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Si bien es cierto que el género suspense, novela negra, no me gusta y le di una oportunidad con su primera novela (y me gustó) he de decir que esta ha sido todo lo contrario. Y me da rabia, porque siento que pierdo muchísimo el tiempo cuando leo algo que me aburre o que no me aporta nada. De nuevo el autor nos sitúa en una ciudad china, con un encargo de lo más extraño para el investigador Juan Steinberg, que de nuevo se adentrará en una aventura onírica, de mundos paralelos, para lo cual el autor utiliza muchísimas referencias a la música, al vino, al cine y a la literatura. Si en su otro libro eso me encantó, en este me ha parecido demasiado cargante en esos aspectos, al igual que los diálogos extra largos, los cuales me ponen de los nervios porque pueden llegar a ocupar una página o dos enteras y acabas perdiendo el hilo, puesto que en ocasiones toca temas demasiado trascendentales, mezclando cosas sin sentido, y acabas perdida. Esto no me gusta mucho en las obras de Javier Quirce. Además, como le he dicho al autor, no he notado apenas diferencia entre la primera y la segunda entrega, puesto que la historia al comienzo se me asemejaba muchísimo, las conversaciones muy similares, la misma tónica que el anterior, lo que puede llevar a confusiones entre ambas historias. Con secuencias de escenas que se suceden de forma extraña y surrealista. También he notado carencias en la edición y redacción del texto, algo que, si ha tenido editor, no es culpa directamente del autor, pero son detalles que no gustan a personas tan tiquismiquis como yo a la hora de leer un texto. Así que... Espero que la tercera entrega, si llega a mis manos, sea igual o mejor que la primera, que me gustó mucho, y no como esta, que me ha decepcionado bastante. |
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