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Han (hemos) perdido a mucha gente recuperando el Libro de Ra descendiendo a las profundidades de la Duat. El fin del mundo se acerca, las ataduras de la serpiente se sueltan y los hermanos Kane luchan contrarreloj para evitar lo inevitable. En sus manos está el destino de la tierra. de ellos depende el desenlace. Desjardis ha muerto, Walt se está muriendo, Bes ha quedado en estado vegetal, no hay rastro de los dioses y su rey en vez de renacer como la esperanza para derrotar a Apofis, es un señor senil sacado de una residencia que se pasea de un lado a otro canturreando y babeando todo lo que pasa por delante de sus narices. Apofis gana fuerza cada día, viendo su venganza más próxima de lo que Carter y Sadie pueden soportar. Sarah Jacobi y su grupo de magos rebeldes les persiguen deseando su muerte y volviendo a sus aliados en su contra. Cada vez se encuentran más solos y el tiempo apremia. Con esta agobiante y deprimente premisa arranca la tercera y última parte de Las crónicas de Kane. Si pensábamos que su vida era complicada, aquí es mucho peor. A lo largo de su aventura lo han sacrificado todo y están pagando un precio muy alto por una lucha que se han visto obligados a aceptar. En esta tercera novela se resuelven progresivamente las dudas y misterios que se nos han ido presentando en la trilogía y nos deja con un buen sabor de boca (con todo lo bueno que nos puede dejar teniendo en cuenta que es el fin). La narración, la acción, la comicidad, son elementos que se unen para formar un complejo pero eficaz entramado que ya veníamos viendo en los libros anteriores y que se desenvuelve aquí incluso mejor. No me gusta terminar algo cuando me está gustando mucho y sin lugar a dudas, Las crónicas de Kane es de esas cosas que te dejan un hueco. En La sombra de la serpiente he experimentado un dolor por los personajes que ya me intuía en El trono de fuego. Esta dosis de drama le añade una capa de humanidad que provoca la empatía en el lector. En cuanto al elenco que compone la obra, no se aprecian personajes nuevos que podamos destacar (exceptuando a Setne), pero sí se produce un tratamiento más minucioso de algunos viejos amigos. Sin duda, como personaje fundamental en La sombra de la serpiente tenemos a Setne, un viejo y fantasmagórico mago que fue el escritor del libro que Sadie y Carter necesitan para capturar y derrotar a Apofis. La serpiente del caos se ha dedicaco a deambular para destruir todas las copias existentes, por lo que la única oportunidad de los hermanos es confiar en este excéntrico personaje no exento de polémica. A nuestro amigo le encontraran a punto de ser juzgado por Osiris (esto es, el padre de los Kane) debido a los crímenes cometidos en tiempos ancestrales. Aunque en su forma incorpórea no puede utilizar la magia, sigue causando estragos allá donde va, por lo que Osiris se muestra reticente a dejar a ese ser a cargo de sus hijos. ¿Podremos confiar en él o no? Sea como sea, esta figura es clave para la salvación del mundo, así que habrá que hacer de tripas corazón y dejarse de llevar por el instinto. Aunque no nos convenza. Por su parte, entre los viejos conocidos descubrimos más acerca de Anubis, no solo de su historia sino también de sus sentimientos. Esto me ha gustado especialmente ya que, como dije en mi reseña anterior, es mi chico favorito y me ha complacido que ese halo de misterio que siempre le acompaña se haya disuelto un poco. Se suelta más con Sadie y se le ve mucho más relajado a pesar de los impedimentos que tiene que sortear para estar a su lado. Además, su relación con Walt se ha estrechado y me resulta interesante ver a esos dos unidos. Por supuesto, hay un motivo de fondo que ya desvelaréis. La manera que ha tenido el autor de resolver este conflicto y triángulo amoroso ha sido predecible a la par que original. Creo que no podría haber tenido otro posible final ya que cualquier otra alternativa no habría sido igual de buena que esta y, desde luego, es la mejor opción para Sadie. Por otro lado, tenemos a Ra. El todopoderoso dios del sol ha resultado ser un abuelillo de geriátrico cuya ayuda no sirve de absolutamente nada. Después de lo que han tenido que pasar para "restaurarle", se encuentran con esto. También os comenté en la segunda reseña que me mordía la lengua con Ra porque no quería contaros mucho, pero ahora sí que puedo. Ha sido uno de mis personajes favoritos. Me ha encantado el contraste que ha ejercido Riordan sobre él, situándole en un polo opuesto de la mitología, degradando todo lo que representa este dios a la mínima expresión. Sus apariciones me han parecido muy divertidas, me ha hecho reír bastante y me resulta un viejete entrañable. Por supuesto, me he metido en la piel de los Kane y he podido sentir su desesperación al tener que tratar con él y al ver que habían luchado tanto para recibir esto a cambio. Pero no os preocupéis, no está todo perdido y el pobre Ra no ha dicho su última palabra. La zarigüeya aún tiene mucho que aportar. La batalla mágica que le da el colofón final es simplemente espectacular. Aunque quizá se me ha hecho demasiado corta. Para ser una lucha mágica que el lector está deseando desde el final de El trono de fuego y que se viene augurando durante toda la novela, se resuelve muy rápido a mi modo de ver. El despliegue que hace Riordan de la aventura previa es sin duda detallado e interesante, pero tengo la sensación de que el libro se precipita hacia el final. Quizá es el único "defecto" que le veo a esta trilogía en su conjunto. En definitiva, La sombra de la serpiente es la cumbre de Las crónicas de Kane y no se podía cerrar mejor. Me ha dado una pena terrible asumir que se ha acabado y que no podré volver a disfrutar de ellos (a menos que haga una relectura). Aunque se supone que este libro concluye esta etapa plagada de mitología egipcia, la pluma del autor (o los comentarios de Sadie) nos dan que pensar acerca de que no es el fin ni mucho menos. Que nunca terminará, que los dioses y los Kane siempre necesitarán proteger el mundo. Enlace: http://notodoesfantasia.blog.. |
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