La profecía oscura

Aviso: esta reseña contiene spoilers sobre el primer libro de la saga de Las pruebas de Apolo, una emocionante aventura en el que este dios griego es castigado por Zeus y convertido en mortal. Su misión será completar las diferentes profecías que los oráculos le asignan, intentado por el camino que tanto él como sus amigos sobrevivan.

Tras superar una serie de pruebas peligrosísimas (y, para qué engañarnos, bastante humillantes) en el Campamento Mestizo, se embarcará en un viaje a través de Estados Unidos para conseguir localizar todos los oráculos. Por suerte, todo lo que ha perdido en poderes lo ha ganado en amistades, así que no va a tener que arreglárselas solo.

En este libro comenzamos a ver una evolución del personaje de Apolo y empiezas a cogerle más cariño. Así, el dios se va volviendo más humano y se preocupa por otros, además de por sí mismo, realizando acciones bastante sorprendentes. Además, le acompañan algunos personajes ya conocidos, como Leo o Calipso, y eso hace que el libro gane puntos al cargar ellos con parte de la acción. Sin desmerecer a Apolo, sigue sin ser el protagonista perfecto, por lo que el apoyo de los secundarios se nota.
En esta segunda parte también se introducen otros personajes muy interesantes y vemos nuevas y diferentes problemáticas, tratando temas variados a través de las historias de unos personajes que te conquistan en las pocas páginas que ocupan. Además, se abre la puerta a nuevas mitologías que tal vez explore más adelante Riordan y deja con muchas ganas de saber más.

En definitiva, este libro se encuentra un poco más cerca de lo que vimos en la saga de Percy o Magnus y me ha gustado bastante más que el primero. Apolo se va convirtiendo en un buen personaje y no es tan repelente como en el primer libro, siendo capaz de sacarte alguna sonrisa. Veremos que le depara un final que deja con muchas ganas de coger el siguiente.

Irbis.