Hacía mucho que no leía una novela de género post-apocalíptico que me dejase buen sabor de boca al terminar su lectura. No es fácil crear una novela que trate sobre zombies y que mantenga al lector interesado hasta el final. Se palpa la tensión en el ambiente conforme vas avanzando la lectura. En este caso nos encontramos una historia dividida en dos partes, el antes y el después de la catástrofe. Una primera parte a modo de introducción en la que se explica como la soberbia y la codicia acaban derivando en caos y sumen al mundo en la más absoluta oscuridad y una segunda parte en la que se desarrolla la acción y la lucha por la supervivencia. Llegando así a un final explosivo y que parece quedar abierto a una posible continuación de la historia...¿que haríais si cada día pudiese ser el último?
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