La larga marcha

Tengo un nudo en el estómago. Si algo he descubierto de King en estos meses es que sus libros no dejan indiferente a nadie y también que es cruel, muy cruel.

Tras terminar esta lectura me surgen algunas dudas y preguntas. ¿Hacia dónde avanzamos como sociedad? ¿Qué estamos haciendo con nuestros jóvenes?

Cien jóvenes participan en una carrera donde el ganador alcanzará gloria, fama y fortuna pero el coste, a mi modo de ver, será demasiado elevado. Sólo puede quedar uno...

No entendí demasiado bien qué es lo que King pretende transmitir en esta novela. ¿La irresponsabilidad e inconsciencia de la juventud? ¿Lo morbosa y poco empática que es la sociedad? He llegado a pensar que disfrutamos con las miserias de los demás para olvidar las propias y donde esté un buen espectáculo que se quite todo lo demás. Nos hemos vuelto insensibles y es realmente penoso.

A estas alturas creo que no descubro la pólvora si digo que King es magnífico y escribe como le da la gana, pero sí tengo que decir que en esta ocasión, para mí, ha sido muy detallista en lo escabroso y nos escatima información para entender un poco más esa sociedad que nos presenta o los motivos de los corredores para participar en la carrera (creo que únicamente me quedó claro la motivación de uno de los participantes, es más, no llegué a entender por qué se apunta el protagonista a este infierno).

Durante las próximas semanas no le voy a quitar ojo de encima a mi niño (tiene dieciocho años, aún está en edad de que el Comandante lo pueda reclutar).

En su notable libro de no ficción Mientras escribo, Stephen King nos cuenta que el creció viendo películas clase B, de horror y ciencia ficción con bajo presupuesto y calidad. Y sostiene también que esas películas representan los miedos y anhelos de la sociedad de la época: constantemente se repetían los experimentos fallidos, la ciencia desbordándose a sí misma y los jóvenes, siempre apuestos y valientes, rescatando al mundo de los científicos locos.


Estoy seguro que a King le gustaría pensar que sus libros también son el espejo de los miedos de su propia sociedad. Y es que La larga marcha sólo pudo ser escrita en los Estados Unidos: es la historia que ocurre en una USA dominada por un gobierno autoritario, que está encabezado por un militar que no usa su nombre sino que se hace llamar "El Comandante", y que controla férreamente las conciencias y los actos de su gente, a través de una especie de policía política, los Escuadrones. Y lo que ocurre es un concurso anual, en el que cien jóvenes de menos de dieciocho años se reúnen para caminar... caminar hasta que todos mueran de agotamiento y sólo uno quede vivo, y se haga acreedor a un premio millonario.


Las fantasías totalitarias habían sido más o menos habituales en la literatura europea, pero este giro hacia el espectáculo, con una competencia macabra en la que se cruzan apuestas millonarias, y la gente saliendo a los caminos, con pancartas y haciendo coreografías para animar a alguno de los Marchadores, y con el ejército detrás de ellos, dispuesto a rematar a los rezagados, a los que no pudieran avanzar más o a los que intentaran salirse de la carretera, es típicamente norteamericana, mezclando al gobierno totalitario con una masa ciudadana hechizada por el espectáculo, y dispuesta a ver morir a sus jóvenes con orgullo.


Una mezcla de espectáculo deportivo o programa de concursos con totalitarismo visto desde fuera... pero la novela se interesa más por lo que pasa adentro. Con las interacciones entre los participantes, y con la pregunta obvia: ¿Por qué te presentaste como voluntario a esta carnicería? Los muchachos intentan responder esa pregunta mientras marchan, intentando no bajar la velocidad para no ser eliminados. Intentan entenderse, hacer amigos, compartir, y sobretodo mantenerse vivos, dejar que sean otros los que vayan muriendo a su alrededor. Resistir un poquito más, un poquito, que aquí el que cae al suelo es asesinado.


Una novela en la que "pasan pocas cosas", no hay casi momentos de acción trepidante, ni fantasmas ni brujas. No son necesarios aquí los hombres lobo, porque el espanto lo aportamos nosotros: los jóvenes enloquecidos que eligieron presentarse a una competencia que los matará, los espectadores eufóricos, que van a ver el espectáculo de los adolescentes desgranándose y muriendo uno a uno sobre el asfalto, el sistema que promueve, organiza y publicita esta masacre ritual, al tiempo que ejecuta otras masacres sobre su propia población.


Una novela inquietante, porque es una ventana al infierno.

La novela, trata de que nuestros protagonistas, están compitiendo en una caminata, donde lo único que hacen es andar, no pueden pararse para nada y tampoco pueden bajar su velocidad de 6.5km/h. Si paran o reducen esta velocidad, los matan. La caminata acaba cuando únicamente queda uno.
Esta escrita en tercera perona, por lo que nos enteramos de todo lo que ocurre con todos los participantes, explicando todo lo que piensan y sienten, aunque se centra en nuestro protagonista Ray Garraty.
Según van andando y avanzando en la caminata, se dan cuenta de que todo es real, que no es un simple juego ni un simple show, e iremos viendo como los chicos muestran su realidad, y como van formando pequeños grupos, amistades y alianzas sabiendo que únicamente ganará uno.
En esta novela se tratan principalmente tres temas, la supervivencia del ser humano, la amistad y los realitys shows. Es una historia que te hace pensar sobre la vida y sobre la muerte, de como los seres humanos somos capaces de todo para sobrevivir y también de mandarlo todo a la mierda y acabar con el “sufrimiento”. Creo que hay una crítica a todos los realitys shows que se hacen en televisión, de ver como los humanos son capaces de ver un programa viendo sufrir a personas.
Una historia que te tiene enganchada hasta el final para saber que pasa, quien gana, que ocurre durante toda la marcha… super recomendada si te gusta este tipo de historias que te tiene un poco en tensión sus 350 paginas.

Esta novela ya empieza de una forma muy curiosa: está publicada bajo seudónimo porque al autor le dijeron unos editores en su día que estaba acaparando el mercado editorial. Hay una nota / entrevista al principio donde el propio King explica lo que pasó.

El libro está escrito en tercera persona y pasado con Ray Garraty como protagonista y otros chicos que participan en la Larga Marcha como secundarios. Unos desconocidos que a cada paso que dan se van convirtiendo en su círculo íntimo.

Me ha sorprendido la fluidez de la narración. Pensaba que iba a ser mucho más cargada y difícil de comprender.

Los personajes, a diferencia de lo que pueda parecer, se identifican muy bien y no los mezclas a lo largo de la lectura. Además, cada uno aporta algo a la Marcha (y la historia): uno es el filosófico que pone nervioso; otro el paleto que no lo es tanto y que tiene dos carácteres, el gracioso o el gruñón; también está el chulo; el soñador; el toca narices... Pero en todos ellos vemos una grandísima evolución a lo largo de las páginas.

Los participantes se van ajando según transcurren los kilómetros y están a la merced del clima y de las horas sin descanso. Los pensamientos sobre la muerte y algunas reflexiones que hacen, que en ningún otro momento se les habrían ocurrido, dan que pensar

Los capítulos son muy largos (+30 pags.). Yo no soy fan de esa extensión y, por eso, durante los primeros días solo leía un capítulo diario, porque empezar otro eran un montón de páginas por delante.

Una cosa que no me ha gustado nada es el secretismo en cuando a lo que es la Larga Marcha en sí. Si no lees la sinopsis no tienes ni idea de lo que está pasando. Sí, un grupo de 100 chicos deben caminar sin descanso hasta que solo quede uno. ¿Pero cómo se ha llegado a eso? ¿En qué clase de sociedad viven para que eso sea el entretenimiento anual? ¿Por qué solo varones, menores de 18 años? ¿Quién es el Comandante? ¿Qué pasa con la gente que se llevan los Escuadrones por hablar mal de él o de la Larga Marcha? Demasiadas incógnitas.
Cerca del final, cuando quedan ya menos participantes, en algunas conversaciones sale a relucir el tema de su propio ingreso en la competición y algunas anécdotas del pasado. Pero para mí no ha sido suficiente.

Es un libro publicado en 1979 y se nota por el racismo, machismo y homofobia de algunos comentarios tanto de los Marchadores como en la propia narración. Por otro lado: Stephen King, nunca, jamás, se te ocurra probar con la literatura erótica.

Iba con muchos miedos e ideas preconcebidas sobre el autor, pero creo que se me han desmontado muchos mitos.

Puedo decir que mi primera experiencia con Stephen King, el rey del terror, ha sido muy buena. No digo que de pronto me vaya a lanzar a sus libros más oscuros, pero sí que quiero leer algo de este terror más light.

Este libro planeaba ser mi favorito, no solo de King, sino del género de ciencia ficción/terror, pero aun así no ha logrado desbancar a “Misery”, que a mi parecer es una de las mejores obras que pueden existir. Lo que más capta mi atención es que esta obra es diferente a las otras, por lo que aquí están mis cinco puntos de reseña:

-Trama/Desarrollo: La trama nos habla de cien jóvenes que son escogidos para participar en un concurso llamado “La larga marcha”, donde uno de ellos será el ganador y los otros 99 morirán. Por supuesto que esto captó mi atención y me parecía una versión de “Los juegos del hambre” al mero estilo King, pues aunque no haya armas y solo deben caminar, es una lucha de supervivencia contra sus mentes, compañeros y ellos mismos físicamente.

El desarrollo es totalmente excepcional, ni siquiera noté que fueran 350 páginas, puesto que se me fue demasiado rápido y debo admitir que en cada capítulo te abosrbe de todo lo que vas descubriendo de cada uno de los marchadores (pues solo son hombres). Debo admitir que me hubiese gustado ver mujeres dentro, pues eso podría ser muy interesante. A pesar de eso, me encantó todo lo desarrollado, exceptuando una parte que hablaré después, pero es una historia llena de plot twists que se disfruta demasiado.

-Personajes: Es claro que no podemos conocer a los 100 personajes, pues eso generaría un libro sumamente largo y eterno, pero los logras identificar de acorde a la perspectiva de Ray Garraty y las interacciones que tienen sus compañeros con los mismos. Debo admitir que el protagonista me pareció un poco perdido en el juego, en el sentido de que no sabía a que había ido, por lo que McVries para mí se roba toda la trama y estaba más preocupado por él que por los demás.

Debo agregar que me parece bueno el hecho de que el autor nos haga saber las razones de cada uno, pues eso nos indica diferentes ideas que cada uno tiene sobre la marcha y, probablemente, eso te ayude a tener un favorito.

En cuanto a personajes secundarios como el general y los soldados, me parecen bien representados, pero mis favoritos fueron la multitud, pues ellos definían en muchos sentidos, la forma de ser y de pensar de los personajes.

-Final: Aquí es donde debo ponerme un poco rudo y aunque no doy spoilers, me disgustó un poco el final abierto, que aunque ya lo he visto en algún otro libro del autor, la diferencia es que aquí no sabes a qué se refirió. Probablemente tu te creas la idea propia de que quieres que pase, pero aun así, sentí que gran parte del libro se pierde aquí. Aún así, no deja de ser un buen libro.

-Género: Esto es algo diferente a lo que hemos visto del autor, pero me parece que es algo como ciencia ficción combinado con horror puro, de ese que hace desesperarte y estresarse al ver cómo piensan, así como los factores de la muerte.

-Escritura: Nada que criticar, excelente escritura y entendible, además de un uso de sarcasmo, chiste y sinceridad en su puro sentido.

Personaje Favorito: McVries
Frase Favorita: —Va a morir ¿verdad? — Dijo Stebbins.
— Sí, claro — respondió McVries —. Todos se han ido muriendo, ¿No lo sabías?