LA HERMANA PERDIDA. Lucinda Riley Siete hermanas, siete destinos, un padre con un pasado misterioso. Terminado el 7º título de la saga de las 7 hermanas y yo que pensé que sería el último, pues no, hay otro, el definitivo, el que va a revelar la clave del misterio de Pa Salt. ¿Me han gustado estas novelas?, la respuesta es que me he leído las 7 de un tirón, o sea, que debo confesarme que sí. Y ¿por qué es una confesión? Porque este tipo de historias romanticonas, no es lo que a mí más me interese, y, sin embargo, he disfrutado con cada una de ellas. 7 historias de 7 mujeres adoptadas en distintos lugares del mundo, por un misterioso hombre, muy rico. le pone a cada una el nombre de las 7 estrellas de la constelación estelar de las Pléyades. Las lleva a vivir a un lugar privilegiado, Atlantis, al lado del lago Leman de Ginebra, allí llevarán una vida idílica. Una vez ya mayores y con un camino por recorrer, cada una de ellas, Pa Salt muere en circunstancias misteriosas y aquí empiezan sus historias, que las llevará a cada una , por todo el mundo y a descubrir sus orígenes. Todas las novelas están escritas, además, con una historia del pasado que explicará la procedencia de cada protagonista. Por eso se categoriza esta saga de ficción histórica, y Riley ha tenido que documentarse exhaustivamente en hechos históricos para mezclarlos con sus personajes. Me han entretenido mucho, sin embargo, a veces yo misma decía durante la lectura “¡venga ya! Esto no hay quien se lo crea”, porque, a pesar de las dificultades con las que se encuentran, viven en un universo irreal, tienen demasiado dinero, que las protege y están rodeadas de lujos. Sobre todo, en el final de esta novela. Además de dónde saca todo ese dinero Merry para hacer su viaje por el mundo, a todo tren. Ha tenido que trabajar mucho para sobrevivir en Nueva Zelanda, aun ha de mantener a 2 hijos. Esa irrealidad tan rosa, es lo que me aleja de la novela, pero al mismo tiempo me acerca al sueño que transmite. A mis 64 años, recién jubilada, con 2 hijos y 2 nietos, a mí también me gustaría poder hacer ese viaje por el mundo y en los mejores hoteles. Claro que yo no tengo un viñedo. Estas novelas son buenas para subirte la moral, y para pasar un buen rato. Están bien escritas y tienen su ración de misterio. Lucinda Riley creo que fue una mujer extraordinaria, amante de su familia y que tuvo una vida intensa y feliz. Descanse en paz. |