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Aunque este libro te da la información suficiente para poder seguir la historia sin problemas como un libro independiente, no puedo sino recomendaros activamente que los leáis en orden, para tener consciencia de todos los detalles y no perdernos ninguna de las múltiples pistas sobre la misteriosa historia de estas hermanas que la autora va colocando hábilmente a lo largo de las historias. Tengo la sensación de que una vez acabe la saga y conozcamos el desencelace, querré volver a todas la obras para ir buscando todas las miguitas que nos ha ido dejando a lo largo de todos los libros. En esta ocasión, conocemos a Ally, a quien la muerte de su padre adoptivo, el misterioso millonario Pa Salt sorprende mientras disfruta de unos días de descanso e iniciando una historia de amor. Querer conocer sus orígenes la llevará hasta Noruega, donde descubriremos que su familia biológica está muy unida a la música, que casualmente es otra de las pasiones de Ally. Creo que aquellos que sepan de música encontrarán personajes conocidos, lo cual siempre es un plus (¡a mi me pasó en el primero con la mención a arquitectos!) En general la historia se me ha hecho lenta y bastante predecible. Aunque ha habido algunos personajes que me han encantado, he disfrutado especialmente con el personaje de Anna, la tatarabuela de Ally, cuya evolución y desarrollo es fantástico. Lucinda Riley sabe como mostrar personajes femeninos empoderados, llenos de fuerza y ganas de luchar. También me ha gustado conocer parte de la historia de Noruega a lo largo del siglo XX siempre con la música y el teatro como hilo conductor. Ha sido genial acompañar la lectura con la búsqueda de las composiciones que se nombran. En este libro la autora nos hace sufrir, las protagonistas se encontrarán con situaciones muy extremas y duras que las llevarán a límites de los que no siempre se recuperan. En este libro, muchos personajes masculinos me han puesto especialmente de los nervios y es muy interesante la evolución que vemos en sus comportamientos a lo largo de las generaciones. En cualquier caso, lamento decir que me ha gustado menos este libro que su predecesor, en parte, porque he empatizado menos con Ally que con Maia. A pesar de ello, lo he disfrutado, y os comparto una frase que es una constante en esta novela: “el presente lo es todo”. La autora me parece una maestra de saber mantener al lector en el gancho. El gran misterio de esta saga es conocer los secretos que oculta Pa Salt y eso, unido a como enlaza las historias de unas hermanas con otras te hace, inevitablemente, acabar este libro y desear empezar el siguiente. |
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