Ya sabes lo que siempre digo. Negando nuestro pasado nos negamos a nosotros mismos
|
Ya sabes lo que siempre digo. Negando nuestro pasado nos negamos a nosotros mismos
|
Las armas las carga el diablo, pero el deseo de herir es cosa de los hombres
|
A veces creo que sólo somos una panda de inocentes convencidos de que nuestros actos no acarrearán ninguna consecuencia
|
¿Por qué nunca podemos hablar de lo mucho que nos importa alguien? ¿Por qué siempre los que nos rodean nos obligan a adoptar una actitud de indiferencia? ¿Por qué debemos fingir que nada nos afecta? Como si eso sirviera de algo. Encerrar lo que sientes en tu interior sólo te enloquece, hasta que llegas a ese punto en que tienes ganas de gritar como nunca
|
Ojalá alguien se hubiera atrevido a negarle o rebatirle algo. Ojalá. Hubiéramos evitado muchas cosas. O quizá no. ¿No creéis que nuestra vida se cuenta en ojalás? |
Podría hablar del miedo a que los demás nos hagan daño. Podría explicaros cómo el mundo nos habla de los que debemos ser y cómo nosotros encerramos lo que no encaja con el patrón. Pero no se trata únicamente de eso, ¿verdad? También podría hablar de lo mucho que nos gusta encerrarnos a solas con nuestros demonios. A ver quién se destruye antes |
Nadie en su sano juicio elegiría conocer una historia como esta. Nadie quiere saber acerca de un joven algo triste, algo melancólico, algo atormentado y a la vez sarcástico y lleno de ira. No con todas esas historias llenas de fantasía, amor y esperanza. El mundo se alimenta de su propia esperanza, aunque sea inventada y le sobran aquellos que no la tienen
|
Siempre te acompañan los que desearías haber abandonado, ¿verdad?
|
-¿El miedo, el pánico...no os parecen suficientes?... -¿Han sido bondadosos todos ellos, querido? A lo largo de estos años, ¿Crees que se han portado bien con nosotros? ¿De verdad crees que deberíamos sentirnos mal? ¿Qué deberíamos tener piedad? |
Habían entrado con las armas en las manos. En sus caras había algo hipnotizante. Algo de ángeles de la muerte
|
Manolito ...