Primero llegó el escándalo

Acabada la serie Rokesby y debo reconocer que es de las flojillas de Julia Quinn. Aun así, este último libro lo he disfrutado mucho más que el anterior y me ha parecido que tiene más la esencia de Quinn (creo que no debería ambientar libros en barcos porque no es su fuerte).

En esta historia por fin conocemos en detalle al pequeño de los Rokesby, Nicholas, que está en su último año de medicina y al que su padre hace venir corriendo desde Edimburgo para que salve la terrible situación en la que se encuentra Georgie Bridgerton, su ahijada. La pobre ha acabado con su reputación completamente arruinada por culpa de un imbécil y solo le quedan tres opciones: casarse con el imbécil, encontrar otro candidato o asumir su destierro de la sociedad y quedarse en su casa sin opciones el resto de su vida (ya sabemos como se las gastaban en la época con las mujeres, incluso cuando no tenían ninguna culpa de lo que hubiera sucedido). Nicholas se queda bastante en shock, sobre todo por las formas de su padre, pero aquí empieza un capítulo nuevo para la vida de ambos protagonistas, donde de repente se plantean posibilidades que ni se les habían pasado por la cabeza jamás respecto a ellos como pareja romántica.

Tanto Nicholas como Georgie son maravillosos y se entienden muy bien, tienen buena química y me parece precioso como Nicholas introduce a Georgie en su mundo sin reparos (si hubiera podido seguro que él mismo la hubiera inscrito en su universidad), pero como dije antes, jamás se habían mirado con otros ojos que no fueran amistosos y por eso a mi me parece que ha ido demasiado rápido el desarrollo de la relación. En general, en novela romántica siempre va a ir todo más rápido de lo normal, pero nunca he sido fan del instalove o del casi instalove. En este caso se enamoran en dos días prácticamente. Es cuestión de gustos, imaginaba un desarrollo distinto según iba leyendo la verdad, pero bueno, aun así la historia ha sido bonita y entretenida. Me habría gustado también una conversación más entre padre e hijo que arreglara el espanto de la primera, y no hubiera rechazado que el asqueroso que destrozó la vida de Georgie sufriera más, pero bueno, son pequeñas cosas.

No será un libro que marque una época, pero creo que ha sido entretenido, rápido de leer y bonito. Acabé contenta y me quitó la sensación enrarecida del libro anterior, a veces, no se necesita mucho más.