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Cuando tienes en frente la novela El que susurra en tus manos, te vienen a la mente todas y cada una de las comparaciones que hacen de la autora con Stephen King y, a mi, esas cosas me dan pereza y me ponen en alerta. Aun asi, la premisa de la novela, en la cual nos presenta a un ente con una importante capacidad para general mal rollo a los personajes de la novela y, por tanto, a mi como lector, hicieron que me dedicara a disfrutar de cada una de sus páginas y a olvidarme de otras criaturas similares que había disfrutado ya en el pasado. Pasas las páginas, te adentras en los misterios más o menos previsibles y disfrutas de todas esas oscuridades que tanto nos atraen a los amantes del terror. Y así sin que te des cuenta ya te has leído el ochenta por ciento de la novela. Te has hecho a la idea y vas con la sonrisa avanzando páginas porque te crees un ser listo que ha leído mucho. Y entonces, resulta que te das cuenta que tienes las manos en la cabeza, preguntándote como un tonto si lo que acabas de leer es lo que acabas de leer, parpadeas dos o tres veces, enciendes el ordenador y te pones a buscar como un loco la siguiente novela de Malenka Ramos para sumergirte de nuevo en las pesadillas que es capaz de crear esta autora española. Todo un descubrimiento. |
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