La noche de las medusas

La noche de las medusas es un thriller con mucha acción que transcurre entre las ciudades de Tánger y de Madrid. Una ciudad de Tánger que ya no es lo que era, que está en franca decadencia y donde la presencia hispana en la misma está en claro retroceso, con las autoridades marroquíes intentando borrar la influencia de España en la misma.

Por contraste, Madrid es una ciudad bulliciosa en la que los peores tiempos parecen estar pasando y donde el desarrollo de la nación por fin está despegando.
A este mundo es el que llega Lucía Cisneros que no parece estar dispuesta a volverse a Tánger, sobre todo después de ver que en Madrid tiene una oportunidad de llevar a cabo sus ilusiones y sus proyectos, que se concretan en el restaurante que acaba de heredar su madre y que ella quiere sacar adelante.
Lo que no sabe es que está en medio de una espiral de venganza por unos sucesos que ocurrieron muchos años atrás y de los que ella es una consecuencia.

Junto al mundo del restaurante en el que se mueve Lucía, tendremos el rico ambiente de Serafín Leal, un hombre que llegó desde lo más bajo y ahora es un rico empresario que parece haber encontrado por fin el amor en su vida. Unos ambientes que nos llevarán desde los grandes restaurantes al hipódromo, pues una de las pasiones de Serafín son las carreras de caballos y él tiene un caballo ganador.
Un ambiente diferente es el de Mateo Riva, antiguo policía en el País Vasco, aficionado al boxeo y detective privado, muy de novela negra por cierto, al que Serafín Leal encarga la investigación de un accidente de coche que ha tenido y que cree que no ha sido tal sino un atentado contra su vida.

Una historia que se nos cuenta de un modo vertiginoso, en breves capítulos (una media de seis páginas por capítulo) que consiguen enganchar al lector y que son de muy fácil lectura.



OPINIÓN PERSONAL

La noche de las medusas es una de esas novelas que engancha como decía desde el primer momento y que terminas de leer antes de que te des cuenta, hasta el punto de que te quedas con ganas de más, algo a lo que contribuye también que el final puede ser un tanto abrupto.
Que una novela te deje con ganas de más, siempre es bueno, o por lo menos mucho mejor que el que pienses que le sobraban páginas. Pero no es menos cierto que con La noche de las medusas me he quedado con la sensación de que en cierto modo es tan breve, que con algunos personajes me he quedado con ganas de saber mucho más, que tenían mucho más jugo que el que el que el autor le ha sacado. Es sin duda el caso de la madre de Lucía, o el propio detective, merecían mucho más espacio en la novela.
Ese factor es probablemente el que me lleve a bajarle la nota final, porque esa diferencia entre personajes muy bien esbozados, a los que adivinas mucho más de lo que te dan y personajes con toda una historia a la vista, es lo que al final te hace pensar en una grandísima novela o en una novela que, siendo buena y entretenida, podía ser mucho mejor.

Una lectura con la que sin duda disfrutarás sin tener que estrujarte mucho el cerebro. Ideal para leer tras uno de esos libros que se te hayan hecho cuesta arriba.

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Bueno, un libro que se lee en nada. Me lo he leído en un día, por tanto es de lectura ligera y fluida. Pero quizás en este tipo de historia habrá sido más aconsejable algo más de profundidad en los personajes. Me han resultado demasiado planos, escenas demasiado rápidas o en algunos momentos casi pasando de puntillas por momentos cruciales. Desenlace precipitado, rocambolesco y forzado en extremo.. Y esas cuatro últimas páginas, bueno.. Impactantes, sí. Pero...
Al final, para mí el libro es un sí pero no. Ligero de leer y entretenido pero con todo desdibujado.

Hoy no solo he descubierto una nueva historia sino que también he descubierto a un nuevo autor, Jacinto Rey, quien lleva a sus espaldas varios éxitos editoriales y quien con La noche de las medusas me ha atrapado.
La novela arranca con un marco histórico definido por el alunizaje del Apolo XI el veinte de julio de 1969 aunque este hecho acabará siendo irrelevante para la vida de nuestros protagonistas, esta noche nos llevará a descubrir el motivo del título de la novela y el momento exacto en que las vidas de nuestros personajes se truncaron.
Nos encontraremos en el diez de octubre de 1945 en Tánger, una noche oscura iluminada por cientos de medusas luminiscentes que nos dejaran ver y observar los sucesos que se dieron lugar en la oscura noche.
Un hecho que tardará veintitrés años en cocerse a fuego lento entre la ira y la venganza.
En Tánger conoceremos a Serafín Leal, Bruno Grande y Andrés “el puro”, tres legionarios que unen sus vidas por sobrevivir a la guerra cuando un tesoro cae en sus manos y la avaricia empieza a tejerse en sus corazones.
Este será el motivo que nos devolverá a Tánger y a Madrid de los años sesenta y a la culminación de los instintos más bajos de la humanidad.
Esta novela empieza de manera pausada presentándonos a sus protagonistas de manera separada, bien definidos y mostrando su aura, su maldad, su bondad o la lucha de ambas frente a un hecho puntual. No hay personajes grises, todos se decantan a un lado de la balanza incluso aquellos que se esconden tras una máscara de bondad mientras esconden un alma oscura y vengativa.
A partir de ese momento y en capítulos cortos la trama se va volviendo más ágil y dinámica, atrapa al lector en un thriller de apariencia sencilla aunque nos guarda un final con un giro argumental inesperado y agradecido.
Las descripciones de Tánger con sus aromas, sus comidas, la miseria y la opulencia crean un ambiente que bombardea los sentidos, es como si pudiéramos pisar sus calles y sentir el ambiente en nuestra piel, sin menospreciar las descripciones del Madrid de los años sesenta y del nuevo Tánger.
Con una prosa sencilla y pulida el autor nos hace participes de esta historia.
Tal y como nos dice el propio autor es “una historia de búsqueda, autodescubrimiento, venganza, expiación y redención”.
Una novela que me ha seducido desde su portada en blanco y negro, hecho que me ha recordado las televisiones de los sesenta, con una mujer observando la ciudad a sus pies esperando aunque aún no sabía el que.
Suma de letras nos ofrece un thriller donde se unen el pasado y el presente en una venganza que ha arraigado en el corazón y que solo aceptará un desenlace.

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Me enfrenté a esta lectura con un desconocimiento total del libro, no sabia ni de que iba ni había leído nada de Jacinto Rey, por lo que empecé la primera página con cierta expectación esperando ser sorprendido, y deseando que esa sorpresa fuese grata y agradable.

En principio el libro fisicamente cumple mis actuales necesidades literarias, libro cómodo con una número de paginas suficiente, porque en la actualidad los libros muy largos no me llaman… puede que sea por la cultura de lo inmediato que impera hoy en día, pero aunque sea así tengo en la recamará 4321 de Auster y el último de Ken Follett, que no se pueden considerar ligeros precisamente.

Volviendo a la novela que nos ocupa debe decir que el inicio sin ser rompedor me llamó la atención pues las posibilidades que se habrían con ese comienzo eran muy amplias, por lo que mi expectativa se mantenía.

Debo decir que esa expectativa sobre lo que sería en realidad esta novela se extendió durante las primeras 100 páginas, en las cuales vi pasar ante mis ojos varios personajes con posibilidades, pero que por así decirlo, no habían entrado en acción ni en interacción, algo que deseaba y me habría gustado que ocurriese mucho antes. Ya que en esta clase de novelas esta interacción es lo que da vida y ritmo al texto, y hasta ese punto lo que tenemos es una serie de retales que no favorecen un ritmo lector que le correspondería a la categoría del thriller.

Me da la sensación que el autor no ha querido profundizar en los personajes, pues son meros actores, que hacen y les pasan cosas, sin ahondar mas allá en cada uno de ellos, aparte de alguna explicación de cierta acción. Normalmente me suele gustar una mayor profundidad en los personajes para intentar empatizar pero en este caso no lo he echado en falta, quizá por el tipo de obra.

Esto es hasta aproximadamente hasta la pagina 100, donde encontramos el cambio de tercio, con un nuevo tiempo y ritmo en la novela, en la cual nuestros ya conocidos personajes entran en acción y se van completando esa zonas de vacío de conocimiento que había entre unos y otros, pues los retales anteriores que insinuaban puntos unión, el autor los reúne y teje esas conexiones.

Desde este punto la novela gira hacia el thriller, en la cual los acontecimientos se van sucediendo y en algunos casos precipitando, al ritmo que van marcando los hechos, lo que hace que el ritmo de lectura se acelere por esa necesidad de satisfacer la curiosidad que crece en la mente del lector, y que le hace avanzar hacia adelante más rápido. Este punto se lo debo conceder al autor, pues alcanza una consecución de acciones que favorecen que el lector quiera, y hasta necesite, saber que es lo siguiente, cosa que solo ocurrirá por completo hasta que leamos la última página, pues Jacinto Rey ha querido que hasta en la última pagina tengamos acción.

En lo referente a la temática del texto, debo decir que no es muy original en cuanto a los hechos, pues lo que aquí se nos presenta a grandes rasgos ya son terrenos recorridos, sin embargo si que existen detalles y giros que le dan un toque diferente, buscando sorprender al lector, especialmente concentrados en las últimas 20 páginas del libro.

El libro en general está bien escrito, y de fácil lectura, y el lenguaje que utiliza no es excesivamente escogido, sino más bien coloquial, lo cual ni es bueno ni malo, pero quizá un poco más de personalidad en el texto habría sido aconsejable. Y cuando me refiero a personalidad quiero decir que se note un estilo concreto que permita reconocer a un autor entre otros de su género.


En general una novela fácil de leer, ligera, recomendable pero sin altas pretensiones.

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Había visto alguna imagen de esta novela por redes y tal, aunque la verdad es que no me había llamado la atención como quizás otras que me entran por ojos rápidamente y me da el gusanillo por leerlas. Cuando la ofrecieron en Edición Anticipada, pensé que era una buena oportunidad para ver si realmente cumplía lo que prometía. Lo ha hecho pero como os digo le pongo un par de "puntillitas".

La novela comienza con un hecho que sinceramente no sé si tiene relación con lo que luego va a suceder, para mí es un capítulo extra para situarnos un poco en la época en la que se va a desarrollar toda la acción, es decir, el día en el que el hombre pisa la luna. Este hecho es puramente anecdótico, sale a relucir algunas veces en la novela pero en verdad no influye en los hechos para nada. Ya os digo que si comenzamos a leer en el capítulo 2, yo creo que hubiera sido lo mismo. Quizás el autor ha querido introducirnos la violencia que vamos a percibir en la novela, o uno de los personajes que aparecerá al final... En el segundo capítulo sí nos vamos a encontrar a uno de los personajes principales, así como en los siguientes capítulos, hasta que lleguemos al sexto y conozcamos a Serafín, Bruno y Lucía, los tres personajes en torno a los que girará la historia. Hay otros personajes secundarios casi protagonistas, como Beatriz Cisneros, Mateo Riva... A todos los iremos conociendo en los próximos capítulos. Luego otros secundarios, como Mercedes, que pese a su papel de secundaria es tan potente que no dudaremos en cogerle toda la ojeriza del mundo.

Capítulos que nos van situando tanto en Madrid, donde vive actualmente Serafín, como en Tánger, donde vive desde pequeña Lucía. La ambientación en Tánger me ha gustado muchísimo, me hubiera gustado que se desarrollaran más momentos aquí porque es un lugar fascinante y el autor ha sabido recrear los lugares muy bien. Lástima que sea en Madrid, más austero y "soso" donde gira el groso de la historia.

Lo poquito que el autor narra de los momentos de Lucía cocinando, con sus recuerdos de las recetas de su madre y tal también me ha gustado mucho, será porque me encanta la cocina, pero la podía ver perfectamente mezclando especias y mimando sus platos. La recreación en estas escenas ha sido genial.

Además se van a ir entrelazando tanto el presente como el futuro a través de no tanto flashbacks sino como recuerdos de los personajes; con estos recuerdos iremos conociendo el porqué de todo lo que va pasando, pero Jacinto Rey consigue no desvelar nada claramente y que constantemente se nos mantenga la incógnita en la cabeza de porqué esas persecuciones, amenazas, muertes... Queremos saber a lo largo de la lectura qué ocurrió en la noche de las medusas, que será el punto de inflexión de toda esta historia.



Lo que ocurrió la noche de las medusas lo sabremos en las última páginas de libro, en 10 páginas o así se nos desvela todo. del tirón. Esto nos deja un poco en shock, porque cuando en una novela de 300 páginas todo se resuelve de repente en 10 parece que de repente al autor le han entrado las prisas y tiene que acabar la novela YA. El final está cerrado y todo queda bien enlazado, pero hubiera agradecido un poco más de acción al final, cuando ya se sabía todo, pues un poco de tensión, alguna escena más de enfrentamiento y no todo pim pan fuera. Además, luego en una especie de epílogo que constituye el capítulo 52 y es el típico "meses más tarde..." el autor da una vuelta de tuerca a todo, que hace que se tambalee todo lo que pensábamos de algunos personajes de la novela. Este giro prácticamente en la última página ha sorprendido a muchos lectores y los ha dejado noqueados, pero yo personalmente hubiera agradecido que no existiera, porque a mí me ha dejado un sabor agridulce. Consigue sorprender, no cabe duda, pero te hace replantearte que ha habido un montón de mal innecesario y no hacía falta. A mí sin ese final se me hubiera quedado una sonrisa, pero con ese giro inesperado pues no.

Estructuralmente ya he dicho que la novela tiene 300 páginas y está estructurada en 52 capítulos. Son capítulos cortos de 4-5 páginas cada uno. Esto hace que sea muy ágil porque se va pasando de una escena a otra, de un escenario a otro, y de un personaje a otro, y no se pierde el hilo. La verdad es que no esperaba leerla con tanta rapidez.

En resumen, y ya sabéis que esta es la opinión de una simple lectora que no es crítica ni nada de eso, os diré que La noche de las Medusas es una novela que esconde una buena historia, con algún giro interesante que sorprende, con dosis de violencia que en un thriller son imprescindibles, con buena ambientación y personajes muy marcados, pero me han sobrado algunas páginas del principio y del final.
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Me ha parecido un buen libro, entretenido y de lectura rápida ya que no contiene un gran número de páginas. Es adictivo y hace que te lo leas casi de una sentada, tal como me ha pasado a mí. En cuestión de un par de días lo tenía leído.

Lo primero que me atrajo es la portada que hizo que sintiera curiosidad por la historia. En la foto principal sale una imagen de Madrid situándola en los años setenta y su contraportada con una foto perteneciente a Taánger, lugares donde se sitúa la historia.

Y tal como dice su sinopsis, se trata de un thriller que a través de los personajes principales (Serafín Leal y Lucía Cisneros) viajan a lo largo de las dos ciudades mencionadas anteriormente.

Si que es verdad, que al comienzo del libro todo era más lioso, hasta que no conoces bien a los personajes, pero a lo largo que avanza la historia, te va enganchando más, ya que va resolviendo a modo de rompecabezas los enlaces entre unos personajes y otros.

Lucía, sin saberlo en un principio, se halla en peligro por un secreto oculto durante varias décadas y se ve inmersa en una espiral de venganza de consecuencias imprevisibles.

Me dejó intrigado hasta último momento este libro, el cual te deja con la boca abierta al descubrir lo que ocurrió durante la noche de las medusas, así como la unión que hay entre Serafín y Lucía.

En resumen, se trata de una buena lectura amena y entretenida!

Es un thriller de fácil lectura, los capítulos son cortos y está plagado de intriga hasta la última página.
El léxico es cuidado y la forma de escribir del autor resulta muy bonita y evocadora.
La historia transcurre entre Madrid y Tánger.
Los personajes en general me han gustado como están desarrollados pues están marcados por un pasado que los conduce hasta el momento en el que transcurre la trama, en los primeros capítulos se nos presenta de forma individual a la mayoría, sin embargo, me habría gustado conocer a ciertos personajes con mayor profundidad.
Entre los personajes principales nos encontramos con: Serafín Leal, un hombre pudiente en el Madrid de los años sesenta, un personaje que hará lo necesario para enriquecerse. Lucía Cisneros, una joven tangerina sin padre y que es adoptada por Beatriz Cisneros a la muerte de su madre. Carmen, una mujer que llegó a Madrid para estudiar canto y que se cruza en la vida de Serafín Leal. Mateo Riva, un detective privado aficionado al Boxeo y Bruno Grande, un expresidiario que no dudará en urdir una venganza por los años que estuvo en prisión.
La trama está perfectamente hilada haciendo que resulte fácil seguir la historia, en ella se hacen referencias a un episodio ocurrido en Tánger en el año 1945, a la cocina árabe y a sus aromas, también se marca el contraste entre la ostentación y el lujo que marca la vida de unos personajes y la miseria en la que se encuentran otros, en casi todos los episodios se dan datos del pasado para entender como llegan los personajes a donde están. El final sin embargo es precipitado, me gustaría que profundizara en algunos aspectos y en alguno resultó bastante predecible.

El alunizaje del Apolo XI, el 20 de julio de 1969, fue un momento histórico para la humanidad, y es el elegido por Jacinto Rey para el arranque de su novela. Mientras muchos están pendientes de esa proeza en cuestión, otros, además, se dedican a consumar y ejecutar unos hechos tejidos hace más de veinte años en una maraña de intrigas, venganzas y barridos de conciencia, haciendo que el lector, de alguna manera, se olvide de esa efemérides, única en nuestra historia, para enfocarse en lo que quiere el autor: lo que está por venir en La noche de las medusas.

Cuando Jacinto Rey se refiere a esa noche, no es a la llegada del hombre a la luna, sino que nos retrotrae 23 años atrás, al 10 de octubre de 1945, la noche de las medusas, para así poder saber o entender hasta dónde llegan los tentáculos de estos animales que iluminaron aquella calurosa noche de octubre, pues fueron testigos y colaboradores inconscientes de un suceso que, lejos de olvidarse, ha engendrado rencores y venganzas que deben cobrarse y limpiarse. Para esta empresa en cuestión no hay mejor día para comenzar que el 20 de julio de 1969.

Serafín Leal, Bruno Grande y Andrés el puro son tres legionarios, pertenecientes a la IV Bandera de la Legión destinada en el norte de África, que coinciden en 1945 en Tánger. Estos soldados de fortuna unen sus destinos en un primer momento con el fin de sobrevivir a la guerra y a sus circunstancias, pero más tarde el destino, entre todo el barullo, les hace tropezar con un tesoro fabuloso que ayudaría a cualquiera de ellos a comenzar una vida de riquezas y posibilidades.

Ninguno de los tres está por la labor de compartir y cada cual ya tiene decidido cómo invertir esas nuevas riquezas llegadas por casualidad, lo que provoca toda una serie de acontecimientos que se amplifican y expanden en el tiempo y entre todos aquellos que, de alguna manera, llegan a tener contacto con los tres legionarios.

Así, del Tánger de 1945 nos trasladamos al de 1969, para acabar en el Madrid de ese mismo año. El autor nos relata este recorrido por medio de capítulos breves en los que se encadenan los numerosos y diversos personajes, todos ellos dispuestos en una acción donde el movimiento es constante, haciendo que la trama se aligere para que los personajes principales encajen con los secundarios en un thriller donde las intrigas, venganzas y cuentas pendientes componen el esqueleto de la historia.

La mayoría de los personajes que van apareciendo en la historia se perfilan claramente, ya sean sicarios, asesinos, mafiosos u otros. Los vemos venir, y sabemos desde el principio cuáles van a ser sus intenciones. Otros son más retorcidos; utilizan una máscara de honestidad que nos hace caer en su perímetro de influencia, y de ellos dependen los giros argumentales y sorpresivos que el autor tiene preparados a lo largo de la novela.

Al final, si se piensa en ello, estos personajes (no diré cuáles son, para que así el lector disfrute de la lectura y se haga sus propias componendas) son los más humanos y completos, pues se componen de lo bueno y lo malo que todos llevamos por dentro, y aunque justifiquen y argumenten las terribles acciones que les llevaron a hacer y ejecutar hechos perversos, estos argumentos y justificaciones no les impiden recibir la justicia universal que el autor les ha preparado. Para impartir esta justicia enviste de brazos ejecutores a otros personajes, los que a priori parecen más malignos.

A lo largo de la novela vemos cómo todo queda resuelto; los tentáculos se van extirpando, al tiempo que las intrigas y los giros argumentales iluminan el camino de la venganza gestada hace 23 años, sin con ello perder el foco y el interés de las causas y razones de cada uno de los personajes. Tal y como pasa con las matrioskas, nada es lo que parece, y de ellos surgen las peores versiones imaginadas.

En La noche de las medusas, Jacinto Rey nos regala una novela escrita con un lenguaje sencillo, donde la agilidad y el ritmo acompañan a una acción trepidante, al tiempo que los giros inesperados añaden sorpresa y deleite, haciendo que el lector absorba su lectura de un tirón.

Una novela verdaderamente recomendable. Un escritor a seguir.
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La noche de las medusas es un thriller ambientado en la posguerra española y marroquí donde todos los personajes tienen algo que ocultar y algo que perder si se conocen sus secretos.

La trama de esta novela es una maravilla, el puzle que el autor ha creado va encajando poco a poco según vamos avanzando en la narración a la vez que el ritmo va aumentando poco a poco hasta que en un punto es imposible dejar de leer hasta saber qué es lo que ha ocurrido y qué les va a pasar a los personajes. Lo cierto es que es una trama sencilla de venganzas y traiciones pero muy bien narrada y construida de una forma que resulta muy atrayente. El autor consigue mantener tensión durante toda la novela.

Los personajes están muy bien caracterizados tanto en su personalidad como físicamente y algunos tan solo con comentar uno de sus rasgos eras capaz de reconocerlo. Me ha gustado muchísimo el personaje de Lucia que a pesar de ser una mujer muy joven, y de la época en la que está narrada la historia, es un personaje muy fuerte, adelantado a su época, independiente y dispuesta a llevar las riendas de un negocio a pesar de las dificultades y animadversiones que puedan acarrearle.

También me han gustado mucho las descripciones tanto del entorno como las referentes a la época en las que muestra de una forma descarnada cómo era la vida en esos momentos tanto en Marruecos como en España. Y también me ha gustado cómo el autor describe comidas típicas de marruecos usándolas como nexo de Lucía con su madre muerta.

En cuanto al estilo, me ha gustado bastante, aunque he de decir que en algún momento, muy puntual, he tenido que recurrir al diccionario porque no sabía qué significaba alguna palabra, sin embargo en general usa un estilo y un lenguaje accesible a todos. Como he dicho antes el ritmo es genial, empieza ya con algún susto con alguno de los personajes y poco a poco va aumentando la tensión hasta que en las últimas páginas se hace realmente difícil parar de leer.

Y qué decir del final, creo que es de los mejores finales que he leído en mucho tiempo, sin precipitaciones y sobre todo con una sorpresa final que te deja con la boca abierta, porque como he puesto al inicio todos los personajes tienen algo que esconder y las últimas páginas son totalmente impredecibles.

En definitiva, no puedo hacer otra cosa que recomendar esta novela a aquellos a los que os guste el thriller tanto como a mí, estaréis en estado de alerta durante toda la lectura.

"¿Qué ocurrió durante la noche de las medusas? ¿Hasta dónde llegará la espiral de violencia y venganza?” Así termina la sinopsis del libro “La noche de las medusas” de Jacinto Rey, de la que os traigo hoy mi opinión.

Y es que nos encontramos ante una historia llena de venganza, rodeada de personajes con demasiados secretos de su pasado.
Ambientado entre Madrid de la posguerra y Tánger, un detective irá uniendo piezas e iremos conociendo a cada uno de ellos, cuáles son sus secretos y descubriendo qué es lo que les une.

Lucía y Serafín, son los principales protagonistas de esta historia. Ella, una joven de Tánger que tiene el deseo de hacerse cargo de un restaurante de un familiar fallecido. Él, un hombre ambicioso de éxito en los negocios, pero que no goza de buena salud.
Ya que estamos con los personajes, vamos a hablar de este punto que es lo único que me ha fallado de la novela. Son muchos, cada uno con sus vidas y su pasado, y al principio de la lectura, hasta que empiezas a conocerlos a todos, se me hizo un poco lioso.
Además de Lucía y serafín, también nos adentramos en las vidas de Beatriz, madre adoptiva de Lucía, Mateo, detective privado contratado por Serafín, Carmen, Nieves, Mercedes, Bruno… bastantes personajes como comenté.
No he llegado a empatizar con ninguno. Para mí, el autor, los ha caracterizado y descrito bastante bien, pero en cuanto a personalidad, y avance a lo largo del libro, no he notado una evolución en ninguno de ellos. Quizás, la que más me ha gustado a sido Lucía, por su carácter luchador.

A pesar de tantos personajes, la lectura no se hace pesada. Los capítulos son cortos, y la manera de escribir de Jacinto Rey es muy cuidada. Debido a la agilidad de la narración y que va directo al grano, sin detenerse en banalidades, te mantiene enganchado a las páginas y se lee rápido.
El autor sabe mantenerte la intriga, y que quieras seguir leyendo y descubrir toda esta trama de personajes, y saber qué les une. Hacia la mitad del libro, empiezas a atar cabos, y aumenta la tensión y ya no puedes parar. Es adictivo. El ritmo es trepidante, no dejan de ocurrir cosas.

Un punto que me ha gustado mucho de esta novela es, sin duda, la ambientación. Sobre todo, en cuanto a la gastronomía. El autor, utiliza la pasión por la cocina, nexo entre Lucía y su madre, ya fallecida, y lo aprovecha al máximo. Las descripciones te evocan las sensaciones y aromas de la cocina árabe, y te hace viajar y casi saborear las comidas típicas de Marruecos. Un placer.

En cuanto al final, me ha sorprendido. Para mí, un buen final. Me gusta que quede todo cerrado y no haya cabos sueltos. Todo resuelto en los últimos párrafos, literal, no lo esperaba. Quizás debería haberse extendido más, pero me dejó muy sorprendida, y me pareció un magnífico cierre de historia.

En general decir que he disfrutado mucho de esta lectura. Sin duda, muy recomendable para los amantes de la intriga y el suspense, y las historias de venganza. Seguiré de cerca los próximos trabajos de Jacinto Rey.