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El final más que esperado de la primer saga del Campamento Mestizo Decir algo diferente a lo ya dicho a lo largo de los otros 4 libros es muy difícil, pues Riordan ha sabido conservar su estilo a lo largo de toda la saga. Por ende lo que piense sobre la saga no cambia nada en este punto. Esta vez los miembros del Campamento Mestizo se enfrentan al mayor peligro que pueda existir, algo tan grande que no pone en peligro su refugio de verano, sino también la existencia del Olimpo y la civilización occidental. La verdad no esperaba menos del libro, durante los otros 4 siempre se hizo mucho hincapié en la guerra entre dioses y titanes que estaba a punto de suceder y en todas las situaciones que esto conllevaría, finalmente creo que todo lo que pasaba entre las historias era con miras a esta guerra; algo bastante lógico la verdad. De ritmo rápido, con un par de sorpresas que intentan mostrar que la unión es algo importante dentro los avatares de la vida; el libro se centra justamente en lo que tiene que hacerlo: LA GRAN BATALLA. Algo que me ha gustado bastante, pues es muy frecuente de que en este punto las sagas tengan muchos cabos que deban ser atados, lo hagan de manera rápida y a veces si mucha lógica y que al final despachen la batalla —inevitable siempre— en 3 o 4 capítulos. Cosa que no sucede en este caso, pues la batalla siempre es el eje central de la historia y lo demás se va solucionando entorno a ella. Otra manera de recordar lo buen narrador que es el autor de batallas. En fin, era lo que esperaba ver en este último libro. Otra saga literaria que añado a mi lista de leídas. |
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