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Cuando Lina tenía siete años, su familia se fue de vacaciones y allí conoce a Shep. Se hacen grandes amigos, igual que sus familias. Entonces cada verano se encuentran y pasan lindos momentos. Me gustó ver el primer encuentro y el avance que hay en la amistad de los protagonistas. Se me hicieron muy divertidos, ambos me gustaron en carácter y su sentido del humor me encantó. Disfruté mucho la primer parte. Me reí, me divertí, la lectura era ligera, fresca. Hasta que... Los niños dejan de niños y comienzan a atraerse. No sé si me gustó que esto suceda cuando Lina tenía dieciséis años, porque no comienzan tranquilos sino bastantes intensos. Más allá de eso, algo que me disgustó totalmente es que los niños y luego jóvenes, arreglaban absolutamente todo con violencia. No le encontré ningún sentido ni hay ninguna explicación. El odio desmedido del hermano de Lina, Marcos, hacia ella tampoco tenía lógica. Me daba repugnancia como la trataba. Luego la actitud de Lina comienza a cambiar hasta que se manda la mayor macana de su vida. No me ha gustado. Comienza muy bien, venía disfrutandolo totalmente, hasta que la trama decae, los personajes se vuelven insoportables y la historia se vuelve plana. |
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