Máquinas mortales

Máquinas mortales es un libro que empieza rápido como a mí me gusta. Imposible no engancharse con esta primera oración: "Era una tarde de primavera, oscura y desapacible, y la ciudad de Londres iba en persecución de una pequeña población minera cruzando el lecho seco del antiguo mar del Norte". Se trata de una novela distópica posapocalíptica y del subgénero steampunk que se lanzó en 2001 y que forma parte de un cuarteto de libros. Tengo que reconocer que es la primera vez que leo steampunk y me resultó interesante, aunque al principio me costaba imaginarme cómo las ciudades grandes se comían a las más chicas, pero cuando vi el tráiler de la película lo entendí mejor.

La construcción del mundo en que transcurre la novela es fascinante. En esta Londres futurista, la sociedad se divide en cuatro gremios: los ingenieros, los historiadores, los navegantes y los comerciantes. Los dos primeros gremios son los que tienen protagonismo en la novela y me quedé con ganas de saber más sobre los otros. Este mundo se rige por el darwinismo municipal, según el cual, las ciudades móviles más grandes se comen a las más chicas, les sacan los recursos y esclavizan a sus habitantes. Sin embargo, no todo el mundo es así. Aún hay ciudades que están fijas, como las nuestras de hoy en día, que forman parte de la liga antitracción. Me hubiera gustado saber más sobre la Guerra de los Sesenta Minutos que dio lugar a esta forma de vivir, pero tal vez eso se cuente en otros libros. Hace poco me enteré de que hay una precuela en forma de trilogía (Fever Crumb).

Máquinas mortales es una novela narrada desde distintos puntos de vista, algo que siempre aprecio mucho. Tenemos dos líneas argumentales: por un lado, lo que le pasa a Tom cuando se cae de Londres y empieza una serie de aventuras con Hester y, por el otro, lo que le pasa a Katherine luego de la desaparición de Tom.

Tom es un aprendiz del gremio de los historiadores. Su ídolo es Valentine, un arqueólogo famoso y personaje clave de la novela. Es interesante cómo evoluciona Tom a lo largo de la novela. Él está muy absorbido por el darwinismo municipal. Para él, las personas que forman parte de la liga antitracción son terroristas e incivilizados. Según Tom, toda persona civilizada debe vivir en una ciudad sobre ruedas. A Tom le llenaron el cerebro de ideas y prejuicios, y no puede comprender algo que hace Valentine al principio de la novela y que desencadena toda la historia.

Hester es una chica huérfana que quiere asesinar a Valentine debido a una venganza familiar. al principio, parece ser una asesina sin motivos, pero después vamos conociendo su pasado y entendemos por qué se comporta de esta forma. Es muy valiente, independiente y fuerte. Otro personaje femenino importante es Katherine, la hija de Valentine, que adora a su papá hasta que en un momento dado comienza a desconfiar y decide investigar en qué anda su padre.

Con los personajes que más conecté fue con Hester y Katherine. al principio me costó conectar con Tom debido a su mente cerrada, pero, como dije antes, evolucionó a lo largo del libro y me empezó a caer bien. Entre los personajes secundarios que me gustaron, sobresalen la señorita Fang y Shrike.

Tengo que advertirles algo: el escritor es un asesino literario. No tiene problema en matar personajes secundarios y principales si es necesario. Esto me resultó un poco frío. Se moría un personaje y no había tiempo para el duelo. El final me sorprendió mucho y me pareció bastante jugado para una novela juvenil, además de ser bastante cerrado para el comienzo de una saga. No tengo idea de qué hará el autor con los personajes en la segunda parte que se llama El oro del depredador.

En conclusión, Máquinas mortales es un libro atrapante en el que Philip Reeve critica el uso de la tecnología y nos muestra hasta dónde podríamos llegar en un futuro lejano. Se trata de una novela llena de acción y aventura, con muy poco romance y que nos deja pensando en el futuro de la humanidad. Me parece bien que hayan hecho una película porque esta historia tiene un gran potencial cinematográfico.
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Cuando en mi grupo de la Cafetería de Goodreads salió esta lectura conjunta, reconozco que me eché a temblar. Nunca había leído steampunk y la literatura juvenil no me suele convencer. Por eso este libro ha resultado una sorpresa agradable.


La historia gira en torno a Tom, un joven aprendiz en la ciudad rodante de Londres, que por diversas casualidades se ve perdido acompañado de una joven y misteriosa asesina. El libro está ambientado en un futuro lejano donde tras una gran hecatombe mundial las ciudades se convierten en entes rodantes enfrentadas entre sí.


El libro es de lectura ágil y amena, en un estilo que se acerca más a los jóvenes de edad más temprana que a las novelas de young adult. 

La historia no está mal pero hay partes que las veo, como diría, un poco infantiles por la forma de comportarse algunos personajes. No había leído nada de este autor y, sinceramente, no creo que siga con la tetralogía, no me ha enganchado para ello. Una historia en la que los protagonistas son unos adolescentes, pero que no por ello, a veces, deberían ser tan simples e inocentes, No se, la historia no me ha llegado, es entretenida y la idea es buena, pero poco más.

Acerca del libro, lo que más me llamaba la atención desde un comienzo era la manera en la que estaba estructurada la trama. Con esto me quiero referir a que no sólo me gustaban las ideas de fantasía tan originales que el autor despliega a través de este primer libro, sino que además me gustó la idea de que vaya enhebrando estos elementos con los del Steampunk. Este es un subgénero que a mí particularmente me gusta muchísimo. Creo que es uno de los pocos en los que, cuando están bien logrados, se pueden percibir dos ramas históricas. Por un lado, hay una tendencia al modernismo, al futuro. Pero que, por otro lado, está atravesado por una sociedad pasada; se siente un aire no tan lejano, como lo son aquellos tiempos en los que recién se estaban inventando las maquinarias de las fábricas. Aquella época donde se comienza a vislumbrar la industrialización, cuando las ciudades se expanden de una manera casi irrefrenable y estaban todos estos elementos característicos, como las máquinas de vapor, que comenzaban el cambiar la vida de las personas. Un poco de todo esto se percibe en la novela y juega en la trama. A veces de manera imperceptible y, por otras, de forma elemental dentro de los personajes.

Además, como aclara la sinopsis, en esta historia nos vamos a encontrar con un mundo atestado de máquinas y tecnología en todo momento. Nos vemos atravesados por una escasa naturaleza que está siendo reemplazada constantemente por lo artificial, aquello creado por el hombre. Esto, en mi opinión lectora, creo que es lo que genera los problemas en la novela: la mano del hombre.

El entorno con el que se juega aquí me parece increíble, dotado de gran creatividad por parte del autor. Además, se nota que el escritor hizo una gran investigación acerca de los elementos importantes dentro del género. He visto muy pocas veces el Steampunk en la literatura de una manera tan acertada que a la vez es versátil. Se colocan sus propias variaciones de él que hacen a la historia aún más rica. Sin embargo, hay muy poca descripción sobre la causa de los problemas centrales de la novela; es decir, el por qué las ciudades tienen este estado. Hay una falta de explicación de hechos que a mí en muchos momentos me dejó bastante insatisfecha. Si bien me gustó el tipo de descripción que hay en el libro ya que creo que es bastante innovadora (el autor crea situaciones a partir de su imaginación, de comparaciones que jamás se me hubieran ocurrido y que me han parecido muy ingeniosas), Philip Reeve se decantó por describir situaciones de ese presente donde se narra el libro, dejando de lado casi por completo el pasado de las cosas. Debido a ello, se generan varios espacios en blanco que uno como lector tiene que empezar a recomponerlos desde la nada. Esto es algo que no me ha gustado del todo, pienso que se podría haber dado algunos indicios de este mundo tan creativo. El problema que genera todo esto es que estas faltas de descripciones suelen ser acerca de los elementos más imaginativos de la historia, aquellos que tal vez como lector cuesta un poco más imaginarse porque no es algo cotidiano. A mí me costó muchísimo tratar de recomponer las ciudades andantes, por lo que fui perdiendo la magia de la lectura. Todo el trabajo de recomposición es por parte del lector y es algo que con un par de páginas mas podría haber resultado mejor.

Algo que realmente me ha dejado con un mal sabor de boca fue la escritura en cuanto a la traducción. Por momentos he visto palabras que no concordaban, que no creo que el autor tuviera esos errores gramaticales. Sino que esto más bien se ha creado a través de la traducción al español. Por supuesto, uno cuando lee fuera del idioma original se está perdiendo un mundo entero producido por el lenguaje, pero en este caso lo que me ha pasado fue distinto. La he sentido tosca a la narración y por momentos había ciertos errores gramaticales que me han parecido tontos, que con un repaso de lectura se cambian fácilmente. Todo eso fue perdiendo la calidad de la lectura, en mi opinión.

En fin, este ha sido un libro con el que he tenido bastantes altibajos. Si bien desde un inicio tenía muchas ganas de leerlo y no me ha decepcionado por completo la originalidad y maestría del autor con sus ideas tomadas del Steampunk, hubo varios elementos que me impidieron una lectura ágil. En principal, creo que el autor tendría que haber aclarado ciertas cuestiones desde el inicio y no esperar para, posiblemente, hacerlo en el segundo tomo. Este libro lo recomiendo para aquellos que apuestan al género de Fantasía, pero sobre todo les guste el Steampunk o quieran darle una oportunidad a él.
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Otro audiolibro que he leído por puro capricho momentáneo porque no creo que lea ni un solo libro más de esta saga. Para mí son demasiados, aunque la trama pudiera interesarme. Me parece que tiene una buena base, la ambientación también está genial y tenía todo para poder ser una gran historia si no fuera, en cierto modo, demasiado infantilizada. El romance está fuera de lugar, no encaja y no se desarrolla con naturalidad. La protagonista es rancia (y eso que podía ser un personaje interesante por su carácter arisco, su pasado trágico y su sed de venganza) y el protagonista es un soso (primero porque está ciego ante lo que se supone que es su mundo y luego porque es un mero complemento de la chica). Es una historia entretenida y tiene buena trama, pero a mí me parece que no está desarrollada de forma que enganche y te haga sentir que necesitas saber más de todo lo que aquí nos presentan.
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La Guerra de los Sesenta Minutos dejó una Tierra inerte, plagada de volcanes y terremotos por lo que la humanidad vió una única manera de sobrevivir: dotar a las ciudades supervivientes de tracción y perseguir a otras ciudades para "comérselas" en busca de materiales y recursos. Máquinas Mortales empieza en Londres, donde conoceremos a Tom Natsworthy, un aprendiz de historiador que, tras conocer en persona a su ídolo, se cruzará en el camino de una asesina y terminarán los dos en la Región Exterior, obligados a aliarse para poder sobrevivir.

Lo cierto es que el mundo planteado por Reeve es realmente atractivo a la par que surrealista... ¿ciudades que se comen otras ciudades? Como ya os debéis imaginar, en el nuevo mundo impera la ley del más fuerte, pero a medida que avancemos en la historia nos iremos dando cuenta poco a poco de que todo es más complicado de lo que parece.

La Guerra de los Sesenta Minutos no solo ha cambiado el estilo de vida de la humanidad si no que también ha afectado de lleno a la religión, siendo el inventor de la tracción el nuevo Dios de los hombres. Por otro lado, existe un movimiento llamado "antitraccionista" que demuestra que las ciudades podrían sobrevivir perfectamente si se asentaran en algún lugar, que es solo la avaricia de los que mandan lo que hace que sigan moviéndose de un lado a otro en busca de recursos, y sí, las ciudades tienen dientes que usan contra otras ciudades.

Esta historia tiene dos protagonistas principales, Tom Natsworthy y Hester Shaw, a quienes seguiremos en su periplo por intentar volver a Londres, uno porque desea volver a su hogar y la otra porque anhela llevar a cabo su venganza. No solo los seguiremos a ellos a lo largo de la historia, si no que existe una segunda voz que nos relata todo lo que ocurre en Londres mientras los dos principales están perdidos por el mundo, la de Katherine Valentine, la hija del hombre que Hester quiere matar.

Existen otros secundarios, como Anna Fang o Valentine que terminan de redondear la historia, pero si nombro a Katherine es porque esta es una de esas ocasiones en las que, para mí, el secundario ha hecho sombra a los principales. No he terminado de conectar con Tom y Hester, entiendo los motivos de la segunda, pero el cambio de actitud del primero me ha sonado algo forzado, no he terminado de creérmelo. En cambio, es realmente fácil empatizar con Katherine y, aunque Tom y Hester viven más aventuras, me ha parecido mucho más interesante lo que descubre Katherine en Londres, las traiciones con las que su padre tiene mucho que ver.

El final no me lo esperaba y a grandes rasgos me ha gustado bastante aunque me ha sorprendido que este libro sea autoconclusivo. al tratarse de una tetralogía creía que quedarían algunas cuestiones abiertas, pero por lo que he podido ver, se trata de otra historia distinta, con los mismos personajes, pero con una ambientación distinta. A ver qué me depara El oro del depredador.

Máquinas Mortales es una distopía realmente interesante, con un mundo muy visual (que supongo que funciona aún mejor en la película), con un trasfondo político y religioso que, para mí, ha sido de lo mejorcito del libro.
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Máquinas Mortales es una saga que al principio no despertó mucho mi interés. No sé, había algo que no me llamaba mucho la atención en su momento. Pero en cuanto se comenzó a hablar de su versión cinematográfica y salió el primer tráiler de la película, y con el añadido de Peter Jackson como director, cambié totalmente de opinión. Ver la trama cobrar vida hizo que me dieran muchas ganas de conocer lo que se escondía tras las páginas de la primera parte de la saga.

Nos encontramos en un mundo distópico donde las ciudades, tras una terrible guerra, se han convertido en máquinas de tracción que deambulan de un territorio a otro en busca de ciudades más pequeñas de las que alimentarse para poder sobrevivir. Londres es la ciudad-tracción más importante y poderosa del momento y se encuentra dirigida por cuatro gremios, entre los cuales destacan el Gremio de los Ingenieros y el Gremio de los Historiadores. Tom es un aprendiz del Gremio de Historiadores que se verá arrastrado por Hester, una fugitiva que irrumpe en Londres con el objetivo de asesinar a Valentine, a una aventura de peligros, persecuciones y lucha por la supervivencia en pleno Terreno de Caza, un territorio donde todo vale y nadie está a salvo. Mientras tanto, en Londres, Katherine, la hija de Valentine, tratará de desentrañar un peligro aún mayor para la existencia de todas las ciudades tracción y, en especial, la especie humana... ¿Qué ocurrirá? ¿Podrán Hester y Tom dejar atrás sus diferencias y unir lazos por la supervivencia?

La verdad es que al principio me resultaba un poco extraña... ¿un futuro distópico donde las ciudades son máquinas gigantes que ruedan de un lugar a otro comiéndose a otras ciudades? Era sorprendente y extraño a la vez y lo que más me intrigaba era conocer cómo se llegó a esa situación y la necesidad de las ciudades de atacarse unas a otras de esa forma. El resultado de esta primera parte ha sido bastante introductorio, sin desvelarnos mucho de lo que quería descubrir pero, con todo, está plagada de acción, de personajes únicos y bien desarrollados y, por supuesto, de una universo increíble y de lo más original y nunca visto. Seguro que en la gran pantalla es toda una maravilla de ver.

En cuanto a los protagonistas principales, diría que podemos destacar a tres: Tom y Hester, por un lado, ya que su viaje a través de esta primera parte es siempre en conjunto; y Katherine, por otro, en su propia búsqueda de la verdad en el corazón de Londres.
Tom es un joven aprendiz del Gremio de Historiadores que vive feliz y enamorado de su ciudad, Londres. Es un chico tímido y centrado en hacer bien su trabajo y ascender dentro de su gremio, pero es algo cobardica y no le gusta las confrontaciones. Pero todo esto cambia cuando se topa con Hester justo en el momento en que ésta intenta asesinar a Valentine, provocando que su vida se vea irremediablemente ligada al destino de la asesina. Tanto Tom como Hester acaban siendo expulsados de Londres con precio a sus cabezas y el odio de Tom hacia la culpable de su fatídico destino crece por momentos. Sin embargo, cuando Tom empieza a conocer la verdad sobre Hester, sobre su pasado y el motivo que la ha llevado a intentar asesinar a Valentine, todos sus pensamientos empiezan a cambiar.
Hester es un personaje que me ha encantado desde el primer momento. Dejando a un lado su personalidad, de armas tomar, autosuficiente y muy segura de sí misma; me encanta que se nos presente como una asesina y se rompa con esa imagen de protagonista perfecta y heróica de este tipo de historias. Además, otro punto a destacar es el físico de Hester. Estamos acostumbrado a protagonistas femeninas guapas y atractivas y, en este caso, Hester no es lo uno ni lo otro. Su rostro se encuentra completamente desfigurado y causa repugnancia a todo el que la mira, incluido Tom que, con el paso del tiempo aprenderá a ver más allá de su físico. Y eso también es algo diferente.
Hester y Tom gozan de un desarrollo muy bueno a lo largo de la novela. Carecen de tópicos y son personajes que poseen más defectos que virtudes. No son héroes de ningún tipo y luchan por sobrevivir. Aprenden a base del dolor, de descubrir que la vida no es fácil y que todo depende de ellos mismos.
Por último, tenemos a Katherine, la hija de Valentine, el antagonista de la historia. Katherine es una chica que ha vivido entre algodones pero que sabe muy diferenciar entre el bien y el mal. Me ha gustado mucho su actitud y cómo le hace frente a todo sin importar que pueda perjudicar a los suyos, siempre pensando en el bien mayor y en lo moral y éticamente correcto para la sociedad y la humanidad.

Me ha encantado la originalidad de la trama y la forma narrativa del autor, introduciéndonos en la forma de vida de los habitantes de Londres y las demás ciudades-tracción, así como los rebeldes y todo lo que hay más allá, en el Reino Exterior y que está plagado de peligros. Lo único que he echado en falta es algo más de profundidad en cuanto al origen y la evolución del planeta hasta llegar a donde nos encontramos, pero aún queda mucha historia por contar y seguro que veremos más explicaciones a lo largo del resto de la saga. Además, juega mucho con la tecnología del pasado, por lo que la ciencia y la historia se complementan bastante bien y le dan un fundamento realista y cercano al mundo distópico creado. Y también nos encontramos con las diferencias de clases sociales, con los ricos viviendo en lo más alto de la ciudad, disfrutando de una vida de lujos; mientras que los más pobres trabajan hasta la extenuación en los bajos fondos, en las entrañas de la ciudad. Un aspecto también cercano y que da mucho juego a la forma de ver el funcionamiento de las ciudades-tracción.

En resumen, 'Máquinas Mortales' es el comienzo de una saga de lo más original y diferente, y no sólo por la idea argumental con ciudades convertidas en máquinas que deambulan de un lugar a otro en busca de otras ciudades de las que alimentarse y conseguir sustento, sino también de cara a los personajes principales: antihéroes y villanos que consiguen la empatía del lector de forma inmediata. Atrás quedaron los héroes y las figuras idealizadas de los protagonistas. En Máquina Mortales conocemos a personajes con más defectos que virtudes, pero que están ahí para luchar hasta las últimas consecuencias por lo que creen correcto. Peca de un comienzo introductorio, pero es adictivo, y estoy deseando leer su continuación.

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Máquinas mortales es un libro que tiene un mundo muy interesante pero que no ha conseguido atraparme. Me ha parecido muy light para ser un libro de ciencia ficción y muy poco profundizado en todos los aspectos, sin embargo siento curiosidad por ver la adaptación pues creo que la escenografía puede gustarme mucho.

-Reseña completa en el enlace-

Libro tipo steampunk que trata de un mundo mucho más allá del siglo XXX... No pone en qué año está pero poco importa.
El libro no está mal pero no me ha encantado. El libro trata de las guerras por comerse ciudades para que las vencedoras sigan teniendo recursos. Las ciudades están siempre en movimiento, son ciudades tractores. No deja muy claro qué pasó en la tierra.
El libro podría ser autoconclusivo. He visto que son 4 pero no creo que me los lea. No me ha enganchado como para hacerlo.

La premisa no está mal, la idea de una distopía en la que existen ciudades que vagan para devorar a otras y así quedarse con sus recursos es cuanto menos interesante.

Eso sí, la trama es demasiado conveniente por no hablar de que el mundo parece increíblemente pequeño por la facilidad con la que todos se conocen. Demasiadas situaciones resueltas así.
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