Cuando entré en la Facultad decía que quería ser escritor. Tenía 18 años, había escrito dos o tres cuentos, leía todo el tiempo a Faulkner y escribía una especie de diario privado que el leía a todo el mundo. Y pensaba que si uno quería ser escritor lo mejor era no estudiar Letras. Me enfrentaba sin darme cuenta con una cuestión bastante complicada, ¿cómo se forma un escritor? Difícil saberlo. Seguro que siempre hace falta un desvío, un movimiento excéntrico, andar por las calles laterales. la carrera de Letras tiende a centrar demasiado, diría yo, provoca la ilusión de que la literatura está clasificada y ordenada. Cuando uno empieza a escribir lee de una manera cada vez más arbitraria. habría que tratar de preservar esa arbitrariedad, que es la marca misma de la pasión por la literatura.