Escuela de sangre

Este libro está escrito por Max Rhode, que es un personaje del libro "El proyecto Joshua" de Sebastian Fitzek.
Escuela de sangre inicia con un prólogo que nos ubica un poco en la trama: nos presenta a el protagonista que nos cuenta que actualmente se encuentra en un instituto psiquiátrico en el que llegó gracias a lo que su padre le había hecho sufrir durante su adolescencia; luego, a lo largo de 49 capítulos cortos, Simon empieza a narrar su historia y las circunstancias que en 1993 dieron origen al gran trauma que lo llevarían a su estado actual.
En un principio esperaba encontrarme con una novela de terror, pero es más un thriller que un libro de terror.
Es un libro super adictivo, corto y con capítulos absorbentes. La ambientación es perturbadora, oscura y siniestra. Todo el tiempo se cierne sobre los personajes una nube oscura de incertidumbre y peligro.
Hay un poco de misterio, sobre todo lo relacionado con el lago de Brandebrugo.
Además de la ambientación, algo a destacar es la prosa simple y fluida que aligera mucho la lectura. Los personajes me gustaron aunque al ser una historia tan corta no se puede conectar demasiado con ellos.
En resumen, Escuela de sangre es un thriller psicológico, muy bien escrito y de lectura entretenida. Con cierta tensión narrativa, aunque muy dosificada, la novela mejora a medida que avanzan los capítulos haciéndose adictiva y leyéndose del tirón.

Leí esta novela por una recomendación, solo ya sabiendo que empezaba en una casa de madera en un pueblo en Alemania me atrajo irremediablemente, pero cuando seguí leyendo de que iba y leí escuela de entrenamiento para matar me sedujo aún más.

El protagonista Simon, nos va relatando sus vacaciones de verano junto a su familia, en un pueblo rural en Brandeburgo, el pueblo de su padre. Hasta ahí todo correcto, hasta que aparece una chica un poco rebelde que cambiará el transcurso de toda la historia. Por otro lado el pueblo esconde una oscura leyenda y todo va sumando, para ir transformando, lo que parecía un idílico verano en el octavo anillo del infierno del mismísimo Dante.

Sangre, sadismo, misterio. Una lectura muy dinámica en forma de thriller y slasher. Muy entretenido.

》"Si los ojos son de verdad la puerta del alma, entonces las puertas de la locura estaban abiertas de par en par."

Entré a leer este libro pensando que era thriller. No solo eso sino que esperaba encontrarme con lo que yo llamo "la formula Fitzek" que sería capítulos cortos que terminen en cliffhanger, distintos puntos de vista en cada uno de esos capítulos y un ritmo acelerado. Y no me encontré nada de eso 😅 Pero lo que más me impactó, y en lo que más se basa mi puntuación final, es el género.
Esto es terror, puramente terror. Y si me siguen desde hace un tiempo sabrán que cuando yo empiezo a leer un libro que sospecho que es thriller, no me suele convencer el encontrarme con aspectos paranormales o que en realidad es de terror. Esto no quiere decir que el libro no me guste o no disfrute de la lectura. Simplemente significa que al tener ciertas expectativas con cierto libro, este suele descolocarme y decepcionarme dejándome un gusto amargo cuando en la lectura me encuentro con cosas extrañas(?) 😅

Dicho todo esto, el libro en sí me gustó. No me encantó. Definitivamente esperaba otra cosa pero terminé entretenida. Es el libro que menos me gustó de todos los libros que leí del autor y definitivamente no recomendaría empezar por este (a no ser que sean lectores de terror, en ese caso creo que les gustará).

Es el más ocuro de sus libros. Me resultó sorprendente lo que hizo el autor en este género. Creó una atmósfera super siniestra y terrorífica que me daba cada tanto escalofríos.
Las escenas de la escuela y con el padre me ponían super incómoda🙈

En resumen, una historia entretenida y bien creepy pero de la que esperaba otra cosa. Recomendada definitivamente para los amantes de terror.

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Leí varias opiniones, pero no quise dejarme influir y al final resultó que no será el libro de mi vida pero que me gustó.

Es una novela que narra como una familia arruinada por las deudas del mal negocio del padre se ven obligados a irse de Dublín a un pequeño pueblo a la casa del que era el abuelo de la familia. Casa que lleva muchos años abandonada y que necesita mucho más que una reforma.

Lo que nadie sabe es que allí habita el mal, y el mal nunca muere.

Entre el mal y no mal, la familia pone de manifiesto lo que sería una familia desestructurada con malos tratos hacia los menores y violencia de género, pero claro, siempre basándose en que el padre está poseído en algo que habita en el pueblo.

Ese ser que posee almas va a dar mucho juego y no, el padre no es malo, es el ser que va pasando de personas en personas.

Quien realmente me ha enternecido es Peter el tartamudo y Gismo su perro. Yo de los perros y animales no puedo hablar porque me da mucho asco el maltrato hacia ellos y hacia los más desfavorecidos, por eso he empatizado mucho con ellos y no creo como la sociedad puede ser tan mala y cruel.

La parte paranormal es de la que me ha faltado un poco más de explicación, como de donde viene, no sé un poco más de introducción o meterse más con el principio de ella, porque entra muy de golpe y he notado que me ha faltado. La he visto muy precipitada y al ser tan rápida como que le resta credibilidad.

La novela está narrada en primera persona por Simon el hijo pequeño y se refiere en multitud de ocasiones a nosotros en segunda persona. Es una figura que me gusta porque hace participe al autor de la novela y da como que da un poquillo más de repelús.

En general ha sido una lectura buena.
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“—¿Suicidándose? —solté, resollando, fascinado en contra de mi voluntad por esa absurda historia de terror. —Así es. Porque esa es la única manera en la que un ser vivo que se haya contemplado en el espejo del alma puede poner fin a su vida. Solo puedes matarte tú mismo, nada ni nadie puede hacerlo por ti.”

Después de haber leído un thriller bastante flojo de otro autor, temía encontrarme con más de lo mismo, y la escasa cantidad de páginas no ayudaba a mejorar la perspectiva.
Sin embargo Fitzek le ha dado a esta novela un aire de terror sobrenatural, un tono más oscuro que en El proyecto Joshua, la única novela suya que leí además de esta.
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La historia es corta, la trama se desarrolla rápidamente, pero eso no le jugó en contra, por el contrario, todo se desenvuelve de forma natural, un evento lleva al siguiente y sin darnos cuenta, paso a paso estamos sumergidos en una pesadilla que nadie vio venir.
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Los personajes me cayeron bien inmediatamente, y estuvieron bien desarrollados, si bien Simon, el protagonista, y su hermano Mark me resultaron excesivamente maduros para su edad, 13 y 14 años respectivamente.
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Cuando la historia parecía haber llegado a su fin, Fitzek me sorprendió con un pequeño giro macabro en la trama que me dejó con una sonrisa marcada en el rostro
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