El chocolate no hace preguntas

Encontré este libro por casualidad, llamó mi atención el nombre de la librería, La Bookería, y me metí de lleno en su lectura con muchas ganas. Me empezó gustando mucho y me parecía divertido, pero conforme iba leyendo lo divertido pasó a ser algo más surrealista y cada vez retomaba la lectura con menos ganas. Terminarlo me ha llegado a resultar algo pesado.

Narrado en 3ª persona, lo que peor he llevado de la historia han sido los diálogos. En innumerables ocasiones no indica quién habla y supone un gran esfuerzo averiguarlo por como se expresa, pero a veces es imposible saber quién ha dicho qué. Hasta el punto de que llegó un momento que dejé de darles importancia y seguir leyendo sin llegar a enterarme realmente.

Los protagonistas son Bruno García y Sara Bueno y he de decir que no me han gustado ninguno de los dos. Ni siquiera los amigos de Sara. El único personaje por el que me ha merecido la pena leerme el libro ha sido por Maika, para mi se ha convertido en mi salvavidas de esta historia. Me ha parecido mucho más interesante que los protagonistas, aunque esa historia de amor de ella no me ha convencido del todo.

Es una historia que no esta mal si se hiciera una revisión de ella.