No estoy de acuerdo con esa frase hecha de que “las segundas partes nunca fueron buenas”, y “Legado en los huesos” es un buen ejemplo de ello. Aunque está lejos de parecerse a la primera novela de la trilogía, los elementos que me engancharon en la anterior siguen estando presentes en esta. Nos reencontramos con la inspectora Salazar, sus compañeros y su familia. Muertes macabras, suicidios que abren muchos interrogantes, huesos desenterrados y un mensaje que se repite “TARTTALO” y que de alguna manera va dirigido a la inspectora. Con estos elementos Dolores Redondo combina un ritmo frenético para el caso y uno más pausado para las partes “místicas” de la historia, que hace que las páginas vuelen sin que te des cuenta. A diferencia de la primera novela, donde para mí la parte personal de la inspectora fue lo más destacable, en esta se me ha hecho bola hasta el punto de llegar a detestar un poco al personaje de la inspectora Salazar 🫣 que tiene determinados comportamientos con los que me ha resultado muy difícil empatizar. Sin embargo, la parte del caso me ha encantado, una investigación que se cuece a fuego lento, en la que todo el equipo tiene un papel determinante y donde personalmente creo que brillan Etxeide e Iriarte 💙 dos personajes que espero tengan más protagonismo en la siguiente novela. + Leer más |