Pero si la vida nos plantea retos que se salen del patrón, ¿Qué podemos hacer? Me da risa que las mujeres tengan tan pocas alternativas, y encima se les castigue por echar mano de lo que tienen. Me da risa que se injurie a las mujeres por usar el único poder que poseen de un modo que las beneficie. Me da risa que estemos condenadas a una vida de vituperios por alejarnos de la paradoja retorcida en la que nos convierte la naturaleza y la práctica. Muchas cosas me hacen reír, Amy, y ninguna de ellas es divertida.