Seduciendo a Mr. Bridgerton

No me ha durado ni 24 horas.
Y es que si los anteriores libros de los Bridgerton eran adictivos, este los supera.
Ha pasado el tiempo y el tercero de los Bridgerton vuelve a casa de uno de sus tantos viajes por la temporada social. Colin es un personaje muy carismático, con buen humor, amable y de altos valores. Esa es normalmente su postura, pero también esconde un mal humor increíble e intenso cuando se enfada.
Y Penelope es el patito feo de la sociedad. Tiene 28 años y ya está catalogada como solterona. Por ello, y aunque lleva toda su vida enamorada en secreto de Colin, puede ser un poco más ella que antes, cuando se suponía que debía ser una señorita casadera. Ya no tiene nada que perder.
Por eso Colin se sorprende de sus encantos, esos que ella siempre tuvo pero que nadie se molestaba en apreciar, salvo las hermanas y la señora Bridgerton, que es todo un amor de mujer.
De esa manera comienzan los acercamientos, las conversaciones sin tapujos y las miradas pícaras.
Ambos tienen secretos, unos generan seguridad y orgullo y otros inseguridad y un poco de vergüenza.

No sé si es porque conocemos a Penelope de libros anteriores y solo hay cosas nuevas por conocer de ella, o verlas mejor desde su punto de vista, pero es un libro más cercano y más adictivo que los anteriores.
Ambos personajes son muy queridos a lo largo de los libros anteriores, ya apuntan maneras y destacan entre los demás.
A mayores destacamos la parte de los secretos, las inseguridades y los rumores. La lealtad y la familia.
Y después de este libro tengo unas ganas locas de leer el de Eloise y el de Hyacinth, porque ninguna de esas dos muchachas está dentro de lo normal.