La Otra Miss Bridgerton

A ver, parece una puntuación un poquito terrible, pero el libro no es tan malo como sugiere. Se lee perfectamente, pero Julia Quinn es una de mis autoras favoritas y tiene libros infinitamente mejores que este. Lo siento, pero da la sensación de que ha escrito un poco en automático. Aun así, podría haber sido un libro de 3 o 3'5, tampoco mucho más. ¿Qué ocurre? Que he sido completamente incapaz de abstraerme de un pequeño (no tan pequeño para mi) detalle concreto, luego lo explico.

La historia en sí es muy sencilla. Poppy es una Bridgerton, está de visita en casa de una amiga y está aburridísima de la vida en general. Encuentra la cueva de unos piratas, que por supuesto la descubren y tienen que llevársela, muy amables ellos, pero se la llevan. El capitán del barco es Andrew Rockesby, aunque no se identifica tal cual porque no es realmente pirata. ¿Problema? Que la cueva no puede ser descubierta, no conoce a Poppy y aunque la conociera, no puede ir contándole secretos de estado, así que tiene que llevársela... y ahí empieza todo. Evidentemente es una novela sencillita y tienen que enamorarse, además, el protagonista es un encanto, así que hacemos como que no nos damos cuenta de lo increíblemente tranquila que está Poppy y lo rápido que supera el supuesto "odio" a sus secuestradores.

Más allá de esto no hay mucho más, travesía por el barco que no se aprovecha casi nada para la trama, típicos diálogos de Quinn que pueden ser más o menos divertidos, pocos secundarios, pocos paisajes... es que no tiene mucha miga el libro. No hay mucha epicidad, ni química, ni tensión, es todo exageradamente plano. Incluso cuando llega la parte más "dramática" tampoco es que te explote la cabeza y digas "oooohhhhh, no me lo esperaba para nada". Aun así, habría sido una lectura sencilla perfecta para cuando solo me apetece sofá, manta, algo de fondo en la tele y un libro para pasar el rato sin quebraderos de cabeza pero... peeeeeeero... aquí viene mi bloqueo mental. Poppy apesta. Literalmente. Se pasa una semana entera con el mismo vestido puesto sin quitárselo ni para dormir, y no me lo imagino yo, es que te lo narran. Te narran como se lava la cara o los dientes, pero ni una sola vez ha habido alguna referencia a que pueda lavarse de verdad, a que le traigan un cubo al menos, a que se quite el vestido para refrescarse o limpiarlo. Está en un maldito barco rodeada de hombres, ¡¡¿dónde está la trama básica de ella vestida con pantalones y camisa y haciendo el mono por el barco?!! ¿¿Porque me tienen que contar que no se quita el vestido ni un segundo, que tiene montones de manchas, el calor que hace, etc.?? Seamos honestas, esta chica ya daría muchísimo asco al segundo día, no quiero ni pensar en como estaría al sexto cuando los protas tienen su momento íntimo 🤢 Una escena bastante aburridilla por cierto, y donde el único consuelo es que el prota tampoco está en su mejor momento así que podrían estar más a la par. Pero en fin, que me he pasado 230 páginas pensando que ese vestido podía echar a andar solo y que no querría a Poppy a mi alrededor ni loca. Lo siento Quinn, pero en la novela romántica asumimos que somos un poco generosas con este tema y nos olvidamos de lo guarretes que eran, ¡así que me pones al menos un maldito cubo de hojalata y le cambias la ropa a la chica por favor!

No hay más, quizás para muchos esto sea una absoluta chorrada, pero yo lo cuento porque a mi me ha pasado. Seguramente este libro no vuelva a leerlo, muy malo tendría que ser el último de la serie para que este no fuera el peor de todos y es una pena la verdad, podría haber competido en aventuras con el segundo.