La suma de todos los besos

¡Hola a todos!

Antes de comenzar decir que esto es mi opinión personal, lo que el libro me ha parecido y me ha hecho sentir a mí, otra persona puede tener sensaciones y una opinión muy distinta a la mía, por lo que ante la duda os recomiendo leerlo y formar vuestra propia opinión.


Desde el mes de septiembre la editorial Titania ha vuelto a apostar por la autora Julia Quinn con la publicación de la reedición, con nuevas portadas superpreciosas, de la serie El cuarteto Smythe-Smith. A las chicas Smythe-Smith las hemos ido conociendo en otros libros de la autora, yo en concreto en la saga Bridgerton, donde en varios de sus libros se las menciona o se acude a sus celebres veladas musicales.

¿Queréis saber que fue primero, si la gallina o el huevo?

Pues debo deciros que los libros de la saga Bridgerton se empezaron a publicar en el año 2000, once años antes de que la autora comenzará a publicar esta saga de El cuarteto Smythe-Smith. La familia Smythe-Smith es inmensa y tienen apariciones o se les menciona en varios de los libros de la autora como son: Un baile a medianoche (segunda entrega de la serie Blydon), Secretos en Londres, (segunda entrega de la serie Belvestoke), El vizconde que me amó, (segunda entrega de la serie Bridgerton), Te doy mi corazón, (tercera entrega de la serie Bridgerton), Seduciendo a Mr. Bridgerton, (cuarta entrega de la serie Bridgerton), Por un beso, (séptima entrega de la serie Bridgerton), a la autora le gusta que las familias y personajes de sus libros hagan apariciones en otros y es común que encuentres por sorpresa a algún personaje ya conocido en el libro que estás leyendo.

Debo decir que he empezado la serie con este libro, todavía no he leído los dos primeros, aunque no creo que me pierda demasiado pues aunque tienen relación y cierta continuidad, los libros son libros autoconclusivos que se pueden leer de manera totalmente independiente.

Como siempre que un libro pertenece a una serie os advierto que puede contener SPOILER de los libros anteriores, así que dejo a vuestro criterio si leerlo o no.





Nos encontramos una historia donde los protagonistas empiezan odiándose (ella al menos lo detesta) y acaban (obviamente) enamorados. Los protagonistas de esta tercera entrega son Hugh Prentice y Sarah Pleinsworth.

«Sarah no podía imaginar cómo era posible que alguien tolerara su compañía durante más de cinco minutos. Sí, era agradable a la vista, y sí, era excepcionalmente inteligente (según le habían contado), pero por Dios, la irritaba hasta límites insospechados.»

La historia comienza con una mala noche de borrachera y una partida de cartas. Después de una noche de mucho alcohol, Hugh Prentice pierde a las cartas por primera vez en su vida, eso es algo que no le había sucedido nunca, gracias a su habilidad para las matemáticas y para memorizar las cartas, no ha perdido jamás una partida, eso le desconcierta y sumado al abotargamiento de su mente provocado por el alcohol, le llevará a acusar a su amigo Daniel Smythe-Smith de hacer trampas y retarlo a duelo. El resultado del duelo será que ambos participantes acabarán heridos. Esa razón de lo más estúpida afectará a la vida de muchas personas entre ellas, obviamente, Hugh y Daniel, pero también a sus respectivas familias que se verán afectadas por las consecuencias del duelo entre ambos. Hugh acabará herido de gravedad y Daniel (herido leve) tendrá que huir a Francia, ya que el padre de Hugh se ha tomado el duelo de su hijo de una manera muy personal y busca a Daniel para tomar venganza, a pesar de la insistencia de Hugh de que lo deje en paz.

Pasados unos años Hugh se habrá recuperado de sus graves heridas y ha conseguido que su padre deje por fin su búsqueda de venganza. Daniel ha podido regresar a casa y Hugh ha retomado su amistad con su amigo, por lo que Hugh estará invitado a la boda de Honoria, la hermana de Daniel y a la de este mismo. Para evitar que se quede solo o se sienta desplazado, Honoria le pedirá a su prima Sarah que le haga compañía.

Sarah está convencida de que Hugh es el culpable de que ella siga soltera por lo que sin apenas conocerlo lo detesta profundamente y así se lo hará saber en su primer encuentro con él. Pero no quiere contrariar a su prima Honoria, que le he pedido como favor personal que acompañe a Hugh durante las festividades de su boda con Marcus, por lo que (a regañadientes) se verán obligados a pasar tiempo juntos. Unos días más tarde en las celebraciones de la boda de Daniel y Anne, volverán a reencontrarse y eso hará puedan empezar a conocerse y esa primera mala impresión se irá convirtiendo en una bonita amistad.

«Se habían hecho amigos, y si de vez en cuando Sarah se descubría a sí misma mirando la boca de lord Hugh, pensando que todo el mundo tenía que tener un primer beso, y que sería muy agradable si el suyo fuera con él… Bueno, esas cosas se las callaba.»

Sarah tiene cierta tendencia al drama, detesta a Hugh por lo que ha hecho a su familia e indirectamente a ella. Para ella es el único responsable de que su presentación se retrasara por culpa del duelo, y por que a estas alturas aún siga soltera y obligada a ser miembro del cuarteto familiar, por lo que no está muy inclinada a ser amable con él. Forma parte del cuarteto Smythe-Smith que está formado por las muchachas solteras de la familia, Sarah es consciente del pésimo grupo musical que forman y lo mal que lo hacen, así que odia formar parte de él, por lo que está deseando casarse para escapar de dicha obligación, pero aunque se debe a la tradición familiar, intenta evitar participar en el cuarteto siempre que puede.

Me ha conmovido Hugh, todo lo que ha pasado por un simple error que ha hecho daño a tantos... su infancia ha sido muy difícil ya que su padre me ha parecido muy mala persona, una persona sin valores ni moral capaz de cualquier cosa por salirse con la suya y hacer cumplir sus deseos. El duelo ha dejado secuelas físicas en él, que en ocasiones le hacen la vida un poco más difícil y sentirse un poco menos hombre.

«Nunca más volvería a bailar.
Nunca más volvería a cabalgar, a subirse a un árbol o a atravesar una habitación a grandes zancadas para tomar en brazos a una dama. Había miles de cosas que no haría de nuevo, y se podría pensar que sería un hombre quien se lo recordara, un hombre físicamente capaz que podía cazar, boxear y hacer todas las malditas cosas que se suponía que hacían los hombres. Pero no, había sido ella, lady Sarah Pleinsworth, con sus hermosos ojos, sus pies ágiles y todas esas condenadas sonrisas que les había dedicado a sus compañeros de baile esa mañana.
A él no le gustaba. de verdad que no, pero por Dios que habría vendido parte de su alma para bailar con ella en ese momento.»

«Hugh nunca sería capaz de hacer eso. Debía olvidarse de montar a caballo, de bailar, de cazar y de todas las cosas que tanto echaba de menos desde que una bala le había destrozado el muslo. Nada de eso parecía importar ya.
Jamás cogería a una mujer en brazos.
Nunca se había sentido menos hombre.»

Es un hombre muy inteligente, con un don para los números, con una mente analítica. Me ha gustado mucho como se forja la relación entre ambos, pasando desde el desprecio inicial, a una buena amistad conforme van conociéndose y pasando tiempo juntos, hasta llegar a un amor profundo entre ambos.

«¿Era posible enamorarse de alguien en tan poco tiempo? Honoria había conocido a Marcus durante toda su vida antes de enamorarse de él. Daniel había asegurado que, con la señorita Wynter, había sido amor a primera vista. de alguna manera, eso casi parecía más lógico que lo que le ocurría a ella.»

Volvemos a reencontrarnos con personajes archiconocidos, sobre todo si has leído a los Bridgerton, como pueden ser lady Danbury. Como siempre que ella aparece nos deja buenos momentos llenos de conversaciones ingeniosas con diálogos y comentarios afilados. También con las hermanas y primas de Sarah, cada una con un carácter completamente distinto que saca de sus casillas a veces a Sarah, pero que nos darán momentos superdivertidos.

El estilo de la autora sigue siendo el mismo, sencillo con una pluma ágil y fluida, con muchos diálogos ingeniosos y tiras y aflojas entre los protagonistas que hacen muy amena la lectura, yo comienzo uno de sus libros y cuando me quiero dar cuenta llevo ya leída la mitad.

En la próxima entrega le toca el turno a Iris Smythe-Smith en Los secretos de sir Richard Kenworthy en el que veremos como encuentra su final feliz la violonchelista del cuarteto.
Enlace: https://bibliotecariarecomie..

En este libro leeremos la historia de amor de la más rebelde del cuarteto Smythe-Smith, tanto que es la única que ha conseguido escaquearse del temido recital.

Sarah es una chica conocida por su ingenio y por decir lo que piensa. Sabe que solo hay dos formas de dejar de tocar en la velada musical: casada o muerta. Por esto, Hugh Prentice se ha ganado a pulso todo el resentimiento que siente por él: Hubo catorce bodas el año que debería haber sido su debut en la temporada londinense y ella se perdió esa ocasión de oro. Solo hay algo que puede hacer que ella esté cerca ese hombre: que se lo suplique Horacia, su mejor amiga, días antes de su boda.

Hugh es un personaje que ya apareció y fue importante en los libros anteriores. Sabe que su error le costó tres años de exilio a su amigo y hace lo que puede para compensarlo. Él también sufrió con el duelo, pues le dejó una pierna dolorida para el resto de su vida, pero jamás ha culpado a Daniel por ello. al revés, lo soporta con estoicismo y jamás muestra síntomas de dolor o debilidad.

Como podréis imaginar, Sarah y Hugh se ven obligados a pasar mucho tiempo juntos en las bodas de Horacia y Daniel. al principio esto no les gustará demasiado, pero poco a poco descubrirán que tienen más cosas en común de las que se imaginan...

Si habéis leído mi reseña del libro anterior, sabréis que me llamó mucho la atención el personaje de Hugh y me moría de ganas por conocer su historia. Sin embargo, el resultado no ha sido tan bueno como esperaba pues Hugh es demasiado "perfecto", a veces incluso resulta un poco aburrido.
Por desgracia, esto no me ha sorprendido en absoluto, pues ya me ocurrió anteriormente con la autora en la saga Bridgerton, mis personajes favoritos (Eloise y Collin) no cumplieron mis expectativas y tuvieron las peores historias de amor...
Esto me ha dado mucha rabia, pues creo que tanto Sarah como Hugh tenían muchísimo potencial y podrían haber dado mucho más de sí para tener un mejor romance.

Algo curioso de este libro ha sido leer pinceladas de las bodas de los libros anteriores, pero siendo estos meros personajes secundarios. de hecho, he echado en falta haber podido leer un poco más sobre las bodas descritas desde la nueva perspectiva, pero saboreando esos momentos junto a Horacia o Anne.

La ambientación de la historia era muy buena ya que era una oportunidad única de reflejar cómo eran las celebraciones de las bodas de la aristocracia: los eventos, el traslado al campo, la vida en esas grandes casas señoriales... Sin embargo, nuestros protagonistas estaban "lesionados" por lo que no hay demasiados detalles reales sobre las actividades que se estaban llevando a cabo...

En definitiva, aunque he disfrutado de la historia de amor, esperaba muchísimo más de los personajes y la ambientación, por lo que el libro me ha dejado un sabor bastante agridulce.

¡Hola a todos!

Desde el mes de septiembre la editorial Titania ha vuelto a apostar por la autora Julia Quinn con la publicación de la reedición, con nuevas portadas superpreciosas, de la serie El cuarteto Smythe-Smith. A las chicas Smythe-Smith las hemos ido conociendo en otros libros de la autora, yo en concreto en la saga Bridgerton, donde en varios de sus libros se las menciona o se acude a sus celebres veladas musicales.

¿Queréis saber que fue primero, si la gallina o el huevo?

Pues debo deciros que los libros de la saga Bridgerton se empezaron a publicar en el año 2000, once años antes de que la autora comenzará a publicar esta saga de El cuarteto Smythe-Smith. La familia Smythe-Smith es inmensa y tienen apariciones o se les menciona en varios de los libros de la autora como son: Un baile a medianoche (segunda entrega de la serie Blydon), Secretos en Londres, (segunda entrega de la serie Belvestoke), El vizconde que me amó, (segunda entrega de la serie Bridgerton), Te doy mi corazón, (tercera entrega de la serie Bridgerton), Seduciendo a Mr. Bridgerton, (cuarta entrega de la serie Bridgerton), Por un beso, (séptima entrega de la serie Bridgerton), a la autora le gusta que las familias y personajes de sus libros hagan apariciones en otros y es común que encuentres por sorpresa a algún personaje ya conocido en el libro que estás leyendo.

Debo decir que he empezado la serie con este libro, todavía no he leído los dos primeros, aunque no creo que me pierda demasiado pues aunque tienen relación y cierta continuidad, los libros son libros autoconclusivos que se pueden leer de manera totalmente independiente.

Nos encontramos una historia donde los protagonistas empiezan odiándose (ella al menos lo detesta) y acaban (obviamente) enamorados. Los protagonistas de esta tercera entrega son Hugh Prentice y Sarah Pleinsworth.

La historia comienza con una mala noche de borrachera y una partida de cartas. Después de una noche de mucho alcohol, Hugh Prentice pierde a las cartas por primera vez en su vida, eso es algo que no le había sucedido nunca, gracias a su habilidad para las matemáticas y para memorizar las cartas, no ha perdido jamás una partida, eso le desconcierta y sumado al abotargamiento de su mente provocado por el alcohol, le llevará a acusar a su amigo Daniel Smythe-Smith de hacer trampas y retarlo a duelo. El resultado del duelo será que ambos participantes acabarán heridos. Esa razón de lo más estúpida afectará a la vida de muchas personas entre ellas, obviamente, Hugh y Daniel, pero también a sus respectivas familias que se verán afectadas por las consecuencias del duelo entre ambos. Hugh acabará herido de gravedad y Daniel (herido leve) tendrá que huir a Francia, ya que el padre de Hugh se ha tomado el duelo de su hijo de una manera muy personal y busca a Daniel para tomar venganza, a pesar de la insistencia de Hugh de que lo deje en paz.

Pasados unos años Hugh se habrá recuperado de sus graves heridas y ha conseguido que su padre deje por fin su búsqueda de venganza. Daniel ha podido regresar a casa y Hugh ha retomado su amistad con su amigo, por lo que Hugh estará invitado a la boda de Honoria, la hermana de Daniel y a la de este mismo. Para evitar que se quede solo o se sienta desplazado, Honoria le pedirá a su prima Sarah que le haga compañía.

Sarah está convencida de que Hugh es el culpable de que ella siga soltera por lo que sin apenas conocerlo lo detesta profundamente y así se lo hará saber en su primer encuentro con él. Pero no quiere contrariar a su prima Honoria, que le he pedido como favor personal que acompañe a Hugh durante las festividades de su boda con Marcus, por lo que (a regañadientes) se verán obligados a pasar tiempo juntos. Unos días más tarde en las celebraciones de la boda de Daniel y Anne, volverán a reencontrarse y eso hará puedan empezar a conocerse y esa primera mala impresión se irá convirtiendo en una bonita amistad.

Sarah tiene cierta tendencia al drama, detesta a Hugh por lo que ha hecho a su familia e indirectamente a ella. Para ella es el único responsable de que su presentación se retrasara por culpa del duelo, y por que a estas alturas aún siga soltera y obligada a ser miembro del cuarteto familiar, por lo que no está muy inclinada a ser amable con él. Forma parte del cuarteto Smythe-Smith que está formado por las muchachas solteras de la familia, Sarah es consciente del pésimo grupo musical que forman y lo mal que lo hacen, así que odia formar parte de él, por lo que está deseando casarse para escapar de dicha obligación, pero aunque se debe a la tradición familiar, intenta evitar participar en el cuarteto siempre que puede.

Me ha conmovido Hugh, todo lo que ha pasado por un simple error que ha hecho daño a tantos... su infancia ha sido muy difícil ya que su padre me ha parecido muy mala persona, una persona sin valores ni moral capaz de cualquier cosa por salirse con la suya y hacer cumplir sus deseos. El duelo ha dejado secuelas físicas en él, que en ocasiones le hacen la vida un poco más difícil y sentirse un poco menos hombre.

Es un hombre muy inteligente, con un don para los números, con una mente analítica. Me ha gustado mucho como se forja la relación entre ambos, pasando desde el desprecio inicial, a una buena amistad conforme van conociéndose y pasando tiempo juntos, hasta llegar a un amor profundo entre ambos.

Volvemos a reencontrarnos con personajes archiconocidos, sobre todo si has leído a los Bridgerton, como pueden ser lady Danbury. Como siempre que ella aparece nos deja buenos momentos llenos de conversaciones ingeniosas con diálogos y comentarios afilados. También con las hermanas y primas de Sarah, cada una con un carácter completamente distinto que saca de sus casillas a veces a Sarah, pero que nos darán momentos superdivertidos.

El estilo de la autora sigue siendo el mismo, sencillo con una pluma ágil y fluida, con muchos diálogos ingeniosos y tiras y aflojas entre los protagonistas que hacen muy amena la lectura, yo comienzo uno de sus libros y cuando me quiero dar cuenta llevo ya leída la mitad.

En la próxima entrega le toca el turno a Iris Smythe-Smith en Los secretos de sir Richard Kenworthy en el que veremos como encuentra su final feliz la violonchelista del cuarteto.
Enlace: https://bibliotecariarecomie..

Ya había leído con anterioridad a Julia Quinn con los famosos Bridgerton (al menos el primero, jsjs) y descubrí que su forma de escribir es muy amigable y sencilla, así que cuando vi la oportunidad de leer otro libro de ella no lo dudé y aquí estamos.

Sarah Pleinsworth no es una persona que se enoje o enemiste fácilmente, pero cuando se trata de Hugh, el canalla que le disparó a su primo y por el cual Daniel tuvo que estar fuera de Londres por más de tres años, no hay nada que pueda hacer, sus límites quedan superados.
Hugh Prentince no se lamenta nada en la vida, excepto aquella noche de copas que terminó en un duelo con Daniel Smyhte, donde resultó lesionado de por vida y con un amigo amenazado a muerte por su padre. En su afán de resolver las cosas, varios años más tarde, Hugh acepta ir a las bodas de los Smythe-Smith, incluida la del mismo Daniel.
Durante las dos semanas de bodas, Sarah y Hugh tendrán que convivir y soportarse el uno al otro, porque nada es más importante que las bodas Smythe-Smith se cumplan sin contratiempos y aparentar que la riña entre Hugh y Daniel es cosa del pasado. Pero tanto tiempo juntos no es una buena señal, Sarah y Hugh descubren que no solo albergan sentimientos de odio el uno por el otro, quizás este podría ser el inicio de algo que ni ellos puedan controlar.

Creo que los libros de romance de Quinn tienen un objetivo claro: darnos un romance a pesar de todos los obstáculos que puedan presentarse, incluso el resentimiento entre personajes. Y eso nos ofrece este libro, un romance que pasa del odio al amor (porque solo hay un paso entre uno y otro :p) y que es posible que se desarrolle debido a una serie de casualidades (des)afortunadas.

Empecemos por lo que vende, el romance y su evolución. Sarah odia a Hugh porque debido a su duelo fallido y la persecución subsecuente de su primo tuvo que perderse su primer temporada social, en la que se comprometieron catorce parejas y ella pudo haber estado entre ellas; de eso ya pasaron tres temporadas y sigue soltera... o sea que tiene un coraje acumulado de tres años y obviamente alguien más que no sea ella tiene que tener la culpa (de risa, lo sé, pero así es Sarah). Hugh simplemente desarrolló un rechazo al odio infundado de Sarah, ya que la reputación de los Smythe-Smith ha sido reparada. La evolución viene en las bodas Smythe-Smith, cuando Sarah se ve forzada a convivir la mayor parte del tiempo con Hugh, esto con el fin de demostrar que Hugh es un invitado valioso a los eventos y dejar claro que las enemistades son cosa del pasado. Durante el tiempo que pasan juntos, Sarah se da cuenta que su odio quizá fue muy lejos y que la ha hecho perderse lo que los demás, en especial Hugh, tienen que ofrecer; en Hugh encuentra una mano amiga de una persona que esconde mucho dolor y que intenta brindar su mejor cara a los demás; en el mismo tiempo Hugh se da cuenta que Sarah es la persona infantil que conoció meses atrás, pero también es una persona que tiene muchas cualidades positivas que se esconden en su exagerada personalidad y que tienen que ser descubiertas poco a poco.

Tengo que admitir que el romance no me convenció en lo más mínimo, su evolución me pareció poco creíble y la serie inusual de acontecimientos que los obligaron a convivir y tener tiempos a solas me pareció forzada... de hecho me divirtió que incluso Sarah pensó que intentaban hacer de casamentara entre ellos. Los genuinos momentos de honestidad y transparencia entre ellos no me robaron ningún suspiro, pero en su favor mencionaré que todo es muy SANO, en ningún momento se presentan conductas tóxicas entre ellos y se hace énfasis en la importancia del consentimiento.

Hugh es un personaje que me gustó mucho porque tiene un trasfondo familiar muy fuerte, es algo que ha moldeado su carácter y forma de ser, haciéndolo una persona solitaria, retraída e inclusive llega a ser huraño, pero sabe lo que es ser una buena persona y eso siempre lo tiene presente. A pesar de ser el hijo menor, en él recae el peso de tener herederos para mantener el título en la familia, ya que su hermano mayor no tiene planes de casarse ni de tener hijos y Hugh está dispuesto a tener las expectativas (de su padre, porque nadie más espera eso de él) puestas en él con tal de que su hermano pueda ser él mismo. Uno de los aspectos más interesantes de él es que lo conocemos después del duelo y con una lesión permanente, tiene que usar bastón para caminar y no puede realizar las actividades que son esperadas de un joven de su edad (cazar, montar, cargar a una señorita, etc), así que lo vemos luchar con esa frustración que se mezcla con decepción, tristeza y mucho autocompadecimiento.

Sarah, por el contrario, me pareció un personaje algo soso, plano, vacío y que solo está para cumplir la función de ser el interés romántico de la historia. de ella casi no tenemos su historia porque no tiene un trasfondo como tal, solo se nos presenta como la mayor de los Pleinsworth, la que forma parte del desastroso cuarteto Smythe-Smith (sinónimo de ser solterona) y que está desesperada por salir de él, porque su mayor propósito en la vida es casarse con alguien. Realmente no aspira a más, no tiene sueños ni pasiones, simplemente es una dama en busca de marido (aburrida).

Lo que más me gustó fueron las dinámicas familiares sanas que se nos regalan. Por el lado de las Pleinsworth son cuatro hermanas, tres de ellas aún no están en edad de preocuparse por los bailes y eventos sociales, así que vemos a tres niñas desinhibidas, juguetonas, que solo buscan divertirse y de las que amé la forma en la que se llevan, lo confidentes que son y que, sin importar qué, se apoyan entre ellas. Por parte de los Prentince solo me referiré a los hermanos y me conmovió muchísimo la forma en la que Hugh protege a su hermano, en una especie de pago por lo que hizo por él cuando eran niños y amé que, a pesar de no ver mucha interacción entre ellos, se nota la confianza que hay entre ellos. Y lo que me faltó conocer fue la dinámica Smythe-Smith, en este tercer libro hacen muy pocas apariciones las (ex)integrantes del cuarteto musical, pero las pocas que hizo Iris (protagonista del próximo libro) fueron hilarantes y refrescantes. Me parece que Quinn se especializa en darnos dinámicas familiares modelos, lo hace de manera magistral y en ningún momento esto se siente forzado, de hecho, hace que la historia se sienta fresca y divertida.

En resumen, La suma de todos los besos, es un romance con una evolución poco creíble y que no logra robar ni un solo suspiro ya que tiene una protagonista muy simple y, en ocasiones, boba, pero que cuenta con un protagonista masculino que es todo lo contrario, con una historia de fondo bien construida, y por quien vale la pena el libro.
Enlace: http://laspaginasdeerick.blo..

𝙷𝚎𝚕𝚕𝚘 𝙱𝚘𝚘𝚔𝚕𝚘𝚟𝚎𝚛𝚜! Hoy os traigo la 𝗿𝗲𝘀𝗲ñ𝗮 de 𝙻𝚊 𝚜𝚞𝚖𝚊 𝚍𝚎 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚕𝚘𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚘𝚜 de 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮 𝗤𝘂𝗶𝗻𝗻 que nos trajo Titania el mes pasado y a los que agradezco el envío del ejemplar. Es la tercera entrega de la saga familiar 𝗘𝗹 𝗰𝘂𝗮𝗿𝘁𝗲𝘁𝗼 𝗦𝗺𝘆𝘁𝗵𝗲-𝗦𝗺𝗶𝘁𝗵 y para mí, tras leer las cuatro, esta ha sido la mejor.

Los protagonistas de esta historia son 𝗦𝗮𝗿𝗮𝗵 𝗣𝗹𝗲𝗶𝗻𝘀𝘄𝗼𝗿𝘁𝗵 y 𝗛𝘂𝗴𝗵 𝗣𝗿𝗲𝗻𝘁𝗶𝗰𝗲 a los que conocemos de los libros anteriores. En esta ocasión nos encontramos un 𝘦𝘯𝘦𝘮𝘪𝘦𝘴 𝘵𝘰 𝘭𝘰𝘷𝘦𝘳𝘴 divertidísimo y es que tanto 𝗦𝗮𝗿𝗮𝗵 como 𝗛𝘂𝗴𝗵 tienen un ingenio afiladísimo, un humor muy peculiar y comparten unas escenas desternillantes. Son mi pareja favorita, pero sobre todo, en este libro me ha enamorado 𝗛𝘂𝗴𝗵 por la lealtad y entrega que muestra con sus amigos y las personas que quiere. Es una persona herida física y emocionalmente, pero aún así, ama con mucha intensidad.

𝗦𝗮𝗿𝗮𝗵 por su parte es un personaje con mucho carácter y lo veremos reflejado tanto en la relación con sus hermanas (que merecen una mención especial porque cada vez que salen, la lían) como en la relación con sus primos y con 𝗛𝘂𝗴𝗵. Es un libro muy muy divertido pero con un mensaje muy importante y es que para amar, necesitamos amarnos a nosotros primero.

Lo he disfrutado de principio a fin y teniendo en cuenta la puntuación que he dado a los demás, este roza las 5★. Muy pero que muy recomendable!