El guardián invisible

El basajaun fue el sobrenombre que le dieron al asesino que asolaba el Valle de Baztán, sin embargo nada más lejos del guardián invisible del bosque.
Amaia Salazar es la inspectora que atiendo el caso, la policía estrella, ya famosa por su pericia. En este caso, tiene que lidiar simultáneamente con muchas cosas tanto dentro de ella como fuera, el regreso a Elizondo y sus propios demonios.
Esta historia mezcla tanto lo fantástico y lo real, imaginario o no, que nos lleva a un nuevo tipo de thriller. En todo momento me tuvo con una sensación de agobio casi física, la tormenta en la vida de Amaia en el centro de todo.
En todo momento Dolores Redondo nos presenta los lugares como un personaje más, la ciudad como un ser vivo al que se le puede tomar el pulso en sus calles, que marca la idiosincrasia del lugareño como el hierro candente, es maravilloso…. Y ni qué decir del bosque, el rio, puedes sentir respirar todas las locaciones de la trama.
En mi visión de la novela hay un pero y es que la solución me pareció una vuelta de tuerca un poco forzada, tal vez fue la manera de cerrar un capitulo en la trilogía y abrir la oportunidad de la segunda entrega, pero eso me pareció flojo, más que sorprendente el final me pareció pegado, no muy orgánico… y hay unos cuantos personajes que no le perdona a la autora que los haya dejado ahí aparcados, me imagino que los retomara en otras entregas, así que desde ya tengo que saber que más quiere contarnos Dolores redondo.