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Siempre es un place leer a Rick Riordan porque desde hace más de una década es uno de mis autores favoritos; no me cansaré de su estilo ni de su enorme imaginación para adaptar los mitos clásicos a nuestra época. No reseño sus libros por el mero hecho de que están por todas partes y todo el mundo sabe de qué van y mi opinión sería un granito de arena en un desierto, así que me limito a decir que me encanta sin perder mucho más tiempo. Apolo sigue muy en la línea de Percy y Magnus, pero con la evidente personalidad de un dios con la autoestima muy subidita que poco a poco le va bajando cuando empieza a ser consciente del lío en el que está metido. Es un giro de personalidad bastante diferente a lo que nos tiene acostumbrad@s Riordan (si omitimos a Sadie Kane, que me parece un poquito insoportable). Es un libro muy introductorio porque la mayor parte del tiempo estamos como el pobre Apolo sin saber muy bien qué ha hecho o qué ha pasado para ganarse el castigo de Zeus de convertirse en humano (sí, humano, ni semidiós ni mestizo ni nada: humano total). Y a la vez que nos reencontramos con viejos conocidos de las anteriores sagas (Percy Jackson, Nico di Angelo…) también se nos presentan varios personajes nuevos con el mismo gancho, además de poder volver al Campamento Mestizo, aunque sea en invierno esta vez. |
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