El lenguaje oculto de los libros

Hacía mucho tiempo que un libro no me atrapaba tanto como lo ha hecho El lenguaje oculto de los libros. Desde poco más allá del inicio ya estaba completamente enganchada a la historia que nos cuenta Alfonso del Río y, cuando quise darme cuenta, lo había devorado sin descanso.

Gabriel de la Sota es un reconocido escritor, empresario y profesor de la Universidad de Oxford de origen vizcaíno. En los últimos años de su vida, sus amigos C.S. Lewis y J. R. R. Tolkien son testigos de cómo su carácter y su fuerza han sido doblegados por un personaje misterioso que amenaza con desvelar su secreto mejor guardado y hacer daño a su familia. Gabriel decide entonces, sintiéndose gravemente amenazado y en peligro de muerte inminente, escribir la que será su última novela con aportaciones de sus distinguidos amigos y que será un compendio alegórico de todas aquellas virtudes que nos hacen más humanos... y más vulnerables.

"Escribir es lo único que aleja mis miedos y atempera mi ánimo marchito. La tinta de mi pluma es la única capaz de ahogarlos. Si no escribiera, quizá o podría sortear mis fantasmas. Pero si no tuviera fantasmas... quizá no podría escribir."
Alfonso del Río, El lenguaje oculto de los libros

Y con la muerte de Gabriel de la Sota, en circunstancias que no desvelaré porque os aconsejo muchísimo que las descubráis vosotros, parecía haber terminado la historia de este ilustre personaje. Pero treinta años después, a comienzos de los años sesenta, unos mensajes anónimos llegan a manos de la prensa y son publicados para asombro de todos. En esos mensajes se afirma que la fortuna de Gabriel de la Sota, que se consideraba perdida mucho antes de su muerte, en realidad se haya oculta y que la clave para encontrarla reside en esa última novela escrita por el autor; El señor del Mal.

El lenguaje de los libros arrancará su primera parte con la visita de Úrsula de la Sota, hija de Gabriel, a Mark Wallace. Ella quiere que este prestigioso abogado le ayude a resolver el misterio de la fortuna familiar y encuentre el origen y significado de las pistas que está publicando la prensa. Pero la relación entre cliente y abogado se verá complicada por las circunstancias que rodean un crimen que acontece al poco de esta visita y que coloca a Úrsula en el punto de mira de las autoridades. Mark se encontrará entonces solo, obligado por su moral y profesionalidad, en la ardua tarea de arrojar luz sobre el enigma planteado.

"Un sombrero diminuto y un velo de rejilla ocultan parcialmente su rostro. Para conseguir ocultar
su hermosura necesitaría mil sombreros como ese."
Alfonso del Río, El lenguaje oculto de los libros

A partir de este momento acompañamos a Mark en la investigación, entre Oxford y Bilbao, entrevistando a todos los conocidos y familiares del escritor que puede encontrar y tratando de averiguar de dónde llegan esas pistas que se están publicando de forma anónima y que muy pronto supondrán un grave peligro para quien las trate de seguir. Pues hay alguien empeñado en encontrar antes que nadie el rastro de la fortuna de Gabriel de la Sota y está dispuesto a hacer todo lo necesario para ello. Alguien que, casualmente, presenta las mismas características estéticas y de vestimenta que ese Señor del Mal que el escritor inmortalizó en su último texto.

Una narración en primera persona impecable y brillante por parte de Alfonso del Río nos arrastra a través de la historia de la mano de los propios protagonistas. Vivimos las últimas semanas de Gabriel y todos los detalles de los avances en la investigación de Mark desde una situación privilegiada, disfrutando de una novela en la que encontraréis pensamientos, ideas y comentarios de una genialidad notable.

Me han encantado todos los personajes, pero no puedo evitar hacer mención a lo bien perfilado que está el personaje de Mark y cómo atrapa su modo de pensar, ágil e incluso cínico a veces. Seguro que a él le gustaría que le describiera como "muy inglés".

No quiero hacer mención a más detalles de los necesarios porque es una novela con grandes sorpresas finales y os las estropearía. Quiero destacar, eso sí, que a cada inicio de capítulo encontraréis unas breves citas y en ocasiones pequeños diálogos que a mí me han gustado mucho y de los que habla el autor en su nota final, por lo que yo no estropearé el misterio hablando más de ellos.

"Es que la gente no escucha. Tan solo está atenta a que hagas una pausa en tu discurso para continuar con el suyo."
Alfonso del Río, El lenguaje oculto de los libros

Aunque no necesitan presentación, os habréis dado cuenta de que en esta historia aparecen J. R. R. Tolkien (creador de la Tierra Media) y C. S. Lewis (conocido por ser el autor de las Crónicas de Narnia, pero que también fue un brillante profesor y ensayista). Que no os asuste la presencia de estos dos personajes reales en la trama (hay alguno más, pero es mejor reservaros algunas sorpresas para la lectura), a mí me ha convencido su peso en la historia y tienen un papel fundamental en todo lo que ocurre.

No dejéis pasar esta novela si os atrapan las historias con misterio, personajes muy trabajados y además os apasionan los libros. Porque en esta novela hay muchas referencias literarias que harán las delicias de los apasionados por las letras.

Podéis leer un avance aquí.

Alfonso del Río se licenció en Derecho Económico por la Universidad de Deusto. Socio del bufete internacional Deloitte Legal y en 2017 ganó el prestigioso Forty Under Forty. Es colaborador como profesor en un posgrado y un máster en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de Deusto y columnista de Opinión en El Correo, donde publica semanalmente. La ciudad de la lluvia (Destino, 2018) fue su primera novela.
Enlace: http://lacopela.blogspot.com..

Lo que más me ha gustado son los inicios de capítulo, el autor hace una pequeña introducción original llena de reflexiones, muy buen detalle.

Con dos hilos temporales, uno en 1933 y otro en 1961, la novela se sitúa entre Oxford y Bilbao y menciona bastantes lugares de cada ciudad, así que si has estado en ellas puedes situar muy bien los lugares. En la parte de Oxford, C. S. Lewis y J.R.R. Tolkien tienen gran protagonismo y creo que los ha encajado bien en la trama.

Esta novela de misterio va de menos a más. El inicio no me ha gustado, hacia la página 150 estuve apunto de abandonar el libro, tenía la sensación de que el autor utilizaba recursos muy básicos, por ejemplo luces de biblioteca que se apagan en el momento justo o sospechosa de asesinato buscada por la policía que viaja de Oxford a Bilbao y viceversa en un tiempo récord… de ese estilo hay bastantes escenas… No sé, me resultaba demasiado inverosímil, luego, poco a poco he ido entrando en la novela.

En general, aprobado sí, pero no es mi estilo de thriller.

Ya está aquí la segunda novela de Alfonso del Río, que afortunadamente no ha tardado tanto en escribirla como la anterior (que publicó hace dos años y medio). Una novela con la que confirma su gran capacidad para escribir thriller, si bien como en la novela anterior (La ciudad de la lluvia), se trata de un thriller muy personal.
Podría hablarse en este caso de un thriller metaliterario, no solo porque la clave de la acción esté en una novela que en su día escribiera Gabriel de la Sota y que se publicó una vez muerto, sino porque dos de sus protagonistas son nada más y nada menos que C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien. E incluso aparece Unamuno.

Metaliteraria porque nos presenta los pensamientos de un escritor (que no dejan de ser los del propio autor según me confesó en la entrevista que publicaré en breve en mi canal de Youtube) a la hora de ponerse a escribir.

También tiene elementos de novela negra, puesto que desde un primer momento se plantea como una lucha entre el bien y el mal, representado en ese “hombre del mal” que parece haber escapado de la novela de Gabriel de la Sota para hacerse real y sembrar el caos y la muerte.
Una figura que en muchos momentos le da un cierto toque gótico y de misterio a la novela.

Pero ante todo, es una novela muy entretenida, con mucha acción, en la que pasan muchas cosas.

Hay que añadir sin duda dos protagonistas más a la novela: Bilbao y Oxford. Aquel Bilbao tan presente y protagonista en su primera novela La ciudad de la lluvia, vuelve a estar muy presente aquí, si bien es verdad que no sólo se limita a la propia capital, sino que también nos da un paseo por la zona vizcaína.
Y junto a Bilbao, tan importante como él, la ciudad de Oxford en la que se desarrolla otra buena parte de la acción.


OPINIÓN PERSONAL

Ha vuelto a conseguir Alfonso del Río una gran novela. Un thriller muy diferente y además, que salvo la ubicación de parte de la novela en Bilbao, nada tiene que ver en cuanto a trama o personajes con los de su anterior novela.
Atrapa desde las primeras páginas en una estructura muy compleja a la hora de escribir, porque va saltando permanentemente del año 1933 al de 1961. Eso sí, sin que el lector se pierda en ningún momento.
Pero estos saltos al mismo tiempo, nos van desvelando desde el pasado las claves para resolver el presente, al mismo tiempo que nos muestra la evolución de unos personajes como el de los dos escritores que ya han conseguido triunfar y ser gracias a sus obras personajes célebres.
Unos personajes que al igual que ocurrió en su primera novela, a mí me han enganchado completamente. Y hablo en plural, porque por más que esté narrado fundamentalmente desde el punto de vista del abogado, es una novela en buena parte coral.

Todo ello hace que os recomiende sin dudarlo este thriller que es mucho más que un thriller, que es toda una aventura literaria (da igual que no seas un fan de El señor de los anillos o de Narnia para que lo disfrutes), con unos personajes muchísimo mejor tratados que en un thriller normal y en los que Alfonso del Río nos muestra cómo conseguir unos grandes personajes sin tener por ello que frenar el ritmo vertiginoso de la acción, a la que ni siquiera los saltos en el tiempo hacen que frene o decaiga su interés.
Enlace: https://www.elbuhoentrelibro..

Con una premisa muy interesante, donde se aborda el gran misterio relacionado con la muerte de uno de los escritores más famosos del último siglo y su obra póstuma, nos adentramos en lo que podría haber sido un thriller trepidante... pero que no llegó a serlo.
Una pluma demasiado descriptiva, un comienzo confuso con demasiados personajes y una trama que avanza lentamente.
Un thriller en el que el autor no te da ninguna pista de lo que está ocurriendo y todo se resuelve en las últimas diez páginas. Tantas páginas para precipitarlo todo al final. Los motivos de los personajes por hacer lo que han hecho no me parece justificado ni tan relevante como para remover la sociedad de esa forma tan mediática.
Lo único que me ha gustado han sido las intervenciones de J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis, como asesores literarios del protagonista. Protagonista con el que tampoco he sentido ningún momento de cercanía.
Para los que lo hayáis leído, ¿tiene sentido el tema de Ariel, la mujer del protagonista?

Alfonso del Río era un autor desconocido para mí ya que a pesar del éxito alcanzado por su anterior título, La ciudad de la lluvia, yo no lo he leído. En esta ocasión, las buenas críticas y el hecho de que el libro nos presente un misterio envuelto en el mundo literario, hizo que no me pudiese resistir. Además tuve la suerte de ganar este libro en el sorteo del blog de lector a lector, por lo que se lo agradezco.

En el inicio ambientado en Oxford en el año 1933 y con una narración en 3ª persona conoceremos a Gabriel de la Sota, autor del libro en torno al que girará toda la historia, a raíz de esta introducción muy directa, apenas dos páginas, tendremos un thriller y un misterio en marcha.

Posteriormente comienza la primera parte del libro, el cual está dividido en un total de 6 partes, donde a través de títulos directos iremos conociendo los entresijos del misterio y de la investigación la cual se desarrollará con una serie de pistas y de asesinatos que tendrá que seguir Mark Wallace, famoso abogado que en un tiempo posterior, 1961, y en diferentes escenarios, Londres, Bilbao, Oxford tratará de averiguar que pasó y que está sucediendo casi 30 años después.

La narración de esta parte del libro donde aparece el abogado se realiza en 1ª persona a través del propio Mark, recurso muy útil para centrarte, ya que así sabes donde te encuentras ya que el libro en todo momento discurre en diferentes escenas entre el pasado, donde se relatan escenas del escritor mezclados con hechos del presente del libro en 1961 donde se está desarrollando la investigación. Estos diferentes espacios temporales hacen que el libro a pesar de estar muy bien estructurado, resulte un tanto complicado y exija de cierta concentración ya que la propia vida del abogado deambulará también en diferentes lugares y etapas de su vida como recuerdos de sus momentos en la guerra…1943, o en otros años como 1954.

La trama del libro está siempre envuelta en una ambientación un tanto oscura, donde se mezclan hechos y personajes reales con toques de ficción, en los que los personajes de Tolkien y Lewis le darán ese aspecto de fantasía y enigma que tiene todo el libro.

Un libro que trata sobre todo del bien y el mal y su continua lucha, con ambientación enigmática y un caos que se apreciará mejor desde el punto de vista de una niña peculiar, con cierto espectro Autista o Asperger, la cual tendrá el punto de vista clave para ayudar en la resolución del misterio.

La resolución de la trama me ha parecido correcta y bien hilada, teniendo en cuenta que a medida que avanzas en el libro ya vaticinas que el final va a resultar complicado ya que el autor no ha tenido miedo a la hora de crear un mundo particular con grandes dosis subyacentes de Tolkien.

CONCLUSIÓN:

En general destacar que el libro es bastante original, y que a pesar de que todos esos saltos temporales han hecho que mi lectura haya resultado un tanto lenta, los giros y la acción sobre todo en la parte final harán que puedas acelerar y que necesites descubrir ese misterio que no sabes si es terrenal o no.

Un autor que me ha parecido valiente a la hora de no amedrentarse ante una trama ambiciosa y compleja y que además ha podido salir victorioso con una resolución correcta y que no deja hilos sueltos.

Libro que encuadraría en una especie de thriller de meta-literatura con aires siniestros y que puede gustar sobre todo al público que ama los aires diferentes, en mi caso quizás no le he cogido el ritmo correcto y me ha faltado algo para poder exprimir toda la trama, aunque he disfrutado mucho recreando al señor del mal para las fotos y el video.


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