Si no hubiera tenido cosas que hacer este fin de semana, me habría leído las 405 páginas en un día y medio como mucho. Tengo que decir que pensaba que iba a ser como del amor y otras pandemias de Myriam M. Lejardi (aka. la mimi), pero aquí seguimos a varios apartamentos. Un rollo de una noche, una pareja que lleva un mes, una pareja que lleva cuatro años, una pareja que se ha quedado separada por este confinamiento y un grupo de amigas que celebraban una despedida de soltera. Admito que el drama de cada historia y cómo de alguna forma se afectan un poco unos a otros es lo que más me ha enganchado. Si soy una cotilla, se dice y punto. También me ha recordado un poco a la dinámica de Aquí no hay quien viva (mucho mejor que el libro porque es incomparable. Lo digo sin acritud, pero lo digo). Un edificio de vecinos y sus dramas. Es verdad que es una comedia romántica en toda regla, cosa muy diferente a esta serie maravillosa, pero no he podido evitar ver a Emilio en el portero. Ese portero se merece alguna mención en esta reseña, un poquito de por favor. Dicho esto, es un libro romanticón cuqui con muchas tramas que seguir (tenemos enemies to lovers chiques), pero que es muy sencillo de leer. Está dividido en los siete días que dura el confinamiento, de domingo a domingo. Y dentro de dichos días por apartamentos y narradores. Una cosa que me ha gustado mucho de ello es que se diferencia bien el estilo de cada personaje a la hora de contar su historia. La única pega que le puedo poner es algún detalle de la traducción, ya sabéis que aquí nos fijamos mucho en eso (de formación profesional). Pero tengo que decir que es una muy buena traducción, se nota que se ha trabajado en ello y que las notas del traductor están bien elegidas. ¿Os importa esto? Pues no lo sé, pero yo lo digo porque soy consciente de que una mala traducción puede destrozar la lecuta. Esta es una buena traducción. He de decir que de tramas/apartamentos favoritos tengo dos, porque no puedo elegir uno sobre el otro. El primero es el del rollo de una noche: mucho dramita al principio y bastante tensión. Aquí todos sabemos que nos gusta cuando los personajes son tontos y no se dan cuenta de que se gustan aunque es obvio. Les quiero mucho a Imogen y Nathan. Luego (y no diré en qué apartamento es, aunque creo que es bastante obvio desde el principio) me ha encantado la trama de las bolleras, porque yo empecé sin saberlo y me llevé una sorpresa muy positiva. Es que la bollera principal es muy gay panic todo el rato y si soy, no nos vamos a engañar. Sobre los finales. Imogen y Nathan tienen de mis finales favoritos, no diré porqué. Pero chapó ahí. Luego hay uno que dejan un poco en el aire, cosa que me gusta y me disgusta. Es realista, sí; pero en este tipo de libro creo que no me encaja del todo. Ahora, dejar ahí con la duda a veces me parece una elección interesante y creo que este es el caso. Aunque la vieja de radio patio que hay en mí, me pide descubrir lo que ha pasado con esos personajes. En resumen, quiero que lo leáis y quiero comentar y quiero leer más de la autora. He visto que tiene uno de navidad... Igual cae. No lo voy a negar. -Ele + Leer más |