Un tratado de estética japonesa

En el período Edo, la estetización alcanzó cumbres extraordinarias. Fue en aquel momento cuando se racionalizó y se codificó el bushido, la "senda del guerrero". La primera mención específica al bushido como la disposición a tener una muerte hermosamente noble - una decisión estética - aparece en un momento en el que ya no había necesidad militar para que ningún samurai muera por el filo de una espada (...) Las artes que surgían de ese concepto de la estética ahora, en su mayoría, están fosilizadas; las que quedan, por lo general, se han vulgarizado.

A muchos escritores japoneses les gusta el temblor de la indecisión en la estructura de su obra, y las formas demasiado lógicas y demasiado simétricas suelen evitarse con elegancia cuando quien escribe deja al margen las suposiciones de las preguntas que se le plantean.