Una bilogía que empezarás a leer y que no podrás parar hasta acabar el segundo libro. Tenemos a Elena, una estudiante de veterinaria centrada que no sale mucho y que sólo tiene un enemigo, el padrino de la boda de su mejor amiga. Marcos es un abogado guapo siempre acaba discutiendo con Elena y se odian a muerte, pero, una noche de locura en la boda, acaban liándose y todo se complica. Poco a poco iremos conociendo el pasado de ambos, porque se odian, si tienen o no razón y también todos sus secretos. Iremos alternando con el presente, sus tiras y aflojas, sus peleas tan divertidas, aunque vamos viendo como poco a poco van sintiendo el uno por el otro, aunque Elena tiene miedo. Es una bilogía muy bonita que me ha hecho reír mucho, porque hay muchas peleas y situaciones en las que se pican que me han provocado verdaderas carcajadas. La forma de narrar de Violeta es tan cercana que empatizas con ellos mucho y sientes que formas parte de la historia. Ríes y sufres por ellos. Tenemos mi cliché favorito pero llevado al humor, a la ternura, al darse oportunidades y al ver que las apariencias engañan y las personas cambian. Ambos personajes van evolucionando, desde el pasado a la actualidad, ella se abre y él empieza a ser mejor persona, a enamorarse por primera vez. Yo realmente, me he ido poco a poco enamorando de Marcos porque es un personaje genial. Los secundarios como Amanda aportan muchísimo a la historia y complementan estos libros a la perfección. Ha sido mi mejor lectura del mes y una de las mejores del año, pues la bilogía forman un pack perfecto que te enamorará si adoras la romántica como yo. |