Me ha maravillado. No solo por el profundo amor y conocimiento que Elli demuestra tener sobre los lobos (Dejó su profesión de abogada para dedicarse enteramente a ellos) sino por la de historias que desmitifica y todo cuanto realmente enseña sobre estos fascinantes animales. Por ejemplo, lo del "macho alfa" ya no existe, por mucho que lo veamos en películas u oigamos por la tele. Ahora sólo existe el líder de la manada, que queda mucho mejor y no nos da esa falsa idea de jerarquía dentro de la familia de lobos, donde todos cuidan de todos y para mi sorpresa, es la hembra y no el macho quien tiene la última palabra. También me ha encantado descubrir cómo veneran y cuidan de sus lobos ancianos como sabios y no como una carga en sus desplazamientos. Cuánto tenemos los seres humanos que aprender de ellos. Pero es que el libro toca muchos puntos, muchos temas interesantes y por eso se hace una lectura adictiva y muy entretenida para quienes sientan el mas mínimo interés o afecto por estos animales. Nos atrae hacia nuestro lado más salvaje, nuestra pasión por la naturaleza y la individualidad. Habla de la formación de nuevas manadas cuando un lobo joven decide "mudarse", de los fuertes lazos de lealtad existentes entre ellos, de los distintos tipos de aullidos y llamadas, del respeto entre razas como es, por ejemplo, el existente entre lobos y cuervos (Yo esto no lo sabía y como es lógico me ha hecho mucha ilusión; se ayudan a la hora de cazar). Normalmente soy más de novela pero me atrajo por ser la historia de unos animales que siempre me han cautivado y de los que ya creía haber leído mucho, pero está claro que no sabía nada en comparación con todo lo que son. Ahora me gustan aún más y admiro muchísimo el trabajo de todas esas personas que luchan por su seguridad y que dedican su vida a estudiarlos. ¡Y ADEMÁS! Incluye fotografías en blanco y negro al final de cada capítulo y en mitad del libro una serie de hojas plastificadas a todo color con preciosas instantáneas de los lobos en estado salvaje. En serio, la edición es una maravilla. Imposible no empatizar con éstos animales y sentir un amor irracional por ellos. Con razón son unos animales que siempre han sido vinculados con el ser humano. Nos parecemos más de lo que creemos. |