No sé qué tiene Lucinda Riley que todos sus libros me gustan. En La habitación de las mariposas nos presenta a Posy haciendo un viaje a lo largo de su vida, desde que era pequeña y jugaba con su padre a cazar mariposas hasta su 70 cumpleaños. Posy vuelve con su nueva familia a su casa de Admiral House años después de haberla abandonado unos días antes de la muerte de su padre, pero todo se truncará cuando fallece su marido y se queda sola con un niño pequeño y otro por nacer. La historia se nos presenta ya con sus hijos crecidos (Sam y Nick) que son muy diferentes el uno del otro: uno triunfa en la vida y el otro va dando tumbos de un lado a otro sin lograr nada... Y cuando cree lograrlo, nada es lo que parece y termina peor de lo que ha empezado. Posy se reencontrará también con un antiguo amor, que resultó imposible y que parece seguir siéndolo... Esto dará lugar a una serie de confesiones y descubrimientos que harán que la vida de Posy se vuelva a tambalear. La historia es brillante, bien entretejida, con personajes cuyas personalidades están muy marcadas y toca temas delicados como el maltrato y el cáncer, de forma magistral, en toda su crudeza. Me ha encantado. |