El chico de la ventana del baño

Nadie ha dicho nunca que ver la luz al final del túnel significa que vas a seguirla.

Las mujeres no somos lo que vestimos, eso solo es ropa, tela. Las mujeres somos la seguridad que usamos al vestir, cariño

Hacer la vista gorda no equivale a que los problemas desaparezcan.

¿Sabes de esas cosas que te pasan sin querer en la vida y que, después de un tiempo y aunque para los demás y para ti mismo sean las cosas más raras del mundo, no quieres perderlas?

Moraleja: no hay que sostener nada mientras escuchas conversaciones ajenas a hurtadillas.

- Qué puntual. - El comentario en forma de queja que acabo de soltar se escucha más de lo esperado.
No debería haberlo hecho. Mejor dicho, no sé por qué acabo de hacerlo. No quiero conversar con este tío en pelotas al que no he visto en mi vida mientras yo también estoy en cueros.

- Perfecto. Una preguntita de nada, ¿tienes cámaras en tu baño?
- No, ¿por qué?
- Mejor. - Se ríe -. Por nada, simplemente porque sería vergonzoso que vieras las grabaciones y me escucharas hablando solo.
Ambos nos reímos.

Podría parecer que me he ido a tomar una Coca-Cola con limón en la terraza de mi pueblo con él, pero no, no es así. Sé todas esas cosas [...] por haber pasado casi todos los días dándonos una ducha juntos, aunque no literalmente. Es de locos incluso pensarlo. ¿Cómo será contarle esto a alguien? Me encierran en un psiquiátrico si lo hago, no lo dudo.

Me pregunto cómo alguien que significó tanto para mí, que me hizo muy feliz tiempo atrás, puede llegar a cambiar tanto un día, hasta volverse irreconocible.

—Aterriza, Claudia. No es más que mi vecina. —Me encojo de hombros—. Solo se trata de amistad... Es divertida, me cae bien, pero eso es todo. No es como si nos hubiéramos enamorado a través de la ventana del baño.