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Quien no conozca la saga del inspector John Rebus podría pensar a la vista del título que el libro trata de enigmas religiosos o de alguna especie de secta o sociedad secreta. Nada que ver. Esa particular "Biblia" hace referencia al código de Derecho Penal escocés al que juraron fidelidad, aunque a su manera, un grupo de policías que se autodenominaban los "Santos" y entre los que se encontraba un Rebus recién incorporado al cuerpo de policía. Han pasado muchos años desde aquel juramento y el inspector Rebus ha tenido tiempo de ascender, jubilarse y hasta de reincorporarse; y eso sin contar sus avatares en lo personal. Rebus es ahora sargento detective y es Siobhan, su eterna compañera y amiga, la que ostenta el rango de inspectora. Cuando Rankin jubiló a Rebus en "La música del adiós" inició una nueva serie policiaca con el detective de asuntos internos Malcolm Fox como protagonista; y como ya hizo en un libro anterior, en esta ocasión vuelve a reunir a los dos detectives, si bien el peso de la historia lo lleva Rebus. La trama alterna la investigación del accidente, o mejor dicho, lo que Rebus sospecha que hay detrás, con la investigación de la que él mismo está siendo objeto junto a sus antiguos compañeros del grupo los "Santos" por un caso que se reabre 30 años después bajo una pátina legal pero que en realidad tiene más que ver con intereses políticos. Es una trama bastante compleja, son muchos los hilos que se manejan a su alrededor y muchos los personajes que aparecen involucrados (nombres por aquí y por allá), lo que en ocasiones causa confusión y dificulta el correcto seguimiento de la historia, de manera que hay que estar atento en la lectura para no perder detalle. El clima de agitación que se respira en Escocia a las puertas del referéndum para la independencia del país se reproduce con mucho realismo en esta historia que da prioridad, como viene sucediendo en las últimas entregas de la serie, a los problemas de la sociedad, en este caso con la política a la cabeza, pero poniendo de relieve también la corrupción, la justicia, la legalidad y el mundo de la delincuencia en general. Con personajes bien construidos y diálogos abundantes y ágiles, la novela se lee con interés sobre todo por el realista enfoque con el que el autor desarrolla todo su entramado; sin embargo la tensión argumental y la intriga son más moderadas que en otros títulos de la serie. |
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