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Ha sido una lectura ágil y fresca que atrapa desde la primera página, desde ese encontronazo entre Valery y un tipo en moto… Ella se muda de California a Nueva York por trabajo y aprovecha para empezar de nuevo y cambiar de aires, lo necesita casi tanto como respirar; pero los principios en el trabajo no van a ser fáciles, o cierto personajillo no se lo va a poner nada fácil. En un mundo de hombres, tendrá que hacerse hueco y ganarse la confianza de sus subordinados. En cuanto a la parte masculina nos vamos a encontrar con Adam, el jefe de equipo de los SWAT, que esconde un gran secreto, que su pasado le ha ayudado a no creer en el amor, aunque no va a poder resistirse a la tensión que desde un principio siente hacia su nueva jefa. Ambos son muy testarudos y eso les hace entrar en un tira y afloja continuo que nos mantendrá pegados a las páginas de esta historia. En cuanto a los secundarios, son perfectos y muy necesarios para el desarrollo de esta historia. Hablando de la narración, está hecha en primera persona, generalmente narrada por Valery, aunque hay algunas partes también narradas por Adam. Esto le añade cercanía, bajo mi punto de vista, y te hace estar más inmerso en esta historia de tensiones, enredos y romanticismo. al final, es una historia de segundas oportunidades, de no negarte algo posible por haber sufrido con anterioridad, de seguir adelante con las consecuencias del pasado. Alguna vez me habría gustado darle un pequeño capón a ambos cabezotas. En general ha sido una historia que he disfrutado (en unas cuantas horitas) y que recomiendo a los lector@s del género. Yo ya me he puesto con la segunda parte, con la historia del “pobre” Connor :) |
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