Tres mil noches con Marga

Todo lo que se guarda bajo llave quiere ser preservado, y ese precepto fue el que me llevó a que reparase en esta novela cuando la vi entre las novedades de la editorial. Los secretos son un imán para la innata curiosidad humana y gracias a esa curiosidad hoy os puedo traer mis impresiones sobre "Tres mil noches con Marga", una novela emotiva e intimista, que te remueve por dentro, escrita con un estilo muy personal y que pone de relieve cómo el pasado está siempre presente y nos acompaña, marcando hasta el más inocente de nuestros actos.



"No hay dolor más grande que el que nos causa un ser querido"



En esta novela se van a desarrollar tres episodios trascendentales en la vida de Margarita, de Marga y de M, tres apelativos que corresponden a una misma mujer, Margarita Durán, su protagonista absoluta. Ella es doctora en Biología e imparte clases en la Universidad de Alaska Fairbanks desde hace tres años. Nació en tierras gallegas y hasta allí decide desplazarse, tras años de ausencia y sin ver a los suyos, cuando su madre la llama para ponerla al corriente del grave estado de salud de su padre. Una llamada temida por M porque hará aflorar las heridas abiertas del pasado y los dolorosos recuerdos que los sentimientos bloquearon con el tiempo, logrando mantenerlos encapsulados en su memoria. Tras imponerse lo emocional a lo racional, M se tragará su orgullo y siguiendo los dictados de su corazón viajará hasta el lugar donde veraneaba de adolescente, para pasar la Navidad en familia, dispuesta a ajustar cuentas con el pasado y poder cerrar viejas heridas. Nadie conoce la razón de su ausencia, de que decidiera egoístamente sacrificarse y desaparecer, alejarse de su familia. Porque algo ocurrió aquel verano del 97 que le impide pisar de nuevo aquel pueblo. Pero han pasado nueve años desde el último encuentro y cree poseer el valor necesario para revelar lo ocurrido, enfrentarse a los fantasmas de su pasado, aunque tiene claro que esta confesión tendrá sus consecuencias, pero eso ya no le importa.



Con un estilo muy personal, en el que prima la parte narrada sobre la dialogada, una prosa sin florituras, una cadencia sostenida y envolvente, la ideal para poder paladear la novela plenamente y en su justa medida, y de la mano de un narrador omnisciente que mantiene distancias e imparcialidad, lo que ayuda a crear cierto ambiente de tensión, Pedro Ramos ha concebido una novela estructurada en tres hilos temporales bien diferenciados que van a discurrir en paralelo, adentrándonos en distintos planos remotos de la vida de su protagonista principal, para desvelar los secretos de su familia.



Un viaje al pasado de una Margarita en plena adolescencia, una etapa difícil en la que jóvenes hacen gala de su rebeldía, tonteando con sustancias prohibidas y creyéndose los dueños del mundo, con todos los derechos y ninguna obligación. Margarita se va a criar en el seno de una familia de corte tradicional, marcadamente machista, en la que la educación de la prole era una obligación de la madre y bajo el férreo control de un padre hipócrita y arrogante que siempre la vio como una niña ingenua y juerguista, pero jamás la valoró en su justa medida. Para contextualizar esta parte de la trama el autor inserta una serie de pinceladas con las que nos va haciendo partícipes de nuestra historia más reciente, la de los años ochenta. Una época que tiene como telón de fondo los estragos que la droga causó en tierras gallegas, llevándose por delante a toda una generación, acabando con la vida de muchos jóvenes, pobres y ricos, sin distinciones. En este ambiente pasa Margarita sus vacaciones de verano en el pueblo de sus padres, un lugar donde el tiempo tiene otra dimensión y la gente continúa viviendo como en el pasado. Pero aquel verano en familia será especial para ella por varias razones...



Avanzaremos en el tiempo, hasta el verano de 1997, para conocer a una Marga responsable, testaruda y reservada, que tras aprobar su tesis doctoral vuelve a casa, con ciertas reticencias, para ayudar en un acontecimiento familiar. Pero algo la obligó a calzarse los zapatos del olvido y, sin volver la vista atrás, se marchó lejos. Escapó dejándolo todo y, marcando las distancias, se alejó de su gente, de su familia. Y todo este hilo argumental tiene como telón de fondo el terrible episodio que marcó el nacimiento del Espíritu de Ermua.



Sintetizando: "Tres mil noches con Marga" es una novela cautivadora e intimista que habla de reencuentros, rebeldía, reconciliación, familia, secretos, soledad, crecimiento personal, del dolor y los silencios. Silencios que llegan a decir más que las propias palabras. La historia dolorosa de una mujer valiente, una superviviente que decidió su destino, cuyo presente se forjó en el pasado y que necesita desprenderse de un secreto que marcó su vida. Una novela que llegará a lo más profundo de nuestro ser para hacer aflorar nuestras emociones, cosa que el autor logró con una de las escenas finales en la que derramé alguna que otra lágrima y que no os voy a desvelar porque prefiero que os adentréis en la lectura de esta novela tan recomendable y que me ha hecho disfrutar tanto.
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