Muerte helada

El Edimburgo mas oscuro, el Rebus mas íntimo.
Con esta historia conocemos lo que a primera vista no se muestra.
EDIMBURGO
Una hermosa ciudad, que he visitado con ojos de turista sorprendida pisando un trozo de historia, con unos hitos imposibles de pasar por alto, la milla real y Holyrood y que es diferente por sus singularidades a otras capitales, pero tan, tan igual en el fondo a todas las ciudades del mundo.
Porque si hay algo que las unifica es la ambición, el deseo de fortuna, de dinero, de poder, en suma la corrupción.
Rebus
Mas cercano que nunca, dolorido por la vida que va dejando atrás, sus sueños rotos le impulsan a beber, pero su alma de policía honesto no le deja seguir adelante sin profundizar donde nadie quiere que lo haga.
Su mente torturada le hacer seguir las pistas que dejan tres suicidios sin ninguna conexión dos jóvenes, casi adolescentes y un hombre con una enfermedad mortal.
Políticos deshonestos, empresarios ávidos de dinero, policías comprados perturban su vida y una gran pregunta a la que busca respuestas ¿Porqué?
¿Hasta donde le llevará esa obsesión?

En esta ocasión Rebus se ve inmerso en un caso muy actual, donde se aúnan dinero, poder e intereses políticos. Y como siempre, Rebus llegará hasta las últimas consecuencias para descubrir la verdad a pesar de que ponga en juego su puesto de trabajo.

Me encanta Rebus y me encanta el estilo de Ian Rankin, estos libros se leen de manera ágil y enseguida te sumergues en la trama, pero....pues si, en esta ocasión hay un pero, Rankin ha metido demasiada política para mi gusto en este libro, aunque me ha gustado, este junto a Causas mortales son los más flojos desde mi punto de vista.

También tengo que decir que los libros han ido mejorando en calidad según avanzas en la serie, y también han ido evolucionando poco a poco, acercándose cada vez más hacia la novela negra, en detrimento de la novela policiaca de sus primeros libros.

Y por último, no me ha gustado nada el final, según mi opinión, no aclara nada de lo que va a ocurrir con los implicados y a mi me gustan los finales sin flecos.

En esta ocasión Rebus se encuentra en medio de un enredado y entramado caso de delitos de cuello blanco, donde entran en juego políticos, empresarios e incluso altos cargos policiales.

Como siempre a pesar de que le pidan que deje estar las cosas Rebus llega hasta las últimas consecuencias, mismas que en cierto modo afectarán el futuro de Rebus.

Me ha gustado el libro, como en cada entrega se nota que Ian Rankin ha ido evolucionando en cada libro y en este caso, hace una denuncia de situaciones locales, que si bien, yo no entiendí toda la parte política, si resulta en algo bastante entretenido y lo suficientemente enredado y peligroso para que resulte atractivo.

El Rebus que vi en la primera entrega ha desaparecido casi al completo, el personaje ha mutado en un inspector sombrío e incluso algo amargado, si bien su esencia esta ahí, lo cierto es que lo que comienza como una serie policial muy normalita se ha estado convirtiendo en cada entrega en novela negra muy marcada.

Me gusta la serie, me gusta como escribe Rankin, me gusta Rebus a pesar de ya no tener la personalidad chispeante que tenía en las primeras entregas, pero que a pesar de ello no pierde su frescura como protagonista de una serie y el peso que lleva en ella.