Un tío con una bolsa en la cabeza

Dos desconocidos han entrado en casa de Gabriel Sánchez Santana, Gabrielo. le han atado las manos y le han puesto una bolsa en la cabeza. Gabrielo es el alcalde del municipio canario de San Expósito. Un alcalde corrupto, de un partido político corrupto, de un municipio corrupto.

Gabrielo no puede liberarse y no espera que nadie vaya a hacerlo. Así que tiene unas horas hasta que el aire que hay dentro de la bolsa se acabe y él muera por asfixia. Tiene unas horas por delante en las que reflexiona sobre su vida, su trabajo y sobre quién quiere matarle.

Gabrielo no pudo ver la cara de sus asaltantes y, por lo tanto, tiene que pensar en quién puede ser su asesino. Tarea nada fácil cuando se tienen tantos enemigos, pero también tantos amigos, como tiene Gabrielo. Cualquiera de los contactos que ha hecho durante sus años como político, antes y durante su alcaldía, ha podido ser el que ha ordenado el asesinato. Empresarios a los que no ha favorecido, empresarios a los que ha favorecido, políticos de la oposición, políticos de su propio partido, alguien perteneciente a su esfera personal… Gabriel da un repaso a todos los que han pasado por su vida y analiza los motivos que ha podido tener cada uno para desear su muerte. Y se da cuenta de que son tantos que va a ser imposible quedarse con uno solo.

“Un tío con una bolsa en la cabeza” es un largo monólogo en el que Gabrielo va desgranando su vida. Un monólogo interior, pensado por y para Gabrielo pero que se dirige a la yugular del lector como si Gabrielo le estuviese hablando de tú a tú (cosa que hace ocasionalmente). Porque con Gabrielo vamos a vivir esas horas de angustia viendo como se le va acabando el aire y anticipando su final. Y eso a pesar de que lo que Gabrielo nos muestra de sí es de todo menos bonito.

Estamos ante una novela muy negra, casi claustrofóbica, en la que lo de menos es saber quién es el asesino. Llega un momento en que te da igual saber quién ha ordenado la muerte de Gabrielo; ha podido ser cualquiera, muchos tienen motivos para hacerlo y la elección entre uno y otro la verdad es que como lectora me daba igual. Lo mismo podía ser X que Y, cualquiera de los posibles culpables hubiera sido adecuado. Y si el descubrir al culpable es lo de menos, ¿qué es lo importante en esta novela? Pues, respondiéndome a mí misma, lo importante es lo que nos cuenta Gabrielo y la feroz crítica que se hace a la política. Porque, desgraciadamente, esta historia tiene visos de realidad. No la bolsa en la cabeza pero sí lo que hay detrás. Esos políticos corruptos acostumbrados a poner la mano y a enriquecerse ellos mismos sin buscar el bien común (que debería ser la finalidad de cualquier partido político). Desgraciadamente, todos sabemos que historias como las de Gabrielo no son de ciencia ficción sino de lo más corrientes. Cada poco los medios sacan a la palestra políticos –da igual de qué signo- a los que se les ha pillado con las manos en la masa. Pero verlo así, desde dentro, contado por una persona que no tiene pelos en la lengua y que narra todo tal y como lo vivió, pues da repelús la verdad.

Y es que Gabrielo no va a justificarse. No tiene por qué hacerlo, al fin y al cabo no se está defendiendo sino recordando su vida, sólo para sí. No pone las cosas bonitas sino que las cuenta tal y cómo ocurrieron. Y quizás por eso, o quizás porque es un sinvergüenza salado, Gabrielo acaba cayendo casi bien. Quizás también porque no es un personaje completamente malo y no hay ninguno en la novela completamente bueno. O por la gracia con la que cuenta a veces las cosas. O porque no es el único “malo de la película” . ¿Quién es peor, el que pone la mano o el que ofrece el dinero a cambio de un favor? En esa carrera me temo que son todos malos.

El estilo de Alexis Ravelo me ha encandilado. Frases muy cortas, a veces de tan solo tres o cuatro palabras. Un humor negro, irónico, socarrón, destilado a través del texto. Un monólogo al que consigue imprimir ritmo e implicar al lector dirigiéndose ocasionalmente a él. Una novela entretenida que nos hace ver las entrañas podridas de la política.

Conclusión final

“Un tío con una bolsa en la cabeza” es una novela negra imbuida de un humor negro que con un estilo muy peculiar y en primera persona nos habla de la corrupción política. Una novela sumamente entretenida que no dudo en recomendaros.
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Buena parte de las novelas de Alexix Ravelo, arrancan con su protagonista en un momento desesperado. Y en Un tío con una bolsa en la cabeza lo hace de un modo muy especial, porque la situación del protagonista de la novela no puede ser más desesperada: con una bolsa en la cabeza y amarrado de tal modo que no puede ni quitársela ni pedir auxilio.
Solo puede hacer una cosa, pensar, convertirse en el detective de su propio asesinato, pues tal parece que eso es a lo que se está enfrentando: a su propio asesinato.
De ahí que la novela tenga una estructura muy singular: un monólogo del protagonista repasando toda su vida, la que le ha llevado hasta allí, para averiguar quién y por qué ha querido asesinarlo.
Enemigos no le faltan, porque no se llega a un puesto como el que le ocupa sin dejar unos cuantos cadáveres por el camino. Y él los ha dejado. Porque además, cuanto más de abajo vengas, más tendrás que dejar.

Gabriel, Gabrielo para los amigos es el alcalde del municipio de San Expósito, un pequeño pueblo que, gracias a la visión especulativa de su ayuntamiento, ha pasado de ser un pobre lugar perdido en el mapa de la isla, a un ejemplo de explotación del entorno para convertirlo en un gran centro de turismo.
Todo comenzó a la sombra de El Viejo, al que Gabriel se arrimó cuando casi era un crío y del que aprendió todos los manejos que hay que hacer para llegar a ser alcalde.

Por todo ello, Un tío con una bolsa en la cabeza es una reflexión sobre la corrupción política, esa que le ha permitido llegar a ser lo que es y que probablemente sea también la que le está matando en esos momentos.



OPINIÓN PERSONAL

Alexis Ravelo es uno de mis autores favoritos de novela negra española. Un autor que nunca me defrauda. Un tío con una bolsa en la cabeza no ha sido la excepción. Una novela corta (poco más de doscientas páginas con letra grande) que se lee en un suspiro y que nos narra una historia de corrupción que, por más que se localice en un municipio canario, bien podría ubicarse en cualquier pueblo de la costa española.
Una de esas historias que te mantienen con el alma en vilo desde el primer momento, sin saber si estás ante la crónica de una muerte anunciada o el protagonista va a conseguir salvarse, mientras él va repasando una vida que no hay por dónde coger.
Estremecedora, claustrofóbica (más para el pobre Gabriel con la bolsa en la cabeza). El retrato de un pueblo de España que, por desgracia, es mucho más real y frecuente de lo que sería deseable.

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“Yo seré un cabrón, pero, por lo menos, sé de dónde vengo. No lo oculto. Lo llevo con orgullo. Soy Gabriel Sánchez Santana, el hijo de Juan el Albañil. Y a mucha honra.” ~ Un tío con una bolsa en la cabeza de Alexis Ravelo.

Gabriel se despierta y se encuentra en su casa atado y con una bolsa en la cabeza. Desde ese momento sabe que su final es muerte por asfixia así que comienza un diálogo interior para descubrir quién ha querido asesinarlo. En ese diálogo, que se convierte en el monólogo que describe toda la historia, Gabriel recuerda su vida.

Conocido como Gabrielo para sus amigos, Gabriel es el alcalde de San Expósito, un pueblo de Gran Canarias. Analiza quién de sus enemigos, bastantes considerando que ha sido un alcalde corrupto, ha podido encargar su asesinato; pero también quién entre los que él consideraba amigos.

En su monólogo habla de los chanchullos de la política y de los medios de comunicación, de la ambición sin limites, de la falta de escrúpulos pero no es una narrativa entonando un “mea culpa”, todo lo contrario, tampoco es un libro denuncia; es un relato continuo de una realidad. Y quizá ahí está la parte más dura de la historia: esa aceptación misma de la corrupción política sin necesidad de ser justificada ni de sentir arrepentimiento.

Tenía curiosidad por leer algo de este autor y me ha gustado mucho su estilo. Las tramas políticas no son mis preferidas pero en este caso lo he llevado bastante bien porque el autor va enlazando la historia con aspectos personales de la vida del protagonista que, por cierto, me ha caído como un tiro.

No me parece fácil describir la historia solo en monólogo y que se haga llevadera y sobre todo no me parece nada fácil meterse en la piel de semejante personaje que tiene todos los defectos más irritantes del planeta. Es un libro corto, menos de 200 páginas, que se lee muy bien y que te va enganchando los capítulos uno tras otro sin que te des cuenta. Seguiré leyendo algo más de este autor.

Un tío con una bolsa en la cabeza es el título singular de una novela original que describe perfectamente el meollo de la trama de esta novela negra, ultra negra y magníficamente escrita, mostrando de paso el hablar coloquial de los canarios, algo diferente del castellano puro, lo que le agrega un charme.

El tío con una bolsa de basura, aunque perfumada, en la cabeza es nada menos que Gabriel Sánchez Santana, alias Gabrielo, el alcalde de la localidad ficticia de San Expósito, localidad que surgió de la especulación inmobiliaria y del turismo de masa, una localidad que en un comienzo fue una caleta de pescadores.

Gabrielo era hijo de un albañil, personaje pobre y probo. Pero Gabrielo se acercó temprano al alcalde de entonces, el Viejo, quien se preocupó de que cursara estudios para luego tomarlo bajo su ala e iniciarlo a la práctica de la corrupción a todos los niveles. Y cuando el Viejo se retira, Gabrielo es quien tira los cordones de la bolsa y blanquea hasta dinero de la mafia rusa via los business locales.

Este libro, segundo que leo a Ravelo, tiene una escritura perfecta, brillante y contundente. Y, aun más, interesante, porque nos describe paso a paso el modus operandi de la corrupción en un balneario canario, a todos los niveles, especialmente políticos. Una verdadera lección de amoralidad, desfachatez, sinvergüenzura y caciquismo en unos cara duras que se creen amparados de todo.

Todo el relato se lee como un flujo de conciencia o diálogo interior, alternando a la primera o a la segunda persona del singular con diálogos ultra cortos que imprimen un ritmo a la novela, pero también párrafos largos que muestran la actividad cerebral desbocada de alguien que se está asfixiando. Gabrielo ha sido atacado a su domicilio por dos rufianes, en lo que pareciera un simple robo, pero que el alcalde sabe que alguien (amigo o enemigo) quiere su pellejo. Durante todo el libro Gabrielo analizará todas las probabilidades y pasará el film de su vida contando sin tapujos, todas sus malas y pésimas acciones sin que jamás haga una autocrítica o se arrepienta de los hechos (el lector llega a la conclusión que toda esa corruptela es tan NORMAL entre los corruptos, y el que no aprovecha, es un cretino).

"Esto va de un tipo que se asfixia con una bolsa en la cabeza. Un tío solo, amarrado, que piensa mientras se muere". Y de esta forma nos narra su vida, sus primeros pinitos en política hasta llegar a lo más alto.
Alexis Ravelo nos hace una fotografía esclarecedora de la corrupción política, los chanchullos, tejemanejes y falta de escrúpulos que se han cometido en este país y que visto lo visto se siguen cometiendo. Todo ello escrito magistralmente .

Esta es la tercera novela que leo del autor, que siempre logra sorprenderme gratamente. A este libro en concreto le tenia muchas ganas. Ya solo el título llama mucho la atención y fue verlo en el escaparate de la librería y saber que se venía conmigo.
Me asombra la maestría de Alexis Ravelo para conformar una obra tan bien escrita, , original y con tanta tensión narrativa con tan pocos elementos.
trata de eso mismo, del discurrir del diálogo interno a modo de monólogo, el discurrir del pensamiento de nuestro protagonista, un tío maniatado y con una bolsa de basura en la cabeza. Un monólogo lleno de sarcasmo y humor negro, pero también angustiante, que transcurre en capítulos no numerados, como los pensamientos, en un continuo fluir.
En esta historia Alexis Ravelo consigue que nuestro protagonista se a la misma vez la víctima y el propio investigador. ¿Quién ha querido hacerle daño? Y sobretodo, ¿conseguirá salir con vida de esta agobiante situación? Enemigos no le faltan después de tantos años en política.
Es destacable la sensación de agobio que es capaz de transmitir la historia, y no solo por la bolsa en la cabeza de Gabrielo, sino por su propia vida. Una vida política rodeada de ambición, ansias de poder, pero también de mucha corrupción , enemigos y soledad.
ahonda en todo eso, en la corrupción, las relaciones humanas, la soledad, las decepciones y el sentimiento de culpa.
Un retrato sobre la situación política de nuestro país, desde la época postfranquista, pasando por el inicio de la democracia, el pelotazo urbanístico, hasta la actualidad.
Una novela corta pero profunda, que nos hace reflexionar sobre la sociedad y el ser humano.
Totalmente recomendable.

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Gabriel Sánchez es un alcalde corrupto del municipio de San Expósito.

Una noche de regreso a casa, es asaltado por dos desconocidos. Maniatado y con una bolsa en la cabeza es como lo dejan una vez conseguido su botín.

Sin posibilidad aparente de que alguien lo rescate y a sabiendas de lo que le espera Gabriel hace un repaso mental para intentar identificar a esos dos mediocres que lo han abandonado a una muerte segura.

Una vida llena de corrupción, ambiciones y deslealtad es la que lo ha llevado a dudar de si el robo en su casa es cosa del azar o de terceros.

Cuando sabes que tu fin está cerca, dicen que ves tu vida pasar; Eso es lo que hace Gabriel, mientras llega ese último instante o suspiro que lo dejará rendido a lo que no esta preparado.

Una historia claustrofóbica y agresiva. Una mirada lasciva a la corrupción política y la ambición dejando de lado a la ética y la lealtad.

Un libro de menos de 120 páginas que te tendrá en vilo.

Hola,

pues este libro trata de lo mismo que pone en su título, no es ni más ni menos que un hombre con una bolsa en la cabeza, sí, sí, tal cual.
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Han entrado a robar a su casa y lo han dejado así. Él mientras tanto, piensa como poder romper la bolsa a la vez que intenta recordar la voz de la persona que entró a robar, ya que le suena familiar.
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Y así transcurre el libro, y el final, pues lo tendréis que leer para saber qué pasa. ¿Podrá romper la bolsa? ¿Irá alguien a su casa? ¿morirá o vivirá?
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Este libro agobia un poco, y claro, te mantiene sin saber qué pasa hasta el final. Desde mi punto de vista sobra contenido, por que hay veces que se me ha hecho pesado, aún así, está entretenido.
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Si lo habéis leído contadme.
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Sin más…

a seguir leyendo…


Cita bibliográfica: 
- Autor: Alexis Ravelo
- Título: Un tío con una bolsa en la cabeza
- Año de edición: 202
- Edita: Siruela; Nº 3 edición
- Páginas: 244
Enlace: https://lalecturadelrincon.b..