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Con cada libro que pasa le pierdo más la fe a Anne Rice. Y lo lamento. Sus libros anteriores realmente me gustaban, pero últimamente está... perdiendo el rumbo. Basta de vampiros, le ha tocado el turno a los lobos. Hacía mucho que no leía una novela que empezara directamente describiendo al protagonista. Sigo sin saber si lo hizo así para evocar un estilo más clásico... o a falta de un inicio mejor. Dejémoslo ahí. Reuben es un periodista de 23 años, rico, atractivo, que maneja un Porsche, que parecería que es perfecto en casi todo, que está muy controlado por su madre y su novia, y que está harto de que no lo tomen en serio por ser lindo y rico. Él va a recibir 'el don del lobo' (Anne Rice realmente necesita buscar una alternativa a 'el don', usa 'el don' para todo) y se volverá un lobo-hombre. No hombre-lobo. Lobo-hombre. Todo comienza con Reuben llegando a una mansión (que parece salida de otros libros de Rice) sobre la que tiene que escribir un artículo. La dueña actual, Marchent, es una mujer con aire misterioso que está muy apurada por vender la casa. Ella y Reuben tiene un extremadamente instantáneo enamoramiento a primera vista, y no perdamos tiempo porque el protagonista hace que a las mujeres se le caigan las... medias. ¿Novia? ¿qué novia? A Reuben ahora le gusta Marchent. El amorío de todos modos va a durar pocas páginas, porque muy sorpresivamente y salido de ningún lado (cosa que me gustó) van a entrar ladrones que matarán a Marchent y junto con ellos un animal que muerde a Reuben y lo deja medio desangrado. Empezando el capítulo 2 (porque todo eso pasó en el primero) estaba muy enganchada, si bien el libro no era lo que se dice espectacular. Tenía teorías, tenía esperanza, tenía que disfrutar el momento porque no iba a durar mucho. Reuben, ahora hospitalizado, comienza a recuperarse a una velocidad atípica. Tiene el oído y el olfato amplificados, y se lo ve demasiado sano y robusto para lo que acaba de vivir. Y será a partir de este punto que Reuben, además de encontrarse con su Sócrates interno y empezar a filosofar sobre el bien y el mal, va a recordar obsesivamente a Marchent, quien ahora parece ser el amor de su vida... la mujer ideal... aquella que se fue... esa de la que va a hablar casi constantemente, como si hubiese sido su novia durante años a pesar de que sólo la trató durante MENOS DE OCHO HORAS. Pero vamos a lo importante: el don del lobo. Cuando Reuben se transforma por primera vez creí que había leído mal. Anne Rice decidió ser original, y en vez de hacer que el cambio de forma sea doloroso lo volvió placentero. Extremadamente placentero. La expresión exacta que usa es: sensación orgásmica. Sinceramente me sentí bastante sucia al leerlo, es perturbador. Y acá nos reencontramos con la formulita gastad... tradicional de Rice: un ser sobrenatural que, además de amar la música clásica, sólo ataca a los malvados. La diferencia ahora es que no necesita verlos haciendo malvadosidades para encontrarlos porque los detecta por el OLOR A MAL que emanan, cosa que lo desquicia. Así, su nueva actividad ahora va a ser la de justiciero. Extrañamente, desde que se convierte en lobo perdí el interés. La historia se pone muy repetitiva, y todo empieza a ser muy conveniente para el protagonista. Él siempre llega cuando están hablando lo que necesita saber... y la historia se acomoda para que le salgan siempre las cosas bien. Y está faltando un ingrediente más: el romance. En una de las excusiones del "lobo-hombre" por el bosque conocerá a una mujer, Laura, con quien tendrá OTRO amor a primera vista. Laura está literalmente parada en la oscuridad y Reuben la ve, y a tu juego te llamaron. Nos hemos enamorado. La historia con Laura tiene cierta ternura de todos modos, y por alguna razón me gustaron juntos (aunque no me quedó claro si él se separó de su novia a esta altura). Mi problema es cómo empezó. No da la sensación de que sea por amor, o porque ella ve el alma de él, o alguna razón dulce, sino que de algún modo parece que todo inició por un fetiche espotáneo (ella lo conoce como "lobo-hombre") y después se volvió amor. Algo que no me gustó en absoluto es que Laura no aporta nada más que sexo, compañía silenciosa y hacer ensaladas. Ningún personaje secundario es realmente simpático o destacable, es más, parece que sus personalidades están definidas por sus profesiones y nada más. Eso sí, es NOTABLE el conocimiento de biología celular que tiene toda esta gente como cultura general, además de lo terriblemente lentos que son todos para atar cabos. A pesar de los altibajos que tiene la narración, que por momentos atrapa y por otros aburre, no deja de ser un enfoque original, y la historia del origen de la especie me gustó mucho... aunque se hizo desear durante casi todo el libro. El don del lobo tiene una visión bastante romántica del "lobo-hombre", la transformación es... agradable..., las sensaciones que sobrevienen son placenteras y atrayentes. Reuben se vuelve un "monstruo" pero no deja de ser él, aunque ahora se suma un mega sentido justiciero. Su conciencia será su hermano, sacerdote él, con quien tendrá interminables debates religiosos/filosóficos que se vuelven muy cansadores. ¿Adivinen quién se había empezado a pelear con la iglesia y estaba obsesionada con la muerte? Si! Anne Rice! Ya me estoy imaginando un crossover entre Lestat y Reuben, con el vampiro enamorándose del "lobo-hombre" y creando un híbrido vampiro-hombre, con gran sentido del dramatismo y múltiple capacidad hiper-placentera al convertirse en lobo y beber sangre. Si lo hace voy a reclamar derechos. Enlace: http://libros-fantasia-magic.. |
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