que únicamente leía en readers y tablets, y había olvidado el placer de tener un libro entre las manos) y aunque etiquetado como "novela negra", que siempre me ha dado a priori algo de repelús, debía respetarlo y darle la oportunidad de que me gustara. Bendita la hora. Señora Ana Lena Rivera, de ahora en adelante adjudíquese usted el mérito de hacer que una lectora deje de ser prejuiciosa con este género.

Como siempre, empezamos por la sinopsis de la contraportada:


Gracia San Sebastián ha renunciado a una exitosa carrera laboral en Nueva York y ha regresado junto a su marido Jorge a su Oviedo natal para ejercer de investigadora de fraudes a la Seguridad Social. Su nuevo caso está relacionada con el cobro de la pensión de un militar franquista que sobrepasa los ciento doce años, cifra a todas luces sospechosa.
Mientras su vida personal avanza por sendas imprevistas, Gracia se encontrará con ramificaciones del caso que la llevarán a investigar el suicidio de una vecina de su madre. de vez en cuando pide consejo a una buena amiga de la familia, la monja dominica sor Florencia.
Es una novela de mujeres de armas tomar, que las hemos llamado así toda la vida de Dios hasta que ha salido la moda de llamarlas "emponderadas" (lo que a mí por alguna extraña razón me suena a gallinas ponedoras. Odio el término. Afirmo emponderadamente) para todos los géneros. Lo maravilloso es su cotidianeidad y verosimilitud. No vais a encontrar personajes heroicos, de inteligencia superlativa, sino personas de carne y hueso, como vuestra vecina de arriba, la amiga cotilla del colegio y la íntima, la compañera de farras y penas, la señora de la pastelería... ni escenas de crímenes gore con suelos silueteados y cintas amarillas de Policía, no pasar. No. Todo es mucho más costumbrista, como Oviedo, el escenario provinciano y deliciosamente descrito por la autora, y sus gentes de a pié los protagonistas de esta obra.

Reconozco que tengo miedo de escribir mucho más para no destriparos el argumento, pero para poneros en situación: Gracia investiga algo tan habitual como una pensión cobrada por un anciano de 112 años... la cabal y severa vecina amiga de Angela, la Madre de todas las Madres (esa que lo mismo te prepara una comilona en un santiamén sin despeinarse como quien pone una tapa para el vermú, o sube en un quad en algún país exótico como quien pilla un taxi para ir a echar la partida con las amigas) salta por la ventana de la cocina con una nota de suicidio prendida a su falda con un imperdible, con instrucciones para que el portero tenga la deferencia de taparla bien no sea que la vean sus familiares despanzurrada... Gracia investiga estos hechos inconexos con la ayuda de su madre, su hermana Bárbara, su amiga Sarah, y una monja avispada y encantadora, Sor Florencia, conocedora de la historia vecinal (lo que llamaríamos cotilleos). Lo que ocurre a continuación y el sorprendente desenlace, tendréis que leerlo para conocerlo. Y vale la pena. Os garantizo muy buenos ratos.

La forma de escribir de Ana Lena es clara, directa, intimista y muy llana, no exenta de momentos poéticos(1) y palabras sabias (2), de esas con tanto sentido común, tan común, que lo olvidamos:

(1)
La lluvia fina caía torcida, como escrita por un niño pequeño. Los cristales del salón estaban salpicados de minúsculas gotas que los hacían parecer plástico de burbujas para embalar y el paisaje a través de ellos no invitaba a salir de casa. No había nadie caminando por la calle, solo algún conductor despistado que avanzaba con los parabrisas a máxima potencia. Las aceras rezumaban agua y los jóvenes árboles de la pequeña plaza de enfrente trataban de resistir el viento, que los hacía doblarse y recoger sus hojas como melenas empujadas por un ventilador. La niebla estaba tan baja que no permitía ver el cielo. Parecía humo blanco que se hubiera comido los pisos más altos de los edificios.

(2)
Y ¿sabes lo peor? Que aquí huele a viejo. Faltan niños y jóvenes. La vida está hecha para que convivan los niños con los viejos y los jóvenes con los adultos, para contarse cosas unos a otros y hacer un esfuerzo por comprenderse. Los más jóvenes tienen que explicarnos a los viejos todo lo nuevo que hay en el mundo y los viejos tenemos que contarles a los jóvenes las verdades que nunca cambian. ¿Aquí? ¿Todos viejos? Es muy triste. No es natural. (Pepe desde el asilo de ancianos)

Por último tengo unas recomendaciones:


Leer "Lo que callan los muertos" es mejor que una guía turística de Oviedo. Juro que lo he conocido más a fondo que cuando estuve allí.
Os recomiendo encarecidamente leer con el estómago lleno, o babearéis ante la mención de empanadas de lomo y pimientos, casadielles, setas y otras delicias que el libro menciona en cantidad tan abudante como las comidas de Doña Angela.
Que os aproveche.

Enlace: https://www.desdeelredondal...

Una entretenida novela de misterio, que se inicia con una aparentemente simple investigación por fraude a la Seguridad Social. Poco a poco la historia se va complicando, con un aparente suicidio y una trama de secretos familiares, que nos permite ir conociendo a los distintos protagonistas. Una novela bien escrita, repleta de interesantes personajes femeninos (aunque es cierto que te quedas con ganas de conocer más de algunos), con una historia que te atrapa desde el principio. ¡Deseando que llegue la segunda parte y poder seguir disfrutando de las investigaciones de Gracia!