Octavo y último libro de la saga Las doce puertas. El autor continúa con la misma composición y protagonistas de la historia aunque esta vez con capítulos más largos que en los anteriores. Se encuentran diferentes giros, sobre todo en la parte de Batiste y Jero, que enganchan muchísimo. En la parte de Rebeca también se dan varios giros inesperados y la historia coge más acción y ritmo de cara al desenlace. El final me ha dejado una sensación extraña en el cuerpo, aunque no puedo decir que no me haya gustado. |