Ten Count 3

No he podido dejar de leer, literal que lo he devorado. Shirotani da un paso bastante importante en la relación con Kurose, aceptando esa parte que pretendía reprimir con todas sus fuerzas por el pavor a ser tocado y el miedo a que Kurose esté jugando con él. Es un cambio que se ve a lo largo de todo el tomo, porque si algo caracteriza a Shirotani es que es bastante desconfiado y le cuesta confesar lo que siente.

Hasta ahora este tomo ha sido el más adictivo e intenso de los que he leído. Cada capítulo es un gran avance en la historia y en su relación, aceptando poco a poco ese pequeño sentimiento que comienza a crecer en ellos, desvelando pequeños fragmentos del pasado de Shirotani y las intenciones de Kurose.

Relacionado con lo anterior, se sigue centrando mayoritariamente en Shirotani. No me disgusta, ni mucho menos, pero sí siento mucha curiosidad por el pasado de Kurose y sus pensamientos en general. Es un personaje que incita a querer saber más sobre él porque adopta un rol más serio, directo y autoritario.

Cambiando de punto, lo que más me ha sorprendido del tomo es como Kurose se ve manejado por Shirotani. A pesar de ser Kurose quien tira más para que la relación avance, Shirotani es quien encamina y determina el ritmo de las acciones. del mismo modo, me han fascinado las partes más intensas y picantes por como lo bien que se desarrollan y por tener esa mezcla perfecta de diálogo y acto.

Por último quería comentar que si tienes pensado seguir con la historia te recomiendo que compres los tomos 3 y 4 juntos, porque el final de este tercer tomo no puede ser más imprevisto.
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Veamos, la fobia de Shirotami está lejos de curarse, me pareció que avanzaba demasiado deprisa en el primer tomo y que su progreso se haya ralentizado me parece coherente. Y vamos descubriendo el origen de su fobia aunque de manera difusa por ahora. La relación entre Kurose y Shirotani, aunque cada vez se vuelve más sadomasoquista.