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es una historia de amor de verano, además entre adolescentes y LGTB+, es el tipo de historia que me apetece leer del tirón, sin parones y disfrutando de ella en una calurosa tarde, y aunque no ha sido el libro de mi vida, lo devoré, para qué engañaros. En apenas cuatro horas lo leí de principio a fin, por lo que si estáis buscando una lectura ligera esta es una buena opción. En cuanto a la historia, no es muy complicada. Está narrada en primera persona por Dani, un joven que se ve presionado por él mismo para aprobar el curso y con graves problemas para relacionarse. Dani se ve en medio del campo, él que no ha estado nunca allí, con su madre y su padrastro, Carlos, y toda la familia de este. Familia que lo acoge con los brazos abiertos y que intenta hacer que el chico se sienta como en casa. Al estar narrada en primera persona solo conocemos el punto de vista de Dani y reconozco que el personaje a veces me resulta muy cargante. Su solución para todo es huir, esconderse de los problemas. Una parte de mí lo entiende, porque en muchas ocasiones me he sentido así, pero también al principio se me hacía bastante repetitivo. Todo empieza a cambiar cuando Marcos, su “primo”, empieza a acercarse a él y a tratar de incluirle en su grupo de amigos. Pero esto no saldrá como ninguno de los dos espera y sus sentimientos se irán adueñando de ellos. Algo que no me ha gustado de la relación es que es MUY rápida. Se supone que van a pasar todo un mes juntos, pero en apenas una semana está todo hecho. Es verdad que para el ritmo de lectura es algo positivo, pero también es verdad que a mí me gustan más las historias en las que el amor surge de manera más paulatina. En cuanto a Marcos, la verdad es que es un personaje con dos caras: por un lado está el Marcos que sale de fiesta, que se escapa de casa para ver a sus amigos y que es un vacilón y, por otro lado, está el Marcos tierno que quiere y cuida a su familia. Es un personaje muy lanzado pero dulce a la vez. Y eso me ha gustado mucho. También aparecen los demás primos, Sofía, Aitana, Alonso y Kevin, aunque e menor medida. Sofía es la mayor, quien más aparece y protege tanto a Dani como a Marcos. Creo que, a pesar de sus escasas intervenciones, es mi personaje favorito de la novela. En cuanto a lo padres, Diana y Carlos, los de Dani, son amor del bueno, así como Lucía y Jesús, los de Marcos, y la abuela Consuelo. A todos se les nombra, pero apenas tienen protagonismo en la historia, más allá de apoyar a sus hijos y de estar siempre con ellos. Es verdad que en alguna ocasión su intervención me ha parecido un poco forzada, pero al final agradeces una historia en la que el drama no venga por parte de padres que no aceptan a sus hijos tal y como son. Otro tema de la narración que me ha llamado mucho la atención es que apenas hace descripciones. En este tipo de novelas estoy acostumbrada a escenas en las que se describe a los personajes con mucha pasión, remarcando todas y cada una de las virtudes de los mismos. Ya sabéis que, para mí, la descripción es algo apasionante, pero en este caso me ha gustado cómo lo ha hecho, porque aunque por algunos comentarios que hacen los demás personajes podemos saber que Dani “está como un tren” creo que da mucha libertad a los lectores para que imagen a Dani y Marcos. Como conclusión, decir que es una novela que aunque es bastante sencilla, se deja leer muy bien y puede hacerte disfrutar y pasar un buen momento. Sin grandes complicaciones en la trama, me parece ideal para este momento en el que el calor aprieta y apetece leer algo mucho más dinámico. El contra que le pongo es que la relación es demasiado rápida. Enlace: https://inkties.wordpress.co.. |
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