¿Os imagináis ir al médico a que te haga una analítica y que el diagnóstico sea “eres una bruja”? ¡Y encima estás embarazada! Pues así comienza esta novela que me llamó la atención por la portada pero que me ha gustado mucho por su interior. Un mundo bien construido, en el que la sangre lo es todo, con personajes bien perfilados y una trama que está muy lograda para ser la primera novela de un escritor. Me ha encantado un personaje en especial, pero es que la condesa Bathory siempre me ha llamado la atención. Me parece muy apropiada la explicación que da a sus horribles crímenes. Un libro de lectura fácil y rápida, que no conocía pero que me ha sorprendido gratamente, lo recomiendo. Eso sí, si no eres sensible a la sangre. |